Adiós, Shanghai: el último refugio para europeos proscritos

Adiós, Shanghai. Ángel Wagenstein. Ed. Libros del Asteroide. 424 pág. 21€. Comprar libro.

En la década de los años treinta del siglo XX, la ciudad portuaria de Shanghai, junto al delta del rio Yangzi, en China, se convirtió en el último refugio para muchos europeos. Un rincón del mundo al que llegaron los judíos alemanes y austriacos que huían de la represión del gobierno alemán presidido por Hitler, en un momento en que el resto de los países europeos y americanos ya les habían cerrado sus fronteras. 

A pesar de la presencia japonesa, Shanghai gozaba del estatuto de ciudad abierta. Era una abigarrada colmena en la que convivían gentes de todo el mundo y que ofrecía terribles contrastes entre la opulencia de los barrios de la antigua colonia inglesa, con grandes edificios, teatros, casinos, bancos, lujosos restaurantes y cabarets, y la miseria de la mayoría de la población china, que se hacinaba en el suburbio de Hongkou, insalubre y de extrema pobreza. 

Más de 30.000 personas consiguieron alcanzar sus costas antes de que el estallido de la II Guerra Mundial acabase con este asilo, al estrecharse la colaboración entre Alemania y Japón. Pero su vida allí no iba a ser nada fácil. Sin alojamiento, sin trabajo, sin ninguna pertenencia, con un desconocimiento absoluto de idioma y costumbres, todos estos emigrantes, la mayoría intelectuales, tuvieron que luchar frenéticamente por obtener un puesto de lavacoches, botones, mozo, transportista, camarero, barrendero… Cualquier oficio que les permitiese sobrevivir con sus familias. 

Todo éste cuadro es el que encontramos en Adiós, Shanghai, que narra muy  certeramente lo que acaecía a nivel mundial, dibujando en cada momento las coordenadas históricas en las que se desarrollan los acontecimientos. De esta manera nos encontramos ante una gran novela que, a pesar de su duro y apocalíptico final, se devora con interés creciente a medida que seguimos las peripecias de los diferentes protagonistas. La mayoría de ellos y los hechos que se cuentan están basados en testimonios de supervivientes, y así lo explica su autor, Angel Wagenstein, en un estupendo prólogo que recomiendo volver a leer al término de la novela.  

Wagenstein es un extraordinario escritor nacido en Bulgaria en 1922 en el seno de una familia sefardita y desconocido en España hasta que la meritoria editorial Libros del Asteroide ha empezado a publicar su obra. Su vida profesional ha transcurrido principalmente como guionista y productor cinematográfico, comenzando muy tarde su actividad literaria. Fue en el año 2000, cuando ya tenía 78 años, y con una obra genial El pentateuco de Isaac, a la que cuatro años más tarde seguiría Adiós, Shangai.