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El precepto roto
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El precepto roto

El precepto roto. Shimazaki Toson. 368 páginas; 21,00 euros. Comprar libro.El protagonista oculta celosamente su origen, alentado por su padre, que lo ha sacrificado todo para mantener

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El precepto roto

El protagonista oculta celosamente su origen, alentado por su padre, que lo ha sacrificado todo para mantener en secreto que son de origen eta, pues de ello va a depender que pueda llevar una vida normal. Los etas son considerados parias, obligados a vivir separados del resto de la población y a desempeñar los últimos trabajos de la escala laboral, los que nadie quiere. A pesar de haber sido manumitidos por la ley, la sociedad sigue marginándolos y expulsándolos de su seno como auténticos apestados.

Ushimatsu, después de concluir sus estudios universitarios, desarrolla satisfactoriamente su trabajo como profesor, llegando a ser el docente más valorado y admirado de la escuela. Es un joven bueno, responsable y alegre, pero un terrible dilema interior mina su felicidad: por un lado, la obediencia al padre, que le rogó de mil formas que no revelase a nadie su origen, a pesar de la pena y la rabia que le ocasiona observar el injusto maltrato que infringen a los de su casta; y por otro, la necesidad de sincerarse con su mejor amigo, exponiéndose a sufrir su rechazo y a arruinar su porvenir, en caso de que se llegase a saber.

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Diversas circunstancias provocan rumores maliciosos, que llegan al oído del director de la escuela quien, envidioso de la popularidad de Ushimatsu, quiere deshacerse de él para mangonear y tiranizar a los niños a sus anchas.

El precepto roto está enmarcado dentro de la colección “Maestros de la literatura japonesa” que viene editando una meritoria editorial asturiana, Satori, especializada en cultura japonesa. Esta colección ofrece una valiosa selección de obras, muchas de ellas inéditas en España hasta el momento, bien editadas y sobre todo muy bien traducidas, acompañadas de estudios introductorios que sitúan magníficamente al autor en su contexto social y literario.

Además de su calidad material, lo primero que me ha sorprendido es la modernidad del texto, la cercanía y naturalidad que transmite a pesar de los cien años largos transcurridos desde su primera edición en 1906. En el prólogo Carlos Rubio relaciona a Toson con el naturalismo japonés, que nada tiene que ver con el europeo, al menos en esta obra. Aquí -como en tantos otros textos de literatura japonesa- sobresalen la sensibilidad y delicadeza del narrador, junto a los buenos sentimientos del protagonista. Psicológica, costumbrista, resulta una muy buena y ejemplar novela que entretiene y atrapa hasta el punto final.

Toson, nacido en Japón en 1872 y muerto en 1943, obtuvo un enorme éxito con El precepto roto, su primera producción, que llegó a agotar cinco ediciones en el primer año. Hoy en día se puede comprender perfectamente el impacto que debió de causar en sus contemporáneos, ya que la denuncia de una injusticia social en el Japón de su tiempo se ha convertido en un trasunto universal que continúa emocionando y atrayendo.

El protagonista oculta celosamente su origen, alentado por su padre, que lo ha sacrificado todo para mantener en secreto que son de origen eta, pues de ello va a depender que pueda llevar una vida normal. Los etas son considerados parias, obligados a vivir separados del resto de la población y a desempeñar los últimos trabajos de la escala laboral, los que nadie quiere. A pesar de haber sido manumitidos por la ley, la sociedad sigue marginándolos y expulsándolos de su seno como auténticos apestados.