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El final se acerca... 10 cosas que (quizá) no sabías sobre 'Mad Men'
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

El final se acerca... 10 cosas que (quizá) no sabías sobre 'Mad Men'

La serie regresa el 5 de abril para emitir sus últimos siete episodios. Inmersos en la vorágine de la promoción, sus actores han revelado muchos detalles hasta ahora desconocidos

Foto: Imagen promocional de la séptima temporada de 'Mad Men' (AMC)
Imagen promocional de la séptima temporada de 'Mad Men' (AMC)

Mad Men regresa el próximo domingo y lo hace por última vez. La serie que puso de actualidad los 60, que recuperó una forma de vestir y elevó a otro hombre al altar de los personajes inolvidables sólo tiene por delante siete episodios, en los que tendrá que poner fin a la historia de Don Draper. Una historia que no sería la misma sin sus compañeros, sus mujeres o su pasado, tan importantes en la aplaudida creación de Matthew Weiner como su protagonista.

Los seguidores ya desempolvan los pañuelos, los críticos sacan brillo a sus teclados, y AMC despide otra gran producción sin encontrarle relevo en la parrilla. Mientras tanto, se multiplican los actos promocionales, las entrevistas a fondo y las reflexiones sobre el poso que deja la producción. Ante la negativa de Matthew Weiner de revelar algo sobre los nuevos episodios, siempre es interesante profundizar en los detalles de una producción que ya ha hecho historia.

1. Ser Don Draper

A pesar de que ahora resulta complicado imaginar los personajes de Mad Men con otros rostros, en las primeras pruebas de reparto algunos actores tenían aspiraciones diferentes. Para el papel protagonista el mejor posicionado era el intérprete neoyorquino Peter Hermann. Pero Jon Hamm logró convertirse en el elegido tras siete lecturas de guion y gracias al apoyo de Matthew Weiner, que siempre creyó que era el más idóneo para encarnar a Draper. John Slattery también soñaba con el papel protagonista, pero fue el equipo de casting el que le propuso interpretar a Roger Sterling, un personaje al que Slattery no veía con potencial suficiente.

2. Esposas y amantes intercambiadas

En cuanto al elenco femenino, y por muy extraño que parezca ahora, Elizabeth Moss y January Jones se presentaron al casting del mismo papel, el de Peggy Olson. A pesar de que Jones hizo dos veces la prueba, fue Moss la que logró quedarse con el rol. Sin embargo Weiner vio el potencial de la guapa actriz rubia, y aunque no sabía realmente la importancia que la Sra. Draper iba a tener en la serie, escribió varias escenas expresamente para la prueba de Jones. Por su parte, Christina Hendricks acudió al casting contra los deseos de su agencia, que no tenía mucha fe en una serie de AMC. La voluptuosa pelirroja realizó la prueba para el papel de Midge Daniels, la amante bohemia de Don, aunque finalmente fue elegida para el rol de Joan Harris.

3. Sobre el papel, no: “Son desagradables”

Tal y como confiesa el ejecutivo de la AMC Rob Sorcher a Brett Martin en el libro Hombres fuera de serie, Mad Men lo tenía todo en contra. “Todo el mundo fuma. Son desagradables. Va del mundo de la publicidad, eso no tiene un valor internacional. Es lenta. Es de época. Es la peor idea posible.” Y quizá por eso, el guion de Weiner se pasó años esperando a que alguna cadena se animase a producirlo. Pero cuando llegó a las manos de los ejecutivos de AMC, los astros estaban alineados: el creador había adquirido experiencia en Los Soprano y la cadena buscaba un producto con el que estrenarse en la ficción serializada.

Convencidos de la calidad del producto, después de que Weiner les entregase los doce guiones que compondrían la primera temporada, la AMC comenzó a buscar un estudio que colaborase en la realización del episodio piloto. Y como la colaboración no llegó, la cadena decidió autofinanciar el piloto con la esperanza de que la alianza con un estudio se produjese posteriormente. Para ahorrar gastos decidieron además rodar en Nueva York utilizando, en un descanso del rodaje de Los Soprano, su personal y su equipo.

4. Matthew Weiner, "la reina de las zorras"

Al igual que otro brillante creador televisivo, David Simon, Matthew Weiner nació en la década de los sesenta en Baltimore. Hijo de Leslie P. Weiner, un neurólogo de prestigio internacional, Matthew creó a Draper para ser protagonista de una película sobre un hombre hecho a sí mismo, un pícaro del siglo XX. Weiner escribió ochenta páginas y aparcó el guion, hasta casi una década después, cuando tuvo que crear el trasfondo del personaje de Draper. Entonces rescató aquellos folios, y se dio cuenta de que, de formas muy diversas, la historia del hombre que se convertiría en Don Draper llevaba años en su cabeza.

Poco dado a aparecer en los medios, Weiner no escribe sus guiones, sino que los dicta. Es conocido en la profesión por tener una personalidad complicada, “servil con los superiores, condescendiente y duro con aquellos que consideraba que tenían poder para ayudarle”, según recoge Martin en su libro. Pero el guionista Chris Provenzano fue más gráfico a la hora de comentar con el escritor el personaje de la serie que más se parece a Weiner: “Obviamente, Joan es la más zorra de todas. Y Matt es la reina de las zorras por antonomasia”.

5. Don Draper no fue real

Siete temporadas dan para mucho y las especulaciones sobre el hombre que inspiró a Weiner para crear al exitoso Don Draperhan sido numerosas. En los cincuenta se hizo famoso por sus campañas para Marlboro el ejecutivo publicitario Draper Daniels, del que Weiner confesó que sólo cogió su nombre. Una década después, Emerson Foote dimitió de su cargo como responsable en la agencia McCann-Erickson tras negarse a trabajar para las cuentas de las empresas tabacaleras. Para entonces Albert Lasker, para muchos el padre de la publicidad moderna, ya había inventado su famoso “It’s Toasted” y realizado campañas sobre zumos de naranja o pañuelos. Y en segundas nupcias se casó con la actriz Doris Kenyon.

6. Una serie misógina

El machismo, la homofobia, el racismo y el antisemitismo están muy presentes en las siete temporadas de Mad Men. Pero ha sido el primero el que más opiniones y líneas ha derrochado, animado quizá por el escándalo que produce ver hoy en día las bromas sexistas de los ejecutivos de la agencia, el papel al que relegan a sus esposas y la alegría con la que convierten a las mujeres en objetos sexuales. Pero el machismo de Mad Men no es cosa de la imaginación de los guionistas, sino de la época en la que está ambientada, los años sesenta. De hecho, doce de los treinta guionistas que han participado en la serie son mujeres.

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7. ¿Un trabajo mal pagado?

Producir cada episodio de Mad Men cuesta entre 2,5 y 3 millones de dólares, por lo que Lionsgate, el estudio responsable de la serie, desembolsa cada temporada entre 33 y 39 millones de dólares. Pero la compañía también es responsable de los derechos de emisión de la serie, que vende a cadenas de países extranjeros o a plataformas online. En el primer caso Lionsgate cobra, aproximadamente, medio millón de dólares por cada episodio, mientras que Netflix paga el doble.

En lo que respecta a las estrellas, tras unas duras negociaciones entre la cadena y Matthew Weiner, el creador logró en 2011 un acuerdo de 30 millones de dólares por tres años de trabajo. Jon Hamm es el actor mejor pagado del elenco, con aproximadamente 250.000 dólares por episodio, aunque su compañera y exmujer en la ficción, January Jones, comentó en una entrevista que trabajar en Mad Men no está bien remunerado.

8. Sin premios para los Mad Men

El primero de los muchos galardones que recibió Matthew Weiner por su primera criatura fue el Globo de Oro a la Mejor Serie Dramática en 2007. Pero por culpa de la huelga de guionistas que Hollywood sufría en aquel momento, no hubo ceremonia, y sólo los allí presentes pueden recordar el discurso de agradecimiento de Weiner. En cuanto a los Emmy, a pesar de que en las últimas tres ediciones Mad Men no ha logrado ningún premio, la producción cuenta con otros tantos reconocimientos a la Mejor Serie Dramática. El primero de ellos llegó en 2008, convirtiendo a la producción en la primera serie de cable en ganar un Emmy. Lo que Mad Men no ha conseguido aún es que el trabajo de sus intérpretes sea reconocido de forma individual.

9. Mad Men fuera de Mad Men

La relevancia de la serie ha traspasado la pantalla y más allá de producciones que han copiado su estilo, son muchos los que aprovechan el filón de Mad Men. Mientras se plantea la posibilidad de que la creación de Matthew Weiner llegue a Broadway en forma de musical, el Museum of The Moving Image de Nueva York dedica, hasta el próximo 14 de junio, la exposición Matthew Weiner’s Mad Men con objetos, notas y decorados de la serie. Por su parte el prestigioso fabricante de cristal Waterford ha creado una colección de vasos y copas para conmemorar el final de la producción. Pero esta fiebre no es nueva y desde su estreno hemos visto varias acciones empresariales relacionadas con la serie. Banana Republic, por ejemplo, ha dedicado una colección a recuperar el estilo que vemos en la pequeña pantalla, mientras que el neoyorquino hotel Roosevelt ha celebrado varias fiestas temáticas sobre Mad Men.

10. El pasado publicitario

Todos tenemos un pasado y el reparto de Mad Men no es una excepción. Navegando por YouTube es posible encontrar sorprendentes muestras de los inicios publicitarios del reparto. Así podemos ver a Elizabeth Moss anunciando un medicamento para las migrañas, a Christina Hendricks pidiéndole la identificación a James Bond en un anuncio de Visa y a Vincent Kartheiser haciendo lo propio con las cintas de cassette de Pioneer. La pequeña y adorable Kiernan Shipka anunció productos lácteos, acompañada de Shaquille O’Neal y, como podemos ver un poco más arriba, en los 80 John Slattery no peinaba canas y se ganaba el pan con anuncios de Sports Illustrated. Pero si buscamos sorpresas, Jon Hamm con 25 años participando en un concurso de parejas es una de las buenas. Aunque sólo sea por ese peinado tan de los noventa.

Mad Men regresa el próximo domingo y lo hace por última vez. La serie que puso de actualidad los 60, que recuperó una forma de vestir y elevó a otro hombre al altar de los personajes inolvidables sólo tiene por delante siete episodios, en los que tendrá que poner fin a la historia de Don Draper. Una historia que no sería la misma sin sus compañeros, sus mujeres o su pasado, tan importantes en la aplaudida creación de Matthew Weiner como su protagonista.