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Literatura en la pequeña pantalla
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Aloña Fernández Larrechi

Desde Melmac

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Aloña Fernández Larrechi

Literatura en la pequeña pantalla

Producciones televisivas basadas en obras de autores consagrados

Foto: Foto: BBC
Foto: BBC

Afortunadamente para los guionistas, las series de televisión no se nutren únicamente de la desbordante imaginación de sus creadores. También es habitual encontrar en la pequeña pantalla creaciones cuya fuente de inspiración llega con la adaptación de producciones de otros países, series recuperadas del baúl de los recuerdos, una moda más en boga que nunca, e historias que el público conoce gracias a la literatura. A pesar de que esta última no es una tarea fácil, y siempre se verá sometida al juicio de los lectores, ansiosos por exclamar “¡¡Pues el libro era mejor!!”, en las parrillas televisivas es habitual encontrar cada temporada cadenas que apuestan por este tipo de adaptaciones. Best-sellers, clásicos de la literatura y libros que por una u otra razón llegan a ser conocidos por el gran público ven así como sus historias toman cuerpo, consiguen un escenario y encuentran una voz que les reserva un lugar en el imaginario televisivo.

En la larga lista de series de televisión nacidas como producto literario, aquí un ejemplo, podemos encontrar diversas creaciones que llevan la firma de autores consagrados. Clásicos o contemporáneos, vivos o muertos, los más variados escritores de renombre han visto cómo sus obras más internacionales eran manipuladas, cortadas o versionadas para adaptarlas al formato televisivo. Y algunos incluso se han convertido, involuntariamente, en guionistas habituales de series de televisión que, con mayor o menor fortuna, consiguen que sus historias lleguen más allá de las páginas de sus obras.

Stephen King

El máximo exponente de la literatura de terror en nuestros días se encuentra entre los autores más deseados por el medio. Y buena muestra de ello es que tres de sus creaciones son, actualmente, importantes proyectos de futuro de productoras y compañías de entretenimiento. A la esperada adaptación de la saga La torre oscura, que cambia de manos sin conseguir que nadie se atreva a adaptarla, se han sumado en el último año 11/22/63, que se estrenará en 2016 y en la que un viajero en el tiempo trata de prevenir el asesinato de John Fitzgerald Kennedy,y Mr. Mercedes, una de las últimas obras de King cuya adaptación correrá a cargo de David E. Kelley (La ley de Los Ángeles, Ally McBeal).

Pero King ya tiene experiencia en los lares televisivos y desde 2013 ve cómo la CBS perpetra La cúpula, libro de ciencia ficción que narra el día a día de Chester’s Mills, una localidad que queda aislada del mundo exterior por una barrera invisible de origen desconocido. Dos años antes A&E se encargó de la adaptación de la novela de misterio Un saco de huesos, protagonizada por Pierce Brosnan y Anabeth Gish. Además, desde 2010 el canal de ciencia ficción Syfy emite Haven, vagamente inspirada en la obra de 2005 Colorado Kid, y tras cinco años en antena es, junto a La zona muerta, que emitió USA Network a comienzos de este siglo, la adaptación televisiva más longeva de las creaciones de Stephen King.

Arthur Conan Doyle

Con una bibliografía tan diversa como prolífica, la fama televisiva del escritor y médico escocés se debe al mismo personaje que le procuró reconocimiento mundial, el genial e inigualable Sherlock Holmes. A pesar de que hoy en día resulta difícil imaginarse al peculiar detective con otro rostro que no sea el de Benedict Cumberbatch, más de una decena de actores de las más diversas procedencias han interpretado, sólo en televisión, al personaje creado por Doyle. Uno de los últimos en hacerlo ha sido Jonny Lee Miller, que en Elementary interpreta al Sherlock neoyorquino del siglo XXI.

Pero la esencia del carismático personaje, inteligente, con una envidiable capacidad para ver más allá de las simples apariencias, malhumorado y poco dado a las relaciones sociales, también ha sido fuente de inspiración para numerosas producciones que poco o nada tienen que ver con la creación original de Doyle. Aunque algunos insisten en ver rasgos holmesianos en cualquier serie policial o ligeramente misteriosa, las verdaderas características del investigador británico no están al alcance de cualquiera. En la ficción televisiva más reciente las referencias indirectas a Holmes podríamos encontrarlas en el Dr. House que durante ocho años interpretó Hugh Laurie, o en la comedia de USA Network Psych, con unos personajes y unas historias que guardan muchas similitudes con el original escrito en 1887.

Charles Dickens

Si el legendario escritor británico hubiese vivido en la actualidad,es muy probable que se hubiese jubilado gracias, únicamente, a las adaptaciones televisivas de Un cuento de Navidad, no tanto como una serie en sí misma sino como fuente de inspiración de numerosos episodios en diferentes producciones. Pero la leyenda navideña es sólo una de la veintena de obras que Dickens escribió entre 1837 y 1870, muchas de las cualespublicó por entregas, algo que ha facilitado su traslación a la pequeña pantalla.

Aunque sus personajes más carismáticos, Oliver Twist y David Copperfield, son más propios de las adaptaciones cinematográficas, otras obras del creador británico se han convertido en recursos habituales para cadenas como la BBC. Casa desolada y Nuestro común amigo han sido llevadas a la pequeña pantalla hasta en tres ocasiones por la cadena pública británica. Otras, como Los papeles póstumos del Club Pickwick o La pequeña Dorrit han alternado sus formatos, ya fuese como serie o como película para la televisión. En 2012, durante la celebración del bicentenario del nacimiento del escritor, la BBC continuó apostando por la obra de Dickens y versionó Grandes esperanzas, con Gillian Anderson en el reparto, y El misterio de Edwin Drood, aunque esta última como telefilme y no como serie.

Alejandro Dumas

Al igual que Conan Doyle, el dramaturgo francés fue un escritor inagotable que durante el siglo XIX firmó numerosas obras, pero cuya popularidad se debe a unos personajes en concreto. En esta ocasión no se trata de uno, con permiso del Conde de Montecristo, sino de cuatro, Athos, Porthos, Aramis y D’Artagnan. Las aventuras de los tres mosqueteros y el joven gascón en la Francia de Luis XIII y el cardenal Richelieu han sido el argumento de multitud de producciones televisivas de todo el mundo. E incluso en España Televisión Española estrenó en 1971 su propia versión de Los tres mosqueteros, la primera serie protagonizada por Sancho Gracia. Aunque la que versión que más recordamos hoy en día sea una muy diferente.

En 2014 la novela publicada inicialmente en el diario Le Sièclevivió dos nuevas y muy distintas adaptaciones. Por un lado, la televisión surcoreana se decantó por situar a los fieles y valerosos soldados en el periodo central de la dinastía Joseon, ataviados con curiosos sombreros y, por supuesto, expertos en artes marciales. Por otro, la británica BBC optó por una versión más tradicional con Los mosqueteros, una serie que no añade nada nuevo a las adaptaciones de la obra de Dumas pero que se encuentra ya en su tercera temporada y ha sido emitida en más de media docena de países, entre ellos España.

Jane Austen

Qué sería de la literatura y de la ficción televisiva sin el romanticismo burgués, la fina ironíay las mujeres decididas creadas por la pluma de Jane Austen, máximo exponente de la comedia romántica de lengua inglesa. A pesar de que la autora murió a los 41 años, las cuatro novelas que publicó en vida han sido adaptadas varias veces a la pequeña pantalla. Orgullo y prejuicio con la incansable búsqueda de una esposa por parte del Sr. Darcy, Mansfield Park y la humilde Fanny Price y la casamentera Emma han encontrado en la ficción televisiva, tan adecuada para la comedia romántica, un lugar propio en el que seguir ganando adeptos para la causa austeniana dos siglos después de su publicación.

A pesar de que las adaptaciones cinematográficas siempre han tenido mayor repercusión que las televisivas, las series que se inspiran en los libros de Austen han sido muy importantes en la televisión británica, al igual que las obras de Dickens. Si bien en su conjunto las adaptaciones son de calidad dispar, para muchos la mejor traslación de una novela de la escritora es la versión de Sentido y sensibilidad que en 2008 estrenó la BBC y contó en su reparto con intérpretes habituales en la televisión como Dan Stevens (Downton Abbey) y David Morrisey (The Walking Dead) entre otros. Para aquellos que quieran acercarse a la obra de la autora inglesa lejos de la campiña británica y los modos del siglo XVIII, Clueless recoge el testigo de la película homónima de mediados de los 90 y traslada a nuestra época las vicisitudes de la joven Emma. Porque en ocasiones no es suficiente con adaptarse al lenguaje televisivo y hay quien se atreve a adecuar la obra al espectador. Aunque poco quede entonces de la creación original, esa cuya reputación dio lugar al reconocimiento mundial y el interés televisivo. Así, tal y como sostiene la creencia popular, el libro siempre será mejor.

Afortunadamente para los guionistas, las series de televisión no se nutren únicamente de la desbordante imaginación de sus creadores. También es habitual encontrar en la pequeña pantalla creaciones cuya fuente de inspiración llega con la adaptación de producciones de otros países, series recuperadas del baúl de los recuerdos, una moda más en boga que nunca, e historias que el público conoce gracias a la literatura. A pesar de que esta última no es una tarea fácil, y siempre se verá sometida al juicio de los lectores, ansiosos por exclamar “¡¡Pues el libro era mejor!!”, en las parrillas televisivas es habitual encontrar cada temporada cadenas que apuestan por este tipo de adaptaciones. Best-sellers, clásicos de la literatura y libros que por una u otra razón llegan a ser conocidos por el gran público ven así como sus historias toman cuerpo, consiguen un escenario y encuentran una voz que les reserva un lugar en el imaginario televisivo.

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