Emmy 2015: 'Juego de Tronos' quiere aguar la despedida de 'Mad Men'

La Academia de Artes y Ciencias de la Televisión norteamericana desempolva su alfombra roja, el personal del Microsoft Theatre saca brillo al recinto y las estrellas ultiman los preparativos para deslumbrar en la siempre exigente alfombra roja y, quién sabe si, en su minuto de gloria. Será el próximo domingo cuando los académicos de la pequeña pantalla celebren su fiesta anual para premiar lo mejor de la temporada 2014-2015, en la 67ª edición de los premios Emmy. Para añadir más interés a la cita, y aligerarla dentro de lo posible, el pasado domingo, se entregaron los premios correspondientes a la vertiente más creativa de la televisión.

Los vencedores de la velada fueron Juego de Tronos, American Horror Story y Transparent, un palmarés que podría ser un buen indicador de lo que nos espera en la noche del domingo. O no. Porque las entregas de premios, y más si son de la propia industria, son una fiesta en la que unos señores se juntan para votar por las producciones que más les han gustado. O por las que más han invertido en las campañas previas a las votaciones. Qué más da. Son académicos y pueden hacer lo que quieran.

Si 'Mad Men' lograra la victoría superaría a otras producciones míticas como 'La Ley de Los Ángeles', 'Canción Triste de Hill Street' o 'El Ala Oeste de la Casa Blanca'

Para presentar la ceremonia el elegido ha sido el cómico californiano Andy Samberg. Debutante en estas lides, Samberg, al que podemos ver actualmente en la comedia de FOX Brooklyn Nine-Nine, recogerá el testigo de Seth Meyers que el año pasado logró salir airoso de la papeleta. Entre las incógnitas de la noche está saber si la adaptación de la HBO de los libros de George R. R Martin será por fin reconocida o si por el contrario Matthew Weiner y los Mad Men de Madison Avenue se despedirán por todo lo alto.

Juego de Tronos logró el pasado domingo 8 de los 24 premios a los que está nominada, una suma que permite ser optimistas a los seguidores de la superproducción. Pero la serie de AMC parte con una leve ventaja gracias al desenlace de la historia de Don Draper y compañía. Premiada como la mejor serie dramática por sus tres primeras temporadas, el domingo es una ocasión perfecta para que aquellos que la han ignorado los tres últimos años se rediman. De conseguir el Emmy a la mejor producción dramática se situaría por delante de otras producciones míticas como La Ley de Los Ángeles, Canción Triste de Hill Street o El Ala Oeste de la Casa Blanca.

En el género de la comedia la situación es parecida y si los tres premios creativos, y los Globos de Oro, sitúan a Transparent como principal favorita, deberá competir con la especialista en la materia Modern Family, que se ha impuesto en las cinco últimas ocasiones. Si Christopher Lloyd y Steven Levitan, creadores de la producción, suben el domingo a recoger el premio a la mejor comedia superarán en el raking general a la mítica Frasier, un hito cuanto menos peculiar. Por su parte, en el difuso género de las miniseries, American Horror Story: Freak Show acapara el mayor número de nominaciones, aunque eso no quiere decir que las británicas The Honourable Woman o Wolf Hall no puedan dar la sorpresa.

Estrenos y últimas oportunidades

En la gala del domingo podemos encontrar otros expertos en la materia, como Saturday Night Live que en sus cuarenta años de historia ha conseguido 193 nominaciones, convirtiéndose en la producción más nominada de la historia del Emmy. Pero también habrá quién tendrá que moderar la emoción de pisar la alfombra roja por primera vez presumiendo de estar entre los aspirantes al galardón. Como por ejemplo Gaby Hoffmann, una de las actrices revelación de la pasada temporada y que se estrenará en el evento por partida doble, gracias a su trabajo en las comedias Girls y Transparent (por la que ya ha ganado el premio a Mejor actriz invitada). Otros de los debutantes son Maggie Gyllenhaal con su papel protagonista en The Honourable Woman o el simpático Titus Burgess, inigualable en la comedia de Netflix Unbreakable Kimmy Schmidt.

Pero Hoffman no es la única que puede volver a casa con dos estatuillas bajo el brazo. Will Forte, Louis C.K., Amy Schumer, Amy Poehler o Matthew Weiner podrían intentar repetir el doblete de Allison Janney el año pasado y convertirse en una de las estrellas de la noche. Otros sin embargo afrontan la celebración como su última oportunidad. Al adiós de Mad Men hay que sumar el de otras producciones, más o menos interesantes (ahí sigue The Newsroom), que tras despedirse de su audiencia también abandonan las entregas de premios. Sons of Anarchy, True Blood, Nurse Jackie, Boardwalk Empire o Parks and Recreation tienen una última oportunidad para escribir su nombre en la historia de la televisión, un honor que otras como Justified no han encontrado, a pesar de merecerlo.

Televisión madura

La noche en los locales de moda de Los Ángeles se prevé agitada, aunque no excesivamente joven. Ni falta que hace, no vaya ser que alcancen el nivel de los Globos de Oro. La media en las tres categorías principales de interpretación masculina es de 55 años, mientras que la de ellas se mantiene en los 43 años. 15 de las 18 nominadas a mejor actriz principal tienen más de 35 años, mientras que 10 de los 18 actores aspirantes al galardón nacieron antes de 1965. Hasta la presente edición la nominada de mayor edad era Betty White, con 69 años, por su trabajo en Las Chicas de Oro en 1991.

Entre los nominados a los premios del próximo domingo también encontramos en la categoría de comedia a la actriz principal más veterana, Lily Tomlin, protagonista de Grace & Frankie, con 75 años. Pero el record de este año se lo ha llevado Cicely Tyson, que a sus 92 años aspiraba al premio a la mejor actriz invitada en categoría de drama, por su papel en Cómo Defender a un Asesino. En lo que a los hombres se refiere la comedia repite, con los 71 años de Jeffrey Tambor, protagonista de Transparent, aunque el record queda para el veterano Mel Brooks, que a sus 89 años todavía tiene ganas de participar en series como The Comedians.

Citas con la Historia

A lo largo de la gala, que en España emitirá Canal + Series Xtra, se vivirán varios momentos emocionantes sobre el escenario del Microsoft Theatre. Uno de ellos podría producirse al desvelar la ganadora de la categoría de mejor actriz dramática, en la que nunca ha ganado una actriz afroamericana. Taraji P. Henson y Viola Davis, ambas protagonistas de los estrenos Empire y Cómo defender a un asesino, aspiran al premio, una nominación doble que ya supone un hito en la historia la categoría. Al igual que la nominación de Don Cheadle por House Of Lies, y Anthony Anderson, protagonista de Black-ish como mejor actor de comedia.

Por su parte, la cómica actriz y creadora Amy Poehler puede tener la ocasión de resarcirse de una vez y, tras más de una decena de nominaciones, podría por fin llevarse a casa una estatuilla en reconocimiento a su papel en Parks & Recreation. Aunque mucho más romántico sería que el matrimonio formado por Felicity Huffman y William H. Macy abandonase la gala con un premio para cada uno. Nominados por sus trabajos en American Crime y Shameless, si lograsen el premio pasarían a formar parte de la lista de parejas agraciadas por partida doble con un Emmy, como Mel Brooks y Anne Bancroft o Paul Newman y Joan Woodward.

¿Abrazarán los académicos las nuevas comedias o seguirán empeñados en premiar producciones blancas? ¿Triunfarán las series que debutan en la contienda, como Empire, Black-ish o Better Call Saul? ¿Quién recogerá el testigo de Fargo en la categoría de miniseries? ¿Logrará Julia Louis-Dreyfus su cuarto Emmy por Veep, el sexto de su carrera? ¿Quién pronunciará el discurso más absurdo de la noche? Y lo que (no) es más importante ¿quién será la estrella de la alfombra roja? La respuesta a esta y otras incógnitas en la madrugada del domingo al lunes, un momento tan bueno como otro cualquiera para que unos académicos le hagan saber al mundo su opinión sobre la cosecha de la temporada 2014-2015. Porque eso es lo que son los esperados, y posteriormente odiados, premios Emmy. Y como tal hay que tomárselos.