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'Sun Records', crónica melodramática del sello que parió el rock and roll
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

'Sun Records', crónica melodramática del sello que parió el rock and roll

La cadena especializada en el country, CMT lleva a la televisión la historia de una de las discográficas más relevantes de la música del siglo XX

Foto: Los personajes protagonistas de 'Sun Records' con Elvis Presley en el centro.
Los personajes protagonistas de 'Sun Records' con Elvis Presley en el centro.

Sam Phillips, ingeniero de sonido de la estación WREC, decidió comenzar 1950 persiguiendo sus sueños. Abandonaría su cómodo trabajo en la emisora, para abrir su propio estudio de grabación en el 706 de Union Square de Memphis. Su negocio llevaría por nombre, precisamente, Memphis Recording Service y en su oferta de servicios incluiría la grabación de eventos sociales, como bodas y funerales, además de todo lo que pueda necesitar cualquier banda o solista. Como los 'Skunk Meadow Boys', un grupo local de hillbilly que él mismo califica “de tercera” pero que le sirve para rellenar su primera factura.

Aunque los siguientes clientes tardarían en llegar, y el negocio de Phillips pasó por malos momentos, la música que amaba y con la que soñaba, le tenía preparado un destino plagado de estrellas. Algunos, como B.B King daban sus primeros pasos, otros como Joe Hill Louis eran sólo el espejismo que sus orígenes humildes proyectaban en su instinto musical. James Cotton, Rufus Thomas o Howlin Wolf grabaron en su estudio su primer disco. Un jovencísimo Elvis Presley apareció por allí para grabarle una canción a su madre. El comienzo de una relación que le llevaría a inmortalizar entre aquellas cuatro paredes algunos de sus primeros éxitos. Además de cosechar amistades que serían cruciales para el resto de su carrera.

Jerry Lee Lewis, Roy Orbison, Carl Perkins o Johnny Cash fueron otras de las personalidades con las que Sam Phillips tuvo la oportunidad de trabajar en su estudio y su sello discográfico, Sun Records. El mismo nombre que la cadena norteamericana de cable especializada en música country, CMT, ha puesto a su última producción. Con el emprendedor Phillips como eje central de la historia, ‘Sun Records’ narra los vibrantes años en los que el rock and roll comenzaba a colarse en las emisoras de radio, y los padres castigaban a sus hijas por escuchar cierto tipo de canciones. Una época en la que futuras estrellas como Elvis Presley o Johnny Cash comenzaban a ver la música como algo más que un pasatiempo.

Jóvenes estrellas

Dirigida por el británico Roland Joffé, ‘Sun Records’ arranca con la apertura de Memphis Recording Studio, el negocio de Phillips. Hasta allí llega acompañado por su mujer y sus hijos, además de una joven asistente, Marion Keisker, amante ocasional de un jefe que no encuentra en su casa la comprensión necesaria para seguir adelante con su trabajo. Sobre el papel sólo era un ingeniero, pero en el estudio Phillips se comportaba como un productor, quisiera el cliente o no, que trataba de mejorar aquello que sus clientes querían plasmar en un disco. Y para su sorpresa, lo conseguía.

Un Elvis engominado y flacucho y un Johnny Cash que ya cargaba con su característico tupé son otros de los protagonistas de esta crónica musical. Ambos tratan de sobrevivir, uno en Memphis, el otro en Arkansas, al difícil carácter de sus padres y el entorno protector de sus madres. El futuro Rey del Rock & Roll se escapa, a escondidas, para escuchar la música que sale de las iglesias de los barrios negros, mientras que el "Hombre de Negro" encuentra en las Fuerzas Aéreas la vía de escape a un día a día en el que los reproches paternos y la culpa propia apenas le dejan respirar.

Lejos de centrarse en estos tres personajes, sin los que la Historia de la música no sería lo mismo, 'Sun Records' se adentra de lleno en la apasionante y prolífica época musical en la que transcurre. Jerry Lee Lewis y su primo Jimmy Swaggart, comienzan a desenvolverse con el piano, ya sea en casa de algún familiar o en la iglesia. Ike Turner busca un lugar en el que grabar la canción que para muchos es el primer tema rock and roll de la música, 'Rocket 88', mientras que Eddie Arnold está a punto de cambiar las ferias rurales por los teatros más prestigiosos del país. Para lograrlo sólo tendrá que contratar al feriante que, junto a su caseta, presume de hacer bailar a una pareja de patos. Su nombre Tom Parker, aunque todos le conocieron como “Coronel”. El mismo que desde 1955 trabajaría para Elvis Presley hasta el día de su muerte.

Cuarteto inesperado

Compuesta por ocho episodios, de los cuales sólo se han emitido cinco, 'Sun Records' es una adaptación muy libre del musical estrenado en Broadway en 2010 'Million Dollar Quartet'. El libreto, que ha recorrido los teatros más prestigiosos de todo el país, se inspira a su vez en uno de los eventos más importantes que tuvieron lugar en el Memphis Recording Studio. Fue el 4 de diciembre de 1956 cuando los astros se alienaron, y mientras Jerry Lee Lewis y Carl Perkins trabajaban en una grabación, Elvis apareció inesperadamente en el estudio. Phillips no pudo reprimir sus ganas de aprovechar tan importante, e inesperado, acontecimiento, y llamó a Johnny Cash. Juntos estuvieron tocando durante varias horas, dando lugar a un grupo musical tan brillante como efímero, que muchos no tardaron en denominar el “cuarteto del millón de dólares”.

Es de esperar que, antes de que llegue a su desenlace, la producción se ocupe del acontecimiento musical que la inspira. Y aunque el esfuerzo por plasmar las diferentes historias de todos su protagonistas es encomiable, el exceso de protagonistas sólo consigue diluir el resultado final. Porque más que centrarse en la vertiente creativa y musical de todos ellos, invierte demasiado tiempo en sus relaciones sentimentales y sus problemas familiares. Historias interesantes que sin embargo restan minutos al verdadero interés de la producción, la música. Y que le ayuda a ser más un drama televisivo que una docuserie, por mucho que insista en plasmar en el primer fotograma de cada nuevo rol importante su nombre, por si algún espectador despistado no lo reconoce.

Para el gran público

Ahí es donde ‘Sun Records’ evidencia que, en realidad, es una apuesta imperfecta. Porque tiene muchos elementos para ser un gran producto televisivo y se conforma con ser un buen drama. O lo que es lo mismo, no está destinada a un público fan de cualquiera de sus personajes sino a aquellos que disfrutan con una buena serie, que además agradecen cierto nexo con la realidad. Porque la cadena de música country CMT ha visto que el mercado de las series de televisión es un escaparate tan grande como la audiencia a la que se dirige. Y ahí el drama le gana a la música.

En un universo televisivo idílico ‘Sun Records’ sería esa saga que Netflix explotaría durante dos años. Phillips, Elvis, Cash y Perkins (lo siento Jerry) serían los cuatro protagonistas con serie propia, que se juntarían en la producción derivada, ‘Million Dollar Quartet’. Pero la pequeña pantalla que vivimos es imperfecta, y debemos sufrir una saga de superhéroes y conformarnos con una apresurada narración de canciones y discos que llegaron entre desamores, algo de inspiración y nostalgia. Un pasatiempo tan bueno como cualquier otro que, sin embargo, termina sabiendo a poco.

Sam Phillips, ingeniero de sonido de la estación WREC, decidió comenzar 1950 persiguiendo sus sueños. Abandonaría su cómodo trabajo en la emisora, para abrir su propio estudio de grabación en el 706 de Union Square de Memphis. Su negocio llevaría por nombre, precisamente, Memphis Recording Service y en su oferta de servicios incluiría la grabación de eventos sociales, como bodas y funerales, además de todo lo que pueda necesitar cualquier banda o solista. Como los 'Skunk Meadow Boys', un grupo local de hillbilly que él mismo califica “de tercera” pero que le sirve para rellenar su primera factura.

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