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Cinco grandes series políticas por si la moción de censura te sabe a poco
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Aloña Fernández Larrechi

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Aloña Fernández Larrechi

Cinco grandes series políticas por si la moción de censura te sabe a poco

Si eres de los que prefiere escudarse en la ficción para sobrevivir a este “deja vú” político esta selección tambén puede interesarte

Foto: 'Veep', 'Crematorio', 'BrainDead', 'Boss' y 'Parks and Recreation'. Montaje: E.Villarino.
'Veep', 'Crematorio', 'BrainDead', 'Boss' y 'Parks and Recreation'. Montaje: E.Villarino.

Hasta hace nueve días (literalmente) la actualidad política estaba marcada por Quim Torra, sus consellers y el 155, una hipoteca descabellada para el común de los mortales y un líder que solo ve españoles. Para los que no madrugamos, el despertar del martes resultó confuso, especialmente para aquellos que pensaban que “lo de Zaplana” ya había pasado. Cerramos el día con los Presupuestos y el miércoles amanecimos con la sentencia que nos llevaría a adentrarnos en un viaje en el tiempo mediático.

El análisis de la condena a Bárcenas y compañía, en la que se cuestionaba la credibilidad de todo un presidente del gobierno, y los eventos posteriores llevaron a las portadas de los principales periódicos de papel del sábado a imágenes y titulares de 2016. Y con una velocidad digna de Correcaminos, aquí estamos, metidos en toda una moción de censura que nos mantendrá entretenidos un par de días. O no.

Foto: Mi alter ego canino listo para disfrutar de la televisión. (iStock) Opinión

Como las redes sociales han dotado a estos eventos políticos de un encanto especial, sentarse frente al televisor a ver las promesas y justificaciones más convenientes para el líder de turno adquiere tintes cinematográficos. Tanto si usted, querido lector, es de los que tira de palomitas y cerveza en momentos como este, como si prefiere escudarse en la ficción para sobrevivir a este “deja vú” político, esta semana he decidido traer a este humilde rincón seriéfilo cinco producciones políticas. Pero que no cunda el pánico, que al igual que los representantes de los partidos tienen sus momentos de drama, y de comedia, aquí lo mismo hablamos del mejor retrato de la política nacional que hemos visto en la pequeña pantalla que de una sátira en la que una invasión alienígena amenaza con apoderarse del Capitolio. Y no, no se trata de la versión televisiva de 'Independence Day'.

Corrupción 'Made in Spain'

La adaptación televisiva del libro de Rafael Chirbes, que podemos encontrar en Movistar +, sigue siendo sin discusión la ficción televisiva más apropiada para este momento político tan particular. Siete años después de su estreno, la producción escrita y dirigida por Jorge Sánchez-Cabezudo es la referencia obligada para conocer mejor el funcionamiento de la corrupción en los ayuntamientos, diputaciones y partidos políticos españoles.

Como recuerda Concepción Cascajosa Virino en ‘La política en las series de televisión. Entre el cinismo y la utopía’ (Editorial UOC, 2015) con su capítulo dedicado a la producción protagonizada por Pepe Sancho, “el legado de ‘Crematorio’ es su capacidad para poner rostro al fenómeno de la corrupción inmobiliaria y la política en España, de revelar en toda su simplicidad el inmoral proceso de compra y venta de voluntades y de quiebra de deberes en una narrativa que se va haciendo más sórdida y pesimista conforme avanzan los capítulos.”

Galardonada con un premio Ondas a la mejor serie en 2011 y con tres de sus actrices reconocidas por la Unión de Actores ese mismo año, ‘Crematorio’ recrea a partir de una localidad ficticia los entramados de corrupción que durante años hemos podido ver en los titulares de los medios de comunicación. Un retrato de una familia poderosa que, por culpa del “progreso” ve como uno de sus miembros se convierte en un empresario tan corrupto como poderoso. La misma producción que tiene líneas tan pertinentes en este momento como “hay que permanecer, venga quien venga”.

Un alcalde de los de "toda la vida"

En el otoño de 2011 la cadena norteamericana Starz estrenó ‘Boss’, una producción creada por Farhad Safinia (‘Apocalypto’) y protagonizada por Kelsey Gramer (‘Frasier’) en el papel de Tom Kane, alcalde de Chicago. Con veinte años de experiencia en el cargo, Kane es un hombre aferrado al poder, que no está dispuesto a dejar el cargo que un día “heredó” de su suegro. Ni siquiera cuando miles de niños enferman por un vertido ilegal que él mismo autorizó años atrás. Uno de los muchos frentes que el político tiene abiertos mientras los aspirantes a gobernador de Illinois se encuentran en plena campaña electoral. Ese personaje veterano e incómodo que tontea con la corrupción, con el que quizá no sea del todo conveniente fotografiarse.

“Boss’ nos remite a una figura tan hispánica como el alcaldón, ese regidor que se lleva media vida ostentando el bastón de mando y que en su localidad es reverenciado como un monarca. Para muchos de ellos no hay vida más allá de la Alcaldía, por lo que no saben aceptar cuándo les llega la hora de retirarse” comenta Julio Otero sobre la producción en su capítulo del ensayo publicado por Libros.com ‘Política en serie’. “Con ecos shakesperianos”, continúa, “Boss nos explica cómo tras años y años en el Gobierno, algunos alcaldes terminan confundiendo la casa consistorial con su cortijo privado, completamente adictos al poder”.

A pesar de lo atractivo de su propuesta, su pausado planteamiento hizo que muchos de los espectadores que vieron el estreno, abandonasen en el tercer episodio que apenas superó el cuarto de millón de espectadores. Los aficionados a este alcalde carente de escrúpulos y obsesionado con su permanencia en el poder pudimos disfrutar de una segunda entrega, pero la historia de Kane no tuvo desenlace. Y muchos todavía preguntan si, cómo se llegó a rumorear a finales de 2012, ‘Boss’ no va a volver con una película.

Ficción y realidad se encuentran

En todas partes cuecen habas, y si en España tenemos lo que tenemos, en Estados Unidos no están mejor. Con Donald Trump en la presidencia del país los guionistas y el reparto de la comedia de HBO vieron cómo su surrealismo creativo era demasiado similar a algunas de las situaciones que se han vivido desde que el empresario llegó al poder.

Galardonada con diecisiete premios Emmy, la comedia que adapta la producción británica ‘The thick of it’ le ha servido a Julia Louis-Dreyfus para conseguir seis galardones de la Academia de Televisión norteamericana, aunque cuatro nominaciones después los Globos de Oro se le siguen resistiendo. A lo largo de seis entregas, la producción creada por Armando Ianucci recorre la carrera política de Selina Meyer, una mujer que comienza siendo una vicepresidenta en la sombra y consigue alcanzar su sueño político. Para perderlo. Impagables los momentos con su asistente, encarnado por Tony Hale, la estupidez supina de Jonah, la relación entre Ben y Kent y el poco reconocido trabajo de Anna Chumlsky.

Referencia inevitable a la hora de hablar de producciones políticas ‘Veep’ fue, con la última temporada emitida hasta el momento, el inesperado espejo en el que la realidad impuesta por la llegada de Trump se miraba. Los medios norteamericanos han encontrado en los 16 meses que el presidente lleva en el poder varios momentos (como pueden ver un poco más arriba) más propios de una sátira política que del gobierno de una potencia mundial. Coincidencias de las que se han hecho eco hasta la propia protagonista de la producción.

La más extraña de las producciones políticas

Entre 'The Good Wife' y 'The Good Fight' Michelle y Robert King tuvieron tiempo de crear 'BrainDead', una interesante sátira política que, sin embargo, pasó sin pena ni gloria por la pequeña pantalla. La razón, que el planteamiento inicial era, nunca mejor dicho, demasiado marciano. Porque seguro que fueron muchos los que descartaron la serie para su lista de visionados cuando supieron que los King, habitualmente certeros en su crítica a la política estadounidense, escogieron como punto de partida una invasión extraterrestre. Una opción que termina siendo más acertada y cercana de lo que parece cuando la narración evoluciona y los bichos se perciben como un símbolo de los diversos males que sufre la política actual.

Con Mary Elizabeth Winstead ('Fargo') como protagonista, 'BrainDead' se centra en la joven Laurel Healy, una realizadora de documentales que regresa a Washington para trabajar con su hermano, el senador Luke Healy. Su trabajo como asistente no le entusiasma demasiado, pero su situación se complica cuando un meteorito que ha caído sobre la Tierra es trasladado a Washington para ser estudiado y de él terminan saliendo bichos alienígenas. Los insectos se extienden sobre la ciudad con la intención de comerse el cerebro de sus vícitimas y y tomar el control de su personalidad. Una amenaza de la que no estarán a salvo ni los miembros del Congreso, que comenzarán a experimentar inexplicables cambios en sus principios políticos.

Cancelada tras su primera temporada, compuesta por 13 episodios, 'Braindead ' es una rareza televisiva reconocida por el propio King, que quizá habría tenido más éxito si detrás se hubiese encontrado Netflix o Amazon. Pero las salvadoras habituales estaban a otras cosas y su cancelación no despertó ninguna campaña en las redes. Una pena, porque 'Braindead', apoyada por el factor alienígena, retrata un momento histórico en el que los partidos políticos se distancian en busca del próximo golpe maestro mediático, sin importarles las consecuencias de sus acciones. Mucha mala leche para una producción ligera pero con un discurso muy claro.

La política entrañable

Entre 2012 y 2015, a la sombra de ‘Veep’ creció una de las producciones más entrañables y necesarias de la pequeña pantalla, ‘Parks and Recreation’. Ambientada en un departamento de parques de la ficticia Pawnee, la serie giraba entorno a la inigualable la subdirectora Leslie Knope. Amy Poehler fue la encargada de ponerse en la piel de esta dedicada funcionaria a lo largo de 7 temporadas (se estrenó en 2009), convirtiéndola en una referencia entre los personajes femeninos televisivos. Otros como Nick Offerman o los hoy famosos Aziz Ansari y Chris Pratt se tuvieron que conformar con ser unos acompañantes de lujo en una historia cargada de humor, buen rollo y crítica mordaz al sistema político local.

Leslie es el vivo (y amable) retrato de esos políticos dedicados, de base, que siempre soñaron con dedicarse apasionadamente a lo público. A pesar de que cuando alcancen su sueño tengan que soportar tener como jefe a Ron Swanson, un hombre que en cuestiones laborales es completamente opuesto a ella. Pero Leslie también tiene buen carácter, es una buena compañera, una mujer incansable, dueña de un muro de féminas inspiradoras en el que encontramos nombres como Madeleine Allbright, Condolezza Rice, Hillary Clinton, Janet Reno o la astronauta Sally Ride. Imprescindible para aquellos que busquen terminar el visionado con una sensación completamente distinta a la que nos ofrece la (agotadora) actualidad.

Hasta hace nueve días (literalmente) la actualidad política estaba marcada por Quim Torra, sus consellers y el 155, una hipoteca descabellada para el común de los mortales y un líder que solo ve españoles. Para los que no madrugamos, el despertar del martes resultó confuso, especialmente para aquellos que pensaban que “lo de Zaplana” ya había pasado. Cerramos el día con los Presupuestos y el miércoles amanecimos con la sentencia que nos llevaría a adentrarnos en un viaje en el tiempo mediático.

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