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Tribuna
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La diplomacia turística potencia la cooperación y las oportunidades
El turismo continúa siendo uno de los motores clave de la economía mundial. Ahora, las empresas nacionales del sector están redoblado su apuesta en mercados emergentes como Albania, Tanzania o Colombia
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En un contexto marcado por una volatilidad sin precedentes, desde la pandemia a las recientes tensiones geopolíticas, el turismo se ha mantenido como uno de los motores más potentes de la economía mundial en la última década. Así, en estos diez años, los flujos anuales han promediado 1,5 billones de dólares.
Si nos atenemos a los datos, la economía mundial creció a un ritmo del 3,2% anual entre 2015 y 2024. Pero para 2025 y 2026, las previsiones apuntan a una ligera desaceleración, con tasas del 2,8% y 3% respectivamente.
En este escenario, en el que la falta de certeza ha entrado en la ecuación, se está vislumbrando un cambio en las tendencias de inversión. En ella los servicios, que han demostrado una resiliencia notable, están avanzando progresivamente como destino de la inversión internacional y ocupando terreno tradicionalmente dedicado a los bienes.
Las inversiones en servicios como aliadas
Según los datos, la inversiónen el ámbito de los servicios ya supone cerca del 53%. Sectores como las comunicaciones (456.403 millones de dólares), el transporte ( 184.078 millones de dólares) y los servicios informáticos (168.757 millones de dólares) concentran la atención de los grandes fondos internacionales.
El turismo, uno de los sectores más dinámicos, forma parte de esa lista con 38.000 millones de dólares en inversión y supone un gran aliado para la economía española. Tras el duro golpe de la pandemia, el sector no solo recuperó su pulso, sino que, según datos del Barómetro de ONU Turismo, en 2024 se logró superar en un 4% los ingresos récords de 2019. Las previsiones para los próximos años mantienen un crecimiento esperado que puede llegar al 5%.
La inversión extranjera directa en turismo también va en alza. Entre 2022 y 2024 se registraron más de mil anuncios en nuevos proyectos del clúster turístico por un valor total de 34.265 millones de dólares, creciendo un 10% anual en promedio. Ahora, solo en los primeros meses de 2025 se han hecho 82 nuevos anuncios que suponen una cifra superior a los 3.300 millones de dólares.
Dentro del sector, la hotelería sigue siendo el principal receptor, absorbiendo el 65% del total invertido, seguida por los parques temáticos (12%) y las actividades culturales y deportivas (6%).
España, entre las primeras en inversión turística
España forma parte de las primeras posiciones del ranking mundial de inversores en turismo, con 3.885 millones de dólares invertidos en 89 proyectos. Solo precedida por Estados Unidos (6.630 millones de dólares en 155 proyectos) y Reino Unido (4.352 millones de dólares en 137 proyectos).
El liderazgo estadounidense responde a la diversificación geográfica y a la enorme capacidad financiera de sus empresas; Reino Unido mantiene su apuesta por mercados tradicionales y emergentes; mientras que España destaca no solo por su volumen inversor sino también por su estrategia selectiva hacia destinos con alto potencial de crecimiento.
Invertir en mercados emergentes
El caso español merece una mención especial precisamente por ese motivo. Las empresas turísticas nacionales han redoblado su apuesta internacional en mercados emergentes como Albania, Tanzania o Colombia, sin dejar de invertir en destinos consolidados como República Dominicana (1.837 millones de dólares), México (414 millones de dólares) o Jamaica (336 millones de dólares). Esta proyección internacional genera un doble efecto positivo: refuerza la llamada ‘marca España’ al tiempo que diversifica las fuentes de ingresos para los inversores.
La diplomacia turística se convierte así en una potente herramienta: permite posicionar a España como socio estratégico y destino fiable para nuevas inversiones internacionales, potencia la cooperación y multiplica las oportunidades para el desarrollo económico local en los países receptores.
España está en las primeras posiciones del 'ranking' mundial de inversores en turismo, con 3.885 millones de dólares en 89 proyectos
Un ejemplo de ello es en mi querida Colombia. España es el segundo mayor inversor extranjero en Colombia, solo precedido por Estados Unidos, siendo el origen del 16,5% de los flujos de inversión extranjera directa.
Por otro lado, gracias a la potencia de las universidades españolas en la formación técnica en turismo, estamos trabajando desde ONU Turismo con la alcaldía de Cartagena de Indias, para que a través de la cooperación española, el CETT Barcelona (escuela de hostelería, turismo y gastronomía) para capacitar a los taxistas de la ciudad en servicio al cliente, y de esta manera, sean los embajadores de su ciudad.
Otro ejemplo exitoso de diplomacia turística es el modelo de destinos turísticos inteligentes que gracias al liderazgo del gobierno español a través del Ministerio de Industria y Turismo y de Segittur ha sido todo un éxito para poder fortalecer la manera en la que se mide el desarrollo del turismo, pero también el impacto que tiene la innovación y la tecnología en el desarrollo del sector.
Colombia es hoy un país que ha logrado adaptar la metodología en ciudades como Medellín, Bogotá y Cali. La seguridad y la confianza son la base de las relaciones multilaterales y del turismo. Sin duda, España y Colombia, dos países hermanos y aliados, son un ejemplo de cómo la diplomacia económica y política pueden dar frutos a través del sector más humano de todos: el turismo.
*Natalia Bayona es directora ejecutiva de ONU Turismo.
En un contexto marcado por una volatilidad sin precedentes, desde la pandemia a las recientes tensiones geopolíticas, el turismo se ha mantenido como uno de los motores más potentes de la economía mundial en la última década. Así, en estos diez años, los flujos anuales han promediado 1,5 billones de dólares.