El día que un madrileño y un catalán derrotaron al todopoderoso Michael Phelps

No hay nada como comerte un atasco de dos horas al salir de Las Rozas para saber que te espera un día especial. Este viernes lo era. Como miembro del jurado del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, volé a Oviedo, de milagro, con la seguridad de que la pareja 'Iker-Xavi' lo merecen. 

Antes de contar cómo fue la jornada, sólo un par de aclaraciones para que se entienda más fácilmente la elección. La relación de candidatos este año era muy floja. Pelphs era el preferido por el jurado, pero ni estaba su candidatura, ni asistiría a la Gala de entrega. 

Los miembros del jurado no podemos proponer, sólo se vota una lista. A la final llegaron el Comité Paralímpico Internacional y los dos futbolistas. Ganaron los campeones del mundo y dos veces de Europa. Ganó que, por encima de todo, está la amistad de un madrileño y un catalán. Contra viento y marea. Desafiando incluso a la autoridad. 

Ganaron dos deportistas ejemplares, dos personas de diez. Ahora sí, os cuento los entresijos de la fiesta. En estos tiempos revueltos, llegar a Oviedo el día de los Premios es como encontrar agua en el desierto. Un espejismo de felicidad. La ciudad se echa a la calle con sus mejores galas. El sonido de las gaitas inunda el Principado. A pesar de todo, la Casa real no está muy conforme con lo que está ocurriendo, pues existe una gran crispación social en Oviedo y se ha escuchado más de un abucheo hacia los representantes de la realeza española.

*Ángel Rodríguez es periodista y jurado del Premio Príncipe de Asturias.