El mayor espectáculo del mundo

El Clásico no arrancó bien. Las declaraciones de Jordi Roura sólo tenían una finalidad: influir en el arbitraje de Undiano Mallenco, un buen árbitro al que se le auguraba una carrera más brillante. En los últimos años, a decir verdad, se ha estancado. En el Clásico, en cualquier caso, demostró que tiene nivel para torear un Miura. Estuvo perfecto en un partido que no fue fácil.

El partido nació trepidante con un Barça que sufría para dominar  ante la presión asfixiante del Real Madrid. Las dos áreas se pisaban con peligro. Pero los blancos se sentían más cómodos, aunque para resistir y lograr el pase, tuvieron que sacrificarse. Y lo hicieron.

Cristiano Ronaldo se echó el ataque madridista a la espalda. Demostró que es el futbolista más en forma de todos los que luchaban en el Camp Nou. El Barcelona volcaba su ataque por la banda de Coentrao. Por ahí encontraba Pedro, aprovechando la mayor debilidad defensiva blanca. La primera media hora fue tan intensa, que el último cuarto se lo tomaron de respiro ambos equipos. Al descanso el RM estaba clasificado. Cristiano se había encargado de forzar un penalti y marcarlo. Había encarrilado la semifinal. Aunque aún quedaba mucho por ver.

La segunda parte empezó con un guión previsible. El Barça agobiaba a la ordenada defensa blanca. El Real Madrid buscaba una contra para matar el partido ¡Vaya si lo mataron! Primero CR7 culminó un contragolpe eléctrico de Di María. Después, Varane hizo el 0-3. Mourinho, con justicia, le había devuelto la titularidad que se ganó en la ida. El francés le ha cogido el gustillo a marcarle al Barça.  

Con ese resultado tocaba que los dos plegasen velas para futuras batallas. El Real Madrid ha encontrado el camino para Old Trafford. El Barça ya sabe cómo no debe jugar para remontarle al Milan. A poder ser, con Messi. El Barça le necesita. Una estrella no puede perderse en partidos importantes y ya lleva dos. Algo le pasa.

Perfecto partido del Real Madrid. Ni fácil, ni cómodo. Tuvieron que correr mucho, emplearse a fondo para asestar un duro castigo a los azulgranas. CR7 volvió a demostrar que,  en estos momentos, es el jugador más en forma del mundo. El portugués quiere ser  el número uno. Últimamente lo está consiguiendo.  

Termino con una doble felicitación. Al presidente Sandro Rosell por sus modélicas declaraciones en C+, asumiendo la eliminación y felicitando al rival. Y mi enhorabuena al Real Madrid por su perfecto partido en el Camp Nou. Demostró que no hace falta colgarse del larguero para superar al Barça. Con demostraciones como ésta gana el fútbol.