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De la última estación polar al vertedero secreto: acaba nuestro viaje al Polo Norte
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Eric Frattini

A la conquista del Polo Norte

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De la última estación polar al vertedero secreto: acaba nuestro viaje al Polo Norte

Después de una larga travesía finaliza la expedición de 'El Confidencial', conociendo algo mejor un paraje repleto de belleza y, a su vez, con miles de rincones desconocidos que merecieron la pena

LATITUD77° 27' 59.24" N yLONGITUD 69° 13' 26.45" O

"No podíamos ver más que tres cosas: el sol, la nieve y a nosotros mismos...". La frase es del famoso explorador noruego Fridtjof Nansen quien además agregó:"Es preciso haber visto luchar a estos desgraciados contra los sufrimientos en el árido desierto polar, para hacerse a la idea de lo que han tenido que soportar". Puede que tuviera razón el gran explorador y que hasta que no pisas estas áridas tierras del planeta, no puedes hacerte a la idea de lo que sufrieron hombres como el propio Nansen, Nordenskjold, De Long, Peary, Franklin, Amundsen, Sverdrup y otros grandes exploradores de Groenlandia. "Esos grandes viajes blancos" decía Robert Peary, el conquistador del Polo Norte. Peary pasó varios inviernos en esta zona de Groenlandia y en la tierra de Grant para aprender la lengua inuit, adaptarse a su manera de vestir y de alimentarse y hacerse con su confianza para poder llevar a varios inuit en su expedición.

Entre 1912 y 1924, diversas expediciones (el suizo Quervain en 1912, los alemanes Koch y Wegener en 1913 y el danés Rasmussen en 1906 y 1924) atravesaron Groenlandia desde diversos puntos. Hoy, esta misma zona de Groenlandia se ha convertido en una zona de pruebas para las grandes exploraciones árticas. Lo fue en 1886 para Robert Peary conquistador del Polo Norte y lo fue en 2014 para el español Ramón Larramendien su expedición a bordo de un trineo eólico y que sería el ensayo para su gran expedición a la Antártida con el mismo vehículo.

El primer occidental en pisar estas tierras sería sir John Ross, oficial naval británico, cuando en 1818 consiguió el primer contacto con los inuit. Desde aquel mismo año, la Estación Thule se convirtió en una importante y segura estación de aprovisionamiento para las exploraciones polares, tanto científicas como militares y aún hoy sigue siendo igual.

La ciudad de Qaanaaq, antigua Thule, se ha convertido en una gran estación de paso para todas estas exploraciones polares. La ciudad se fundó en 1953 cuando Estados Unidos amplió las instalaciones de su base de las Fuerzas Aéreas, aunque en plena Guerra Fría el asentamiento fue trasladado unos cien kilómetros al norte. Situada a 1.317 kilómetros del Círculo Polar Ártico y a 1.363 del Polo Norte geográfico, la base de Thule forma parte del Comando de Defensa Aeroespacial de Norte América (NORAD) y del Comando Espacial de las Fuerzas Aéreas (AFSPC). El mayor peligro vivido en estas gélidas tierras sucedería el 22 de enero de 1968, cuando un bombardero B52 cargado con cuatro bombas termonucleares Mark-28 se estrelló a pocos kilómetros de la base. En completo secreto, medio millar de hombres (daneses y estadounidenses) se dedicaron a buscar los potentes explosivos con el fin de que no cayesen en manos soviéticas.

También Thule es famosa porque aquí se encuentra el único remolcador preparado para empujar icerbergs fuera de las rutas de navegación. Hoy los cazas estadounidenses continúan sobrevolando una zona que cada vez va despoblándose en mayor número y debido a que la mayor parte de los jóvenes de las comunidades inuit buscan nuevas oportunidades en Nuuk, la capital de Groenlandia.

Sería Robert Peary quien describiría Groenlandia a la perfección en sus famosos diarios de viaje: "Espesas brumas, tempestades de nieve, un frío intenso y todas las condiciones que hacen la navegación peligrosa, es lo que hemos encontrado y todavía aumentaba considerablemente esas dificultades el horror de un país condenado por la naturaleza a no sentir, ni siquiera por un instante, el calor del sol y a permanecer enterrado bajo nieves y hielos perpetuos". En una anotación del 7 de abril de 1909, Peary escribió, "¡¡¡El Polo al fin!!! El premio de 3 siglos, mi sueño y ambición durante 23 años. Mío al fin...". Han pasado 105 años, pero Groenlandia no se aparta un ápice de lo descrito por Peary en su diario.

*ÁLBUM: Entre el conservacionismo y la contaminación

El vertedero secreto

LATITUD61°10' 52.12" N yLONGITUD 45° 22' 39.24" O

Algo que llama la atención cuando uno aterriza en Groenlandia es la gran cantidad de carteles que inundan edificios públicos y privados sobre la necesidad de defender el medio ambiente. Hay carteles para que defiendas las ballenas, la vegetación, para que recicles, para que no arrojes papeles al suelo o a los fiordos, para que defiendas la forma de vida de los inuit, incluso para que tus hijos cumplan las normas necesarias de salud dental.

Incluso la protección al medio ambiente ha sido tan estricta entre las autoridades de Groenlandia que la explotación de los minerales que se encuentran en su rico subsuelo ha seguido siendo un punto de conflicto con la metrópoli de Dinamarca. En los medios de comunicación de Groenlandia como la revista Greenland Today o el periódico de la comunidad inuit Tamanut son constantes los titulares en sus portadas referentes a la política "carnívora" de Dinamarca que intenta explotar los ricos yacimientos naturales de zinc, plomo, hierro, oro, platino, pero sobre todo molibdeno (mineral necesario para la fabricación de acero) y uranio.

Grandes movimientos y manifestaciones conservacionistas se han organizado en Groenlandia a fin de denunciar ante los organismos internacionales para que las empresas mineras danesas no puedan entrar en su suelo y explote sus minerales afectando de esta forma a su medio ambiente. Pero no es oro todo lo que reluce.

Curiosamente, varias voces se han levantado en las principales ciudades con el fin de reclamar la independencia de Dinamarca. Cuando se les pregunta cómo podrá sobrevivir económicamente un país cuyo 88 por ciento del territorio está cubierto de hielo, las sabias voces conservacionistas-independentistas inuit explican que debido a su necesidad de ingresos en esa hipotética situación les llevaría a conceder 'licencias temporales' de explotación a las corporaciones mineras chinas. Es decir, saldrían de la política de subvenciones de Dinamarca y entrarían en la política buitre de las compañías mineras chinas.

Pero mientras las autoridades groenlandesas en Nuuk, capital oficial del territorio continúan blandiendo la bandera del conservacionismo y la defensa del medio ambiente, a menos de cuatro kilómetros del aeropuerto de Narsarsuaq, se encuentra uno de los vertederos más grandes que se hayan visto jamás.

Esqueletos de avionetas estrelladas en las pistas del cercano aeropuerto, algún tren de aterrizaje, la cola de un gran avión ruso Tupolev que no pudo detenerse a tiempo en la pista de aterrizaje y acabó estrellado aquí, toneladas de escombros de los edificios que antaño conformaban la base estadounidense Bluie West One, algún Jeep Willys al que le han desaparecido los distintivos de la USAF, autobuses cubiertos de óxido de la Crown Coach Corporation de California y que en los años 50 y 60 se ocupaban del transporte del personal de la base militar, neumáticos de todo tamaño y condición, y sobre todo miles y miles de bidones de combustible vacíos que llegan a cubrir cientos de hectáreas de terreno salvaje junto al fiordo de Kiattuut.

Según las autoridades, sería demasiado costoso tener que reenviar al continente los bidones vacíos, así es que nada mejor que arrojarlos en este vertedero. Lo más curioso de la política conservacionista de las autoridades de Groenlandia es que cuando la cantidad de bidones oxidados vacíos 'afean' el paisaje de la zona, deciden abrir gigantescos hoyos en la tierra y entierran todo bajo ella con la consiguiente contaminación del terreno y que llegará afectar a esta región durante muchos siglos.

Mientras tanto, Dinamarca sigue pagando al gobierno autónomo de Groenlandia cerca de 500 millones de euros al año, ante el cada vez mayor rechazo por parte de los propios ciudadanos daneses a esta especial subvención. Sin duda, la polémica está servida.

*ÁLBUM: Las imágenes másimpresionantes del Ártico

Texturas árticas

LATITUD 61° 12' 11.47" N yLONGITUD45°19' 34.47" O

Sería el estadounidense Wilson Bentley, el primero que consiguió fotografiar en 1902, los copos de nieve. Educado en una granja de Vermont y sin estudios comenzó a interesarse por la microfotografía adaptando un microscopio a una cámara. En 1885, fotografió nítidamente un cristal de nieve. Desde ese mismo momento comenzó a trabajar en esta especialidad hasta que en 1931, el mismo año de su muerte, publicó un libro de fotografías con más de 2.400 imágenes de estos particulares cristales.

"Bajo el microscopio encontré que los copos de nieve eran milagros de belleza; y me pareció una pena que esa belleza no fuera vista y apreciada por otros. Cada cristal era una obra maestra de diseño y ningún diseño jamás se repetía. Cuando un copo de nieve se fundía, el diseño se perdía para siempre. Toda esa belleza se fue, sin dejar ningún recuerdo", escribió el propio Bentley en el prólogo de su libro.

Hoy la tecnología me permite captar lo que yo llamo 'texturas árticas' y que conforman, cómo no, una visión más de una salvaje tierra como Groenlandia formada por agua, hielo y roca y cuyos colores han quedado incrustados en su suelo, fiordos, canales y glaciares. El lugar donde me encuentro es el Valle de Mellemlandet, a pocos kilómetros del glaciar de Kiattuut, al sur de Groenlandia.

Vetas de color en las rocas de los glaciares, agujas naturales que han quedado congeladas dentro de un bloque de hielo, pequeñas púas amenazadoras como si de la piel de un erizo se tratase, burbujas que han quedado herméticamente encerradas justo antes de explotar, o imágenes parecidas a las medusas que han sido aprisionadas en un supuesto viaje flotante ártico.

También es fácil admirar desde los cieloslas afiladas cumbres de los fiordos, o las texturas que conforman los glaciares como si de alfombras naturales se tratase. Lo cierto es que aquí, el hielo lo puede todo, lo invade todo, lo cubre todo como si de un manto gélido se tratase que avanza y avanza sin detenerse jamás en un continente cubierto por hielo en un ochenta y ocho por ciento de su territorio.

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Parte III:Rumbo al campamento de Qalerallit: -15º para iniciar la conquista del glaciar Gletcher

Parte IV:¡Iceberg a la vista! Una maravilla de la naturaleza que acabó con el Titanic

Especial:Diccionario Español-Inuit

LATITUD77° 27' 59.24" N yLONGITUD 69° 13' 26.45" O