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Los vascos se cansan de jugar pachangas reivindicativas, pero las vascas, no
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Kike Marín

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Los vascos se cansan de jugar pachangas reivindicativas, pero las vascas, no

Mientras la Euskal Selekzioa no jugará su partido navideño al considerar "agotada" esta forma de reivindicar la oficialidad, la femenina lo hace este sábado en Eibar contra la República Checa

Foto: Aduriz celebra un gol de la Euskal Selekzioa a Catauña. (EFE)
Aduriz celebra un gol de la Euskal Selekzioa a Catauña. (EFE)

Para empezar por el principio, aunque pueda parecer el final, resulta que la selección vasca de fútbol no disputará estas Navidades su tradicional partido para reivindicar la oficialidad. Sí lo hará en cambio la Euskal Selekzioa femenina, que este sábado se enfrenta en Eibar a la República Checa, después de haberlo hecho en los últimos tres años en Dublín (2-1), Barcelona (1-1) y Tallin (0-5). A diferencia del fútbol masculino, para el que estos amistosos con aspiraciones de ser algún día oficiales no dejan de ser unas inoportunas pachangas, de las que los propios clubes son los primeros que recelan, los futbolistas acuden en su mayoría por compromiso y los aficionados no hacen mucho caso, el fútbol femenino se encuentra en plena expansión y toda oportunidad de reivindicarse es poca.

Foto: Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, y Ángel Maria Villar, presidente de la RFEF. (REUTERS)

Precisamente fue en la presentación de este partido 'internacional' de las chicas donde el presidente de la Federación Vasca de Fútbol (FVF), Luis Mari Elustondo, y el director de Deportes del Gobierno Vasco, Jon Redondo, dieron la noticia. La selección de Euskadi, que en 2007 pasó a llamarse Euskal Herria y desde 2010 Euskal Selekzioa, jugó partidos ininterrumpidamente y al menos una vez al año desde 1993 a 2007. Tras un parón en 2008 y 2009 al no llegar a un acuerdo sobre cuál debía ser su nombre, volvió a jugar desde 2010 a 2016. En la mayoría de las ocasiones lo hizo en Bilbao, pues las cuatro veces que jugó en San Sebastián, dos contra Bolivia, una frente a Uruguay y la última en 2004 con Honduras como rival, la presencia de público en Anoeta fue muy pobre.

Jon Redondo enmarcó la decisión de no disputar el partido de la selección masculina en "un proceso de reflexión en el que se encuentran los promotores" de un encuentro que el propio director de Deportes del Gobierno Vasco ya consideró el año pasado "una fórmula agotada", al menos como vía de reivindicación de la oficialidad de su selección, pues el gran objetivo sigue siendo disputarlos en las llamadas fechas FIFA, aunque para ello hay que obtener el permiso precisamente del máximo organismo del fútbol mundial.

"Hay que dar una vuelta a este partido porque ha sido muy triste”, dijo Aritz Aduriz al término del último partido disputado por la selección vasca contra Túnez en un campo con las gradas semivacías. "San Mamés ha sido el reflejo de lo que piensa la gente de este partido", añadió el delantero del Athletic, cuyas declaraciones no cayeron en saco roto, tal y como se ha podido comprobar. Claro que, afortunadamente, la situación política en Euskadi no es la que era, de ahí también una posible explicación.

Sabido es que Bilbao es la ciudad española elegida por la UEFA para ser una de las 13 sedes de la Eurocopa 2020, la cual estrenará el formato de disputarse en varios países. Además, el hecho de ver al actual presidente de la Federación Guipuzcoana de Fútbol (FGF), Juan Luis Larrea, al frente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) en sustitución de otro vasco como el bilbaíno Ángel María Villar y con el guipuzcoano Julen Lopetegui como seleccionador evidencia la estrecha relación entre el fútbol vasco y español. Por no hablar de la gran cantidad de futbolistas procedentes de las tres provincias vascas, las tres actualmente con equipos en Primera, y en el caso de Gipuzkoa por partida doble, pues a la Real Sociedad hay que sumarle al Eibar.

placeholder Las selecciones de Euskadi y Cataluña, antes del último partido que les enfrentó en San Mamés. (EFE)
Las selecciones de Euskadi y Cataluña, antes del último partido que les enfrentó en San Mamés. (EFE)

El Barça 'pasa' de la Selecció catalana

Aunque aún no está confirmado, algo parecido a lo sucedido en Euskadi pasará en Cataluña con el tradicional amistoso de la Selecció. Las últimas navidades desde Barcelona se intentó polemizar con la presunta prohibición del Real Madrid de ceder a Kiko Casilla, natural de Alcover (Tarragona), y a Mariano, de origen dominicano, aunque nacido en Premiá de Mar (Barcelona), para su partido contra Túñez, cuando en la lista de convocados sólo había dos jugadores del FC Barcelona, a saber Sergi Roberto y Jordi Masip, entonces el tercer portero azulgrana y esta temporada cedido en el Valladolid. Al igual que año tras año sucede con la Copa de Catalunya, despreciada por el Barça, el citado Cataluña-Túnez se disputó en Girona, en el estadio municipal de Montilivi, con una capacidad para 9.200 espectadores, para intentar garantizar el lleno, algo que no ocurría con el Camp Nou o en el Estadio Olímpico Lluís Companys.

El presidente de la Fedració Catalana de Futbol (FCF), Andreu Subies, presumió de "los19 años que llevamos haciendo partidos de la Selecció que dan relevancia a nuestro deporte, el fútbol, y en nuestra cultura. Son actos que muestran qué somos y qué representamos. Estamos comprometidos con un valores que nos pide el país". Sin ema propio Subies, que decidió dejar su cargo en la RFEF tras la detención de VIllar, ha reconocido recientemente que no es tan sencillo organizar el tradicional encuentro de Navidad. "El partido era un tema más reivindicativo que deportivo y ahora que el suflé ha bajado... Cuesta ir al campo, cuesta llenar los estadios".

Foto: Piqué sí jugó el Cataluña-Túnez disputado en 2011 el Estadio Olímpico Lluís Companys. (EFE) Opinión

Vamos, que lejos queda lo que dijo hace un año la consellera de la Presidència con motivo del encuentro disputado en Girona. "Tendremos una nueva oportunidad para posicionarnos ante el mundo reivindicando el derecho de poder competir a nivel internacional", afirmó Neus Munté. Una fórmula que el fútbol vasco, o al menos los políticos, creen que ya no sirve. Eso sí, para su selección masculina, pues la femenina volverá a jugar este sábado. Los vascos se han cansado de jugar estas pachangas reivindicativas, aunque las vascas, que diría el que fuera lehendaraki Juan José Ibarretxe, no. Curioso.

Para empezar por el principio, aunque pueda parecer el final, resulta que la selección vasca de fútbol no disputará estas Navidades su tradicional partido para reivindicar la oficialidad. Sí lo hará en cambio la Euskal Selekzioa femenina, que este sábado se enfrenta en Eibar a la República Checa, después de haberlo hecho en los últimos tres años en Dublín (2-1), Barcelona (1-1) y Tallin (0-5). A diferencia del fútbol masculino, para el que estos amistosos con aspiraciones de ser algún día oficiales no dejan de ser unas inoportunas pachangas, de las que los propios clubes son los primeros que recelan, los futbolistas acuden en su mayoría por compromiso y los aficionados no hacen mucho caso, el fútbol femenino se encuentra en plena expansión y toda oportunidad de reivindicarse es poca.

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