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A Simeone le pierden sus celos a Torres y al "ídolo sin goles", la racanería del Cholo
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Kike Marín

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A Simeone le pierden sus celos a Torres y al "ídolo sin goles", la racanería del Cholo

El argentino no soporta que Fernando sea tan ídolo (o más) que él para la afición, de ahí que le reproche públicamente su falta de gol, en un equipo donde no hay mucho juego que finalizar

Foto: Simeone y Fernando Torres, durante una rueda de prensa (Reuters)
Simeone y Fernando Torres, durante una rueda de prensa (Reuters)

Por más que haya momentos en los que no lo parezca o incluso parezca lo contrario, fue Diego Pablo Simeone quien se empeñó en que el Atlético de Madrid repescara a Fernando Torres. Hasta que no consiguió ver al Niño de vuelta a casa, el Cholo no cejó en su empeño, y sabido es lo pesado que puede ser. Torres ha sido siempre un futbolista discutido, especialmente a la hora de ir a la Selección, con la que ha jugado 110 partidos y marcado 38 goles, algunos trascendentales, aunque muy lejos del 98-59 de Villa. Los 58,8 millones que el Chelsea pagó al Liverpool por 'Paquetorres', como algunos le llaman con desprecio, le convirtieron en el fichaje más caro de un futbolista español hasta que el mismo club londinense pagó 80 por Morata y siempre fueron una losa. De ahí que, tras su cesión al Milan, nada pudo agradecer más que regresar a Madrid.

Pues bien, aunque su presidente, Enrique Cerezo, diga que "el sentimiento en el fútbol se debe perder, esto es un negocio", los aficionados del Atlético siguen sintiendo el Atleti como suyo, aunque, efectivamente, hace tiempo que materialmente dejó de serlo. Y es precisamente por ello, dada la enorme carga emocional que tiene y sustenta socialmente este club, por lo que para muchos colchoneros preguntarles a quién quieren más, si a Torres o a Simeone, es como preguntar a un niño si quiere más a mamá o a papá.

Foto: La acción del gol de Fernando Torres que le dio el triunfo al Atlético de Madrid ante el Alavés. (Reuters)

Sabido es lo que idolatraba el Calderón y ahora el Metropolitano al técnico argentino al grito de 'ole, ole, ole, Cholo Simeone'. Claro que el respeto y el cariño que la afición rojiblanca tiene por Torres no se queda atrás, tal y como quedó demostrado el 4 de enero de 2015, es decir, hace ahora casi tres años, cuando unas 45.000 personas acudieron al Vicente Calderón para recibirle. Las colas daban la vuelta al estadio y dos horas antes de empezar el acto ya había aficionados en las puertas movilizados de manera espontánea para dar la bienvenida al Niño.

Lo cierto es que como el propio Fernando recuerda, "he ganado en otros equipos muchas cosas, me falta hacerlo aquí y voy a luchar hasta el máximo para conseguirlo". La cuestión es si le dará tiempo a hacerlo esta temporada, pues, como bien dice, "yo quiero quedarme siempre, pero no depende de mí". Estas declaraciones realizadas el pasado miércoles en los micrófonos de 'Radio Marca' no pudieron ser más comedidas, aunque parece que a su entrenador no le gustaron demasiado.

La media de Torres en el Atlético es de 0,34 goles por partido, aunque con el Cholo de entrenador esta se reduce a 0,23, muy lejos del 0,57 del Liverpool

Así, en la rueda de prensa previa al partido contra el Espanyol, en el que, por cierto, Torres fue titular por segunda vez en Liga, pero esta vez el 1-0 cayó del lado rival, todo iba tranquilo hasta que al ser preguntado por el affaire de Griezmann con el Barça, es decir, sin venir a cuento y como si estuviera esperando una excusa para lanzar el dardo, Simeone dijo que no temía que la reacción de la afición contra el delantero francés porque "se maneja por sentimientos como en el caso de Fernando Torres, ídolo del club pese a no hacer goles".

Según los números de 'Transfermarkt', el Niño ha jugado un total de 312 partidos con el Atlético, en los que ha marcado 108 goles, es decir, a una media de 0,34, aunque con el Cholo como entrenador este porcentaje, con 31 goles en 134 partidos, se reduce a 0,23, menos incluso que en el Chelsea (0,26) y muy lejos de sus números en el Liverpool de Rafa Benítez, donde marcó 81 goles en 142 partidos (0,57). Parece evidente que el fútbol rácano de Simeone no favorece a un finalizador nato como es Torres, de ahí quizás que esta sea una de las razones por las que no haga esos goles que su entrenador no duda en cuestionarle públicamente y que él tanto necesita para justificarse, más allá de la incondicional idolatría que le tiene su afición.

placeholder Panorámica del Vicente Calderón antes de la presentación de Fernando Torres.
Panorámica del Vicente Calderón antes de la presentación de Fernando Torres.

El Niño se ha hecho mayor

"Nunca voy a permitir una división Simeone-Torres". Así de contundente se había mostrado Fernando un día antes de recibir la puya del Cholo. "No voy a ser partícipe de ningún tipo de desestabilización y más cuando mi nombre está en medio", añadió el Niño, que hace tiempo que dejó de serlo y transmite una madurez que para sí quisieran otros veteranos. A Torres le honra decir que "la vanidad y el ego se me cayeron hace muchísimos años, si es que alguna vez los he tenido". Porque, sí, posiblemente alguna vez los haya tenido, pero nunca al extremo que llega Simeone, a quien los celos por ser el más popular le matan.

Sobre las críticas por su falta de minutos, Fernando no señaló al Cholo ni después de marcar un gol que dio los tres puntos a su equipo frente al Alavés. "Siempre se tienen ganas de marcar, y más en Liga. No estaba teniendo muchos minutos ni titularidades y la forma de buscarla es esa, marcando. Hay una realidad: o juegas o no juegas y la única manera de jugar si no juegas, es trabajar. No conozco otro método que no sea el trabajo y la humildad. Siempre me ha tocado trabajar para ganarme un sitio". Claro que la procesión irá por dentro, pero públicamente, ni un reproche.

placeholder Simeone anima a la grada del Calderón durante un partido de Champions. (EFE)
Simeone anima a la grada del Calderón durante un partido de Champions. (EFE)

Y un recado para Cerezo

Como gran referente para los aficionados que es, Torres tampoco tuvo ningún problema en recordarle a su presidente que "la gente canta en el estadio porque lo siente. Hay gente que hace kilómetros y kilómetros para ver a su equipo, que ahorran y ahorran por ese sentimiento". "Hay que buscar el equilibrio", añadió para tampoco ser hipócrita, pues evidentemente el fútbol se ha convertido en un gran negocio, y buscar una polémica donde él solo pone sensatez. "Es necesario que una parte del vestuario sienta el club. Puede venir un jugador de fuera y sentirse como de la cantera, jugadores como Godín o Giménez lo sienten de verdad", asegura Fernando, para responder con rotundidad "al Madrid nunca" cuando le preguntan sobre las opciones que tuvo de vestirse de blanco.

Foto: En la imagen, el Cholo Simeone junto a Fernando Torres. (Reuters)

"Me encantaría que Griezmann se quisiera quedar en el Atlético. ¿Que si quiere quedarse? Hay que preguntárselo a él". Este fue su apunte al ser cuestionado por el futuro de su todavía compañero. Es curioso que mientras el Cholo defiende a ultranza al francés, quien es evidente que está loco por marcharse, ya sea al FC Barcelona o al Manchester United, lance esas puyas a Torres. Sobre todo por la debilidad contractual del madrileño al acabar su vinculación el 30 de junio, contrarrestada, eso sí, por la admiración y el respeto de la afición, quizás más de la que le tienen incluso a él, y de ahí esos ataques de celos que tanto daño le hacen, como al NIño su racanería futbolística. Ya saben, es lo que hay...

Por más que haya momentos en los que no lo parezca o incluso parezca lo contrario, fue Diego Pablo Simeone quien se empeñó en que el Atlético de Madrid repescara a Fernando Torres. Hasta que no consiguió ver al Niño de vuelta a casa, el Cholo no cejó en su empeño, y sabido es lo pesado que puede ser. Torres ha sido siempre un futbolista discutido, especialmente a la hora de ir a la Selección, con la que ha jugado 110 partidos y marcado 38 goles, algunos trascendentales, aunque muy lejos del 98-59 de Villa. Los 58,8 millones que el Chelsea pagó al Liverpool por 'Paquetorres', como algunos le llaman con desprecio, le convirtieron en el fichaje más caro de un futbolista español hasta que el mismo club londinense pagó 80 por Morata y siempre fueron una losa. De ahí que, tras su cesión al Milan, nada pudo agradecer más que regresar a Madrid.

Diego Simeone