A mi bola
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El zasca de Zidane con la mano izquierda de Del Bosque (y también su colmillo)
Igual no es casualidad que los tres entrenadores que han ganado la Champions con el Real Madrid de Florentino Pérez tengan el mismo perfil: dóciles hasta que les tocan las narices
"¿Ha dicho que a quien le guste el fútbol tiene que gustarle Benzema?", interpeló un periodista a Zinedine Zidane después de que el entrenador del Real Madrid dijera que a los que nos les gusta el francés "no tengo que convencerles, pues hay gente que sabe de fútbol y sabe que Benzema es muy bueno". "Sí, ¿a ti no te gusta?", respondió y repreguntó Zizou. "A mí sí como jugador, pero como delantero prefería el año pasado a Morata", respondió el periodista, quien es evidente que no solo se dio por aludido con la rotunda afirmación del técnico galo, sino que precisamente para no confirmarlo, no supo por dónde salir. Adónde vas, manzanas traigo...
Ocurre en los entornos de los todos los equipos de fútbol, pero en los más grandes como el del Real Madrid se amplifica. Cuando las cosas van bien, los que juegan parecen indiscutibles, pero a poco que las cosas se tuerzan, en seguida se echa en falta a los que están en el banquillo. En el caso de los blancos, tan pronto la llamada BBC que forman Benzema, Bale y Cristiano es incuestionable, como se reclama la presencia de los Marco Asensio, Lucas Vázquez o Isco. Claro que si juegan estos y no se gana, entonces se asegura que no hay segunda unidad. Y así todo.
La temporada pasada entre los suplentes estaba el mencionado Morata, que decidió marcharse al Chelsea para contar con los minutos que no tenía en el Real Madrid. "¿Elegir entre Morata o Benzema? Este dilema lo querrían todos los entrenadores", dijo el ínclito Fabio Capello, quien ni corto ni perezoso afirmó que "Zidane saca al francés de inicio porque es el mimado del presidente y después saca al español para decidir el partido". Hay que tener muy poco respeto a un colega y a un delantero de la talla de Benzema para hacer esa afirmación, pero qué se puede esperar de un técnico que exigía a Guardiola pegar patadas para alinearle en la Roma.
No es ningún secreto que Benzema, este sábado suplente en Ipurua, siempre ha sido el ojito derecho de Florentino Pérez. Desde aquel viaje a su domicilio en Lyon para convencerle de que fichara por el Real Madrid a su negativa a traspasarle al Arsenal cuando hace dos veranos Arsène Wenger pujó fuerte para llevarse a su compatriota a Londres. Entre medias, para el recuerdo ha quedado aquella imagen del presidente del Real Madrid levantándose, brazos en alto, en el palco del Stade Gerland, precisamente el campo del Olympique de Lyon, para celebrar un gol de Karim o el abrazo que le dio en presencia del rey Felipe VI tras ganar la Champions en Milán.
Sin embargo, extraña ver o escuchar a algunos de sus voceros más recalcitrantes criticando duramente al francés, incluso después de partidos como el del Parque de los Príncipes, donde Benzema no acertó con la portería parisina, pero fue destacado por quienes analizan los intangibles del juego. Al contrario de lo que sucedió recientemente con Isco, cuya posible salida se le quería atribuir a Zidane cuando es el propio Florentino quien medita abrirle la puerta en verano, Zizou nunca tendrá dudas con Benzema, pues sabe que es un delantero que aporta muchas cosas más allá de los goles. Lo hace a todo el equipo, pero de manera especial a Cristiano Ronaldo, el auténtico '9' del Real Madrid, tal y como volvió a quedar demostrado con sus dos goles ante el Eibar, el 2-1 por cierto con Karim ya sobre el campo.
Del Bosque, Ancelotti y Zidane
Cabe recordar que desde que Florentino Pérez accedió (para quedarse) al palco del Bernabéu en el año 2000 y se encontró con un Vicente del Bosque que acababa de ganar la Champions, ha tenido en total diez entrenadores. Si contamos que entre sus dos etapas suma 15 temporadas en el cargo, resulta que la duración media de un entrenador es de temporada y media. Entre el primero, Del Bosque, y el actual, Zidane, han ocupado el banquillo Queiroz (273 días en el cargo y ningún título), Camacho (dimitió al mes), García Remón (duró cuatro meses), Luxemburgo (de diciembre de 2004 a diciembre de 2005), López Caro (hasta final de temporada y con la dimisión de Florentino de por medio) y, ya en la segunda etapa, Pellegrini (una temporada), Mourinho (tres, en las que solo ganó una Copa, una Liga y una Supercopa de España), Ancelotti (dos, con una Champions, una Liga, una Copa, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes) y Rafa Benítez, relevado en enero de 2016 por Zizou, quien en su tercer año lleva ganados ocho títulos, entre ellos dos Champions, precisamente el único al que puede aspirar esta temporada.
Al contrario de lo que le sucede al Paris Saint-Germain, incapaz de reflejar en la Champions su multimillonaria inversión en fichajes, el Real Madrid se encuentra más cómodo en la Liga de Campeones que en la Liga a secas. Con la mejor plantilla del mundo, parece claro que la mejor gestión es la que hacen entrenadores con mucha mano izquierda como Del Bosque, Ancelotti y Zidane, a quienes, eso sí, tampoco les falta colmillo. De ahí el zasca de Zizou con Benzema.
Está claro que no es lo mismo entrenar a un equipo plagado de estrellas, donde las individualidades sobresalen por encima del colectivo y lo más complicado es gestionar los egos, que a otros donde la figura del entrenador es más necesaria a la hora de formar un equipo. Sin irnos más lejos, el Éibar de Mendilibar fue superior al Madrid, tal y como reconoció el propio Zidane, aunque fue el equipo blanco el que acabó imponiendo su calidad y su pegada. La que distingue a Cristiano, aunque el '9' lo lleve a la espalda Benzema.
"¿Ha dicho que a quien le guste el fútbol tiene que gustarle Benzema?", interpeló un periodista a Zinedine Zidane después de que el entrenador del Real Madrid dijera que a los que nos les gusta el francés "no tengo que convencerles, pues hay gente que sabe de fútbol y sabe que Benzema es muy bueno". "Sí, ¿a ti no te gusta?", respondió y repreguntó Zizou. "A mí sí como jugador, pero como delantero prefería el año pasado a Morata", respondió el periodista, quien es evidente que no solo se dio por aludido con la rotunda afirmación del técnico galo, sino que precisamente para no confirmarlo, no supo por dónde salir. Adónde vas, manzanas traigo...