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El 'madridista' Luis Enrique exporta su vulgarización del Barça a la Selección
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Kike Marín

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El 'madridista' Luis Enrique exporta su vulgarización del Barça a la Selección

Luis Enrique habla de "mantener el estilo" sin el repudiado Alba o con el lesionado Llorente en lugar de Bartra. Con seis del Madrid, más otros cinco exmadridistas, y solo dos del Barça

Foto: Luis Enrique, durante su comparecencia de prensa en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. (EFE)
Luis Enrique, durante su comparecencia de prensa en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. (EFE)

"Con Pep Guardiola aprendí a jugar al fútbol de nuevo a los 30 años", confesó hace uno días Thierry Henry. "Con él vi y entendí el juego de una manera diferente. Entendiento el espacio, entendiendo el quedarse en tu posición, entendiendo que hay que dar el cien por cien en todo", explicaba el exinternacional francés sobre el juego de aquel FC Barcelona en el que tuvo la oportunidad de coincidir con el ahora entrenador del Manchester City. Un fútbol que, aunque es cierto que se implantó en la Selección española con Luis Aragonés y sus famosos 'bajitos', es decir, antes incluso de que Guardiola llegara al equipo catalán, alcanzó su máximo esplendor en el Mundial 2010 y en la Eurocopa 2012 gracias a la aportación que hizo Pep. Una metodología, una idea de juego y los mejores futbolistas para ejecutarla, ingredientes que Vicente del Bosque supo cocinar.

Sabido es que dos años después de la marcha del FC Barcelona de Guardiola, en el segundo del técnico catalán al frente del Bayern de Múnich, Luis Enrique llegó al banquillo del Camp Nou procedente del Celta. Pues bien, esa temporada se fueron del Barça Víctor Valdés, Puyol y Cesc, tres campeones del mundo con España, además de otros canteranos como Jonathan dos Santos, Tello, Bojan y Deulofeu. En la segunda, quienes hicieron las maletas fueron Xavi y Pedro, otros dos campeones en Sudáfrica 2010 y en Polonia y Ucrania 2012, además de Montoya. Y en la tercera le tocó el turno a Munir, ahora de vuelta al equipo azulgrana, aunque esa temporada lo más llamativo fueron las discrepancias con Jordi Alba. "Hacía tiempo que no tenía esta chispa y estas ganas. Ahora aparezco más en zona de peligro y está claro la confianza del entrenador es fundamental", dijo el lateral zurdo tras la marcha de Luis Enrique y la llegada de Ernesto Valverde.

Foto: Luis Enrique, durante un partido con el FC Barcelona. (Reuters) Opinión

Sin embargo, más allá de estos datos que son irrefutables, mucho se puede comentar sobre la desintegración que sufrió durante esos años el juego de posición del FC Barcelona, algo que inevitablemente ahora le ocurrirá a España. "El estilo va a ser el mismo", fue el primer brindis al sol de Luis Enrique tras dar desvelar una hora antes y a través de un vídeo su primera convocatoria como seleccionador español. "La posesión del balón, tener el peso de los partidos, pero con matices", añadió el asturiano. Es verdad que entre Guardiola y él estuvieron el malogrado Tito Vilanova y el Tata Martino, pero fue la llegada del Lucho la que espantó definitivamente a los guardianes de ese ADN Barça del que ya casi no quedan ni muestras para hacer análisis, por lo que difícilmente se puede volver a trasplantar.

Lo cierto es que de la primera lista de 24 que dio Julen Lopetegui a la primera de Luis Enrique se han producido doce cambios, uno más que con respecto al Mundial de Rusia, aunque en realidad son tres, pues habría que sumar a Iniesta, indiscutible para Julen, pero que entonces no pudo ir al estar lesionado. Los ausentes son Reina, Adrián, Piqué, Marc Bartra, Javi Martínez, Jordi Alba, Koke, Lucas Vázquez, Nolito, Alcácer, Mata y Vitolo, mientras que las novedades son Kepa, Pau López, Nacho, Albiol, Marcos Alonso, Iñigo Martínez, Diego Llorente (aunque está lesionado para al menos tres meses), Rodri, Ceballos, Suso y Morata.

placeholder Puyol y Xavi celebran el Mundial ganado por España en 2010. (Reuters)
Puyol y Xavi celebran el Mundial ganado por España en 2010. (Reuters)

La 'vendetta' con Jordi Alba

Además de la llamativa -aunque esperada y adelantada- ausencia de Jordi Alba, Luis Enrique no se ha acordado de Marc Bartra, quien muy bien podría haber ocupado la vacante del realista Diego Llorente, recientemente operado de una fractura de peroné y baja durante los próximos tres meses, de Pedro, titular en todos los partidos del Chelsea, o, incluso, de Héctor Bellerín, el lateral derecho del Arsenal al que quiso fichar para el Barça. Si a esto le sumamos que Piqué e Iniesta -además de Silva- no han querido volver a la Selección, nos encontramos con que el equipo catalán tan solo aporta dos jugadores. Uno es Sergio Busquets, quien tanto sufrió durante los años del tridente que formaron Messi, Luis Suárez y Neymar, y el otro es Sergi Roberto, a quien curiosamente ha convocado como centrocampista cuando en el Barça lo utilizó casi siempre de lateral derecho, de ahí precisamente el mencionado interés que tuvieron los azulgranas por Bellerín.

Por contra, en su primera lista Luis Enrique ha convocado a nada menos que a seis madridistas. A saber, Carvajal, Nacho, Sergio Ramos, Ceballos, Isco y Marco Asensio. No ha llamado ni a Odriozola, fichado este verano de la Real Sociedad, ni a Lucas Vázquez, quienes sí fueron reclutados por Lopetegui para el último Mundial. Además, a los seis citados se suman otros cinco jugadores como son Albiol, Marcos Alonso, Diego Llorente, Morata y Rodrigo. Es decir, que Lucho ha pasado de estar bajo sospecha por 'antimadridista' a plagar la Selección de futbolistas con presente o pasado blanco, sin olvidar que los guardametas De Gea y Kepa estuvieron a un paso de fichar por el Real Madrid. Un equipo que, por si fuera poco, ahora está entrenado por el anterior seleccionador nacional, Julen Lopetegui. Bueno, el penúltimo, porque después estuvo Fernando Hierro por obra y desgracia de Luis Rubiales.

placeholder Luis Enrique, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. (EFE)
Luis Enrique, en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas. (EFE)

Un Barça sin identidad

Sin embargo, el origen de la vulgarización del Barça que Luis Enrique ha exportado a la Selección hay que buscarlo en la raíz y no en las ramas. Como dice un buen amigo, la mayoría de las decisiones futbolísticas que se han tomado en el FC Barcelona en los últimos años han sido una verdadera idiotez. ¿Y saben por qué? Pues porque, efectivamente, todas nacieron desde el irrespeto a los fundamentos que impulsaron la etapa dorada del club catalán con Pep Guardiola. Si a la desnaturalización del ideario se une la marcha de futbolistas como Valdés, Puyol, Thiago, Cesc, Pedro, Xavi o Iniesta, a los que en el caso de la Selección hay que sumar a Piqué, Bartra y Jordi Alba, solo queda aferrarse a Messi y diez más que ya no juegan a lo mismo, sino a otra cosa. Es decir, lo que degraciadamente le sucederá a España.

Preguntado por Isco, Luis Enrique dijo que "el estilo le beneficia". La pregunta es: ¿a qué estilo se refiere el técnico asturiano? Sí, es verdad que durante su comparecencia de prensa, en la que desde el primero momento se negó a hablar sobre los no convocados, y de manera especial sobre Jordi Alba y Iago Aspas, el nuevo seleccionador dijo que va a partir del 4-3-3, aunque, claro, el problema vendrá en cuanto el balón eche a rodar y todos se muevan. "Es necesario evolucionar el estilo de juego", dijo Lucho, si bien en ningún momento explicó cómo. Hablar de "mejorar aspectos defensivos y ofensivos" como si entre medias no hubiera nada más y es precisamente donde está todo es demasiado genérico y en estos casos la duda que surge es si el entrenador no profundiza porque no quiere o porque no sabe.

Foto: Luis Rubiales, junto a Julen Lopetegui, en la rueda de prensa en la que anunció su renovación como seleccionador. (EFE) Opinión

Para acabar por donde empecé, vuelvo con Henry y su alegato de Guardiola, sin duda el mejor seleccionador que podría tener España, aunque la asquerosa política nunca lo hará posible. "Si yo te dijera: 'Encontrémonos en Londres', pero no te diera la dirección, si eres inteligente, quizás me encontrarías. Sin embargo, Pep te daba el GPS, la dirección, el coche, todo... y te decía: 'Encontrémonos allí'. Y lo encontrabas". Con todos mis respetos, el mismo que parece que Luis Enrique se ha propuesto tener con la prensa en su nueva andadura como selecconador, dudo mucho que cualquier futbolista pueda dedicar elogios así al asturiano, con quien la Selección es posible que gane muchos partidos, veremos si empezando por los de Inglaterra y Croacia en la nueva Liga de Naciones, aunque den por seguro que su fútbol dejará de ser el que fue. Como le ha pasado al Barça, vamos.

"Con Pep Guardiola aprendí a jugar al fútbol de nuevo a los 30 años", confesó hace uno días Thierry Henry. "Con él vi y entendí el juego de una manera diferente. Entendiento el espacio, entendiendo el quedarse en tu posición, entendiendo que hay que dar el cien por cien en todo", explicaba el exinternacional francés sobre el juego de aquel FC Barcelona en el que tuvo la oportunidad de coincidir con el ahora entrenador del Manchester City. Un fútbol que, aunque es cierto que se implantó en la Selección española con Luis Aragonés y sus famosos 'bajitos', es decir, antes incluso de que Guardiola llegara al equipo catalán, alcanzó su máximo esplendor en el Mundial 2010 y en la Eurocopa 2012 gracias a la aportación que hizo Pep. Una metodología, una idea de juego y los mejores futbolistas para ejecutarla, ingredientes que Vicente del Bosque supo cocinar.

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