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Cardenal sabía la que le caería (y con razón) al conocerse su fichaje por Roures
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Kike Marín

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Cardenal sabía la que le caería (y con razón) al conocerse su fichaje por Roures

El fichaje por Mediapro del presidente del CSD que sacó adelante el real decreto para la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol es una evidente puerta giratoria, pero...

Foto: Miguel Cardenal, junto a Javier Tebas, cuando aún era presidente del CSD. (EFE)
Miguel Cardenal, junto a Javier Tebas, cuando aún era presidente del CSD. (EFE)

"Miguel Cardenal, exsecretario de Estado para el Deporte, se incorporará el próximo mes de noviembre al equipo de profesionales del Grupo Mediapro. Cardenal aportará su experiencia y conocimientos para contribuir al desarrollo del área internacional del Grupo". Así, con un escueto comunicado para oficializar lo que empezaba a ser un secreto a voces, la multinacional audiovisual que preside Jaume Roures hizo público a mediodía de este miércoles un fichaje que no tardó en ser, y no sin razón, cuestionado por más que se ajuste a la legalidad, ya que el expresidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) cumple el mes que viene los dos años de incompatibilidad como cargo público que le impedían trabajar en empresas sobre las que hubiera tenido autoridad.

Sí, como era de esperar y el propio Cardenal era consciente cuando hace unos días dio el sí a Mediapro, las principales críticas hicieron referencia a las famosas puertas giratorias, esas que los políticos —aunque Miguel no lo sea— están tan acostumbrados a utilizar. A diferencia de otra que comentaré más adelante por venir de donde viene, la crítica más iterativa es una evidencia: Mediapro ficha al secretario de Estado para el Deporte que sacó adelante el real decreto para la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol español y que ha explotado Roures. Claro que no hay que olvidar la gran inyección de dinero que ello supuso para LaLiga, organismo que preside Javier Tebas, con quien Cardenal guarda desde entonces una estrecha relación. Pues sí, blanco y en botella, leche va, leche viene...

Foto: Jesús Alberto Díaz Peramos, Luis Rubiales y David Aganzo, durante una rueda de prensa. (EFE) Opinión

"Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, Miguel Cardenal fue presidente del Consejo Superior de Deportes en el periodo 2012 a 2016, así como presidente del Consejo Rector de la Agencia Estatal Antidopaje. En 2014, y a propuesta de las Federaciones Olímpicas Internacionales, fue el primer español designado miembro del ICAS (The International Council of Arbitration for Sport) y ha formado parte de diferentes grupos de trabajo de Federaciones Deportivas Internacionales". Como puede comprobarse por el comunicado de Mediapro, la primera multinacional del sector audiovisual en Europa está orgullosa del fichaje que ha hecho, mientras Cardenal ha descartado otras ofertas para aceptar la que le hizo Roures y a sabiendas de la que le caería por estar en el centro de la nueva 'guerra del fútbol'.

Yo precisamente no soy sospechoso de ser pro-Roures. Más bien todo lo contrario, y a las pruebas de la hemeroteca me remito. Y, a diferencia de lo que puedan pensar en Mediapro y quizás el propio Jaume, no por cuestiones personales —que también podría— sino más bien morales, precisamente lo que ahora se le reprocha a Miguel Cardenal por su decisión de aceptar la oferta del empresario catalán. Claro que, para ser justos y sin obviar el condicionante principal del real decreto: ¿acaso alguien cuestionó que el FC Barcelona fichara a Albert Soler o que Javier Gómez-Navarro esté en el consejo de administración de Prisa? Pues claro que no.

placeholder Luis Rubiales y Javier Tebas, presidentes de la RFEF y LaLiga, respectivamente. (EFE)
Luis Rubiales y Javier Tebas, presidentes de la RFEF y LaLiga, respectivamente. (EFE)

Pero lo más sorprendente y que quizás ayude a entender la polvareda que el fichaje de Cardenal ha levantado es que la mismísima Federación Española de Fútbol (RFEF) comentara en su cuenta de Twitter que "el real decreto otorgó un tremendo poder a LaLiga, dejando a un lado a la RFEF. LaLiga comercializa los derechos internacionales a través de Mediapro. Mediapro ingresa cientos de millones y ahora contrata a Cardenal tras expirar su incompatibilidad". Sí, esta es la crítica a la que me refería al principio y que explica todo. Y no digamos ya que su presidente, Luis Rubiales, la retuiteara añadiendo el siguiente comentario: "Se constatan muchas cosas. Menudo escándalo!!". Que Rubiales, con todo lo que tiene detrás y lo que le espera por delante, se atreva a hablar de escándalo sí que es un escándalo.

Un inciso: Méndez de Vigo, el exministro de Educación, Cultura y Deportes, destituyó a Cardenal para, según sus propias palabras, "dar una salida digna a Villar" y, ya con el inoperante José Ramón Lete en su puesto, hacer todo lo posible para que Jorge Pérez no ganara las elecciones a la presidencia de la RFEF. ¿El motivo? Pues que el Gobierno del PP no quería que Tebas y, por extensión, Mediapro tuvieran el control del organismo en el que prefirieron que siguiera Villar. Sin embargo, un juez de la Audiencia Nacional, concretamente Santiago Pedraz, dio la razón al ya expresidente del CSD, levantó las alfombras en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas y sobra explicar lo que salió y lo que llegó.

Los fichajes del 'escandaloso' Rubiales

A Miguel Cardenal se le puede criticar su decisión de fichar por Mediapro, faltaría más, pero solo quien pueda tirar la primera piedra. Es decir, para que 'Rubi' me entienda, quien esté libre de pecado, suponiendo que irse con Roures lo sea, que no digo que no... Por cierto, y por si alguien no lo sabía o se le había olvidado, Rubiales fichó este verano como vicepresidenta de Integridad a Ana Muñoz, directora general del CSD precisamente bajo el mandato de Cardenal, camino que anteriormente cogió Matilde García Duarte, la primera mujer de la historia en ocupar dicho cargo en el CSD y que ayudó a Ángel María Villar en el proceso electoral de 2012 para posteriormente entrar en su junta directiva. Por no hablar de Andreu Camps, vocal del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), al que ha colocado nada menos que de secretario general.

Cabe recordar también que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), sí, entonces presidida por Rubiales, llegó a convocar un paro indefinido por su "exclusión total" en la elaboración de un real decreto que con el tiempo ha quedado claro que fue la solución a todos los problemas de deudas e impagos que ahogaban al fútbol español y, por extensión, a sus futbolistas. Cardenal hizo todo lo posible para sacarlo adelante, en gran parte porque así se lo pedía Sogecable (léase, Prisa) y en todo momento en una libre competencia por los derechos, pero se encontró, cómo no, con las trabas de Villar. El antecesor y padrino de Rubiales en la RFEF llegó a dar plantón al ministro José Ignacio Wert en una reunión, si bien finalmente cedió y pidió su aprobación. ¿Y saben por qué? Pues porque con el famoso real decreto la RFEF se lleva el 2% de lo recaudado y antes de él se llevaba exactamente nada. Vamos, que el tuit de la RFEF, además de improcedente, es incierto.

Nunca me ha gustado, y así lo he denunciado posiblemente antes que nadie, el compadreo entre LaLiga y Mediapro o, si lo prefieren, entre Tebas y Roures. Y por ahí creo que llega también un fuego cruzado que pilla en medio a Cardenal, y no será que no estaba avisado. En enero de 2015, la entonces Liga de Fútbol Profesional (LFP) ya estaba preparada para iniciar la negociación de la venta centralizada de los derechos de televisión y Mediapro empezó a ganar puntos. La empresa catalana, titular entonces de los derechos del 90% de clubes de Primera y Segunda, creó una sociedad conjunta con la LFP —ahora LaLiga— para canalizar a través de ella los proyectos internacionales del organismo. Eso sí, el real decreto pergeñado por Cardenal les obligaba a someterse a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

placeholder Miguel Cardenal saluda a Jaume Roures, con Javier Tebas en primer plano. (EFE)
Miguel Cardenal saluda a Jaume Roures, con Javier Tebas en primer plano. (EFE)

Insisto en que es incuestionable que Mediapro ha fichado al secretario de Estado para el Deporte que sacó adelante el real decreto para la venta centralizada de los derechos televisivos del fútbol español, lo cual no significa implícitamente que Cardenal beneficiara a la empresa de Roures, pues de hecho ahora los derechos los tiene Telefónica y el real decreto es el mismo. Me parece estupendo que periodistas honrados critiquen a Cardenal por aceptar la oferta de Roures o a este por hacérsela, aunque otros estarían mejor calladitos, y no por lo que dicen, que allá cada cual, sino precisamente por lo que callan.

Como dijo Julio César, "la mujer del César no solo debe ser honrada, sino además parecerlo". Pues bien, es posible, y no sin razón, que haya a quienes el fichaje de Miguel Cardenal por Mediapro no les parezca oportuno e incluso honrado. Pero, qué quieren que les diga, siempre es mejor serlo que parecerlo, precisamente lo contrario de lo que pretenden algunos de los que critican al expresidente del CSD. Y es que pasar de AFE a la RFEF no es una puerta giratoria como la del CSD a Mediapro, sino que más bien parece un butrón.

"Miguel Cardenal, exsecretario de Estado para el Deporte, se incorporará el próximo mes de noviembre al equipo de profesionales del Grupo Mediapro. Cardenal aportará su experiencia y conocimientos para contribuir al desarrollo del área internacional del Grupo". Así, con un escueto comunicado para oficializar lo que empezaba a ser un secreto a voces, la multinacional audiovisual que preside Jaume Roures hizo público a mediodía de este miércoles un fichaje que no tardó en ser, y no sin razón, cuestionado por más que se ajuste a la legalidad, ya que el expresidente del Consejo Superior de Deportes (CSD) cumple el mes que viene los dos años de incompatibilidad como cargo público que le impedían trabajar en empresas sobre las que hubiera tenido autoridad.

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