El tribunero gesto de Muniain (renovar sin cláusula) ¿y el harakiri de Urrutia?

Que Iker Muniain (Pamplona, 19-12-1992) haya renovado con el Athletic hasta 2024 quizás no sorprenda a nadie, sobre todo porque acababa contrato el año que viene y ahora mismo no es un futbolista muy cotizado en el mercado. Sin embargo, sí es noticia que el navarro lo haya hecho sin cláusula de rescisión, tal y como se encargó de informar y airear el club bilbaíno, un gesto que a bote pronto suena bastante tribunero, precisamente por lo que digo de que no es fácil que a día de hoy Muniain maneje muchas ofertas. "Hemos acordado eliminar la posibilidad de resolver anticipadamente el contrato mediante el abono de una cláusula de rescisión", se explicaba en la nota que acompañaba a una fotografía del presidente, Josu Urrutia, dándose un apretón de manos con Iker tras rubricar el acuerdo en Ibaigane.

Tras debutar el 30 de julio de 2009 con tan solo 16 años, Muniain suma ya diez temporadas, 359 encuentros oficiales y 51 goles con el Athletic. "Era un deseo, un sueño que hoy puedo cumplir, el de hacer prácticamente toda mi carrera aquí", comentó el futbolista de la Chantrea, el barrio pamplonés del que llegó a Lezama con tan solo 12 años. "Es lo que siempre he querido desde que llegué a Bilbao y al club. Hoy se hace realidad y estoy infinitamente feliz", añadió Iker para alivio de Urrutia, quien en los últimos años ha visto marcharse a jugadores tan importantes como Fernando Llorente, Javi Martínez, Ander Herrera, Aymeric Laporte o Kepa Arrizabalaga, todos ellos, salvo el primero que esperó a terminar contrato, previo pago de sus respectivas y millonarias cláusulas de rescición.

Opinión

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Precisamente por eso parece tan importante para el Athletic, y personalmente para su todavía presidente, el gesto de Muniain de en cierto modo 'atarse' de por vida al equipo de San Mamés. Sabido es que en el resto de campeonatos europeos no existen las cláusulas de rescición y que igualmente se producen traspasos, aunque en la Liga se convirtió en lo habitual desde la entrada en vigor del Real Decreto 1006/1985, de 26 de junio, que en su artículo 16 regula la relación laboral especial de los deportistas profesionales. "La extinción del contrato por voluntad del deportista profesional, sin causa imputable al club, dará a éste derecho, en su caso, a una indemnización que en ausencia de pacto al respecto fijará la Jurisdicción Laboral en función de las circunstancias de orden deportivo, perjuicio que se haya causado a la entidad, motivos de ruptura y demás elementos que el juzgador considere estimable".

Iñigo Martínez, el caso opuesto

"Es sorprendente, pero pienso que es lo mas justo", afirma Muniain en lo que pretende ser una lección de fidelidad, lo cual conlleva que deje en muy mal lugar a algunos de sus excompañeros y, por supuesto, también a otros que ahora lo son y que fueron infieles con sus anteriores clubes. El caso más reciente y en el sentido opuesto al de Iker es el de Iñigo Martínez, pues precisamente en su última renovación con la Real Sociedad el central exigió que se le rebajara la cláusula de rescisión, algo que dejó claras cuáles eran sus intenciones, tal y como más tarde confirmó.

El caso de Iker la verdad es que es especial, pues se trata de un futbolista que ha tenido muchos problemas con las lesiones, de ahí también su agradecimiento. "El club siempre ha estado apoyándome, incluso cuando ha habido malos momentos. Es una forma de agradecer a al club, a la gente, a la Junta Directiva, al presidente y a todos los que rodeamos a esta familia. Contento por hacerlo así. Hemos tenido casos en los que se han marchado compañeros y la gente se ha sentido tocada. Es una forma de demostrar mi fidelidad por este club", reiteró.

Después de ver cómo el Bayern de Múnich pagaba los 40 millones de la cláusula de Javi Martínez, el Manchester United los 36 de la de Ander Herrera, el Manchester City los 65 de la de Laporte y el Chelsea los 80 de la de Kepa, Munian ha marcado un camino que a buen seguro que los directivos del Athletic que pronto vendrán -o continuarán- intentarán seguir. Claro que para eso hará falta que los futbolistas quieran, pues se trata de un acto voluntario, y es ahí donde el gesto de Iker se convierte en un arma de doble filo, pues a partir de ahora la posibilidad de renovar sin cláusula no solo ya no será una novedad, sino que quien no quiera hacerlo será porque claramente está pensando en irse, algo que, al menos con Urrutia, siempre se ha dejado claro desde Ibaigane que no consiente.

Y es aquí donde surge la gran pregunta: ¿y si Muniain o cualquier otro futbolista que renueve sin cláusula cambia de idea y quiere marcharse? Pues entonces el Athletic ya no podrá remitirse a los millones que estén estipulados y tendrá que sentarse a negociar, pues sabido es que los futbolistas siempre juegan donde quieren. De ahí que lo realmente importante, más allá de si tienen cláusula de rescisión o no, es que quieran jugar en su equipo y no hacerlo en otro por más dinero. Una cuestión de fidelidad, precisamente a lo que apela Muniain, algo que tanto se echaba de falta en el Athletic y que, por extensión, los dirigentes del Athletic deberían respertar con respecto a otros. Reflexionen un segundo: ¿y si esta renovación sin cláusula ha sido como hacerse el harakiri? Ahí lo dejo.