La salida de Denis al Arsenal, un lío de millones y rencores en el Barça

Pues sí, en contra de lo esperado y por más que algunos hagan bueno aquello de que la ignorancia es atrevida, el FC Barcelona ha reído el último en el disputado fichaje de Frenkie de Jong (Arkel, 1997) con el París Saint-Germain. La verdad es que no es fácil ganarle una puja al club francés de inagotable capital catarí, pero hasta el propio futbolista holandés dio por hecho que se marcharía al PSG, tal y como, resignado, se lo comentó a sus compañeros del Ajax la semana pasada.

Efectivamente, su sueño, y especialmente el de su padre, era seguir los pasos de Johan Cruyff y jugar en el Camp Nou, algo que finalmente hará a partir del próximo 30 de junio, pues lo que resta de la presente temporada no se moverá de Ámsterdam. Cómo estarían de seguros en el PSG de que iban a fichar a De Jong, que, según informó 'ESPN', quedarse sin el holandés le puede salir caro al director deportivo del club francés, Antero Henrique, quien previsiblemente será destituido por su presidente, el catarí Nasser Al-Khelaïfi, herido en el orgullo por su homógolo culé Josep María Bartomeu.

Opinión

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Lo que ahora estar por ver es si además de reír el último, el Barça también ríe mejor. Y no por el rendimiento que pueda ofrecer el joven De Jong, sobre el cual caben pocas dudas y por algo era el gran objetivo de los azulgranas para el próximo mercado de verano, sino porque su llegada a cambio de casi 90 millones de euros, una ficha acorde a lo pagado por él y la comisión que a buen seguro se ha llevado su agente, encarecen aún más una plantilla difícil de sostener financieramente por más que, según el informe económico anual que elabora Deloitte, el club catalán ingresara en la temporada 2017-18 casi 700 millones, 690,4 concretamente, 60,5 menos que el Real Madrid.

Para equilibrar lo gastado en las diferentes renovaciones, de manera muy especial en la de Leo Messi, así como en fichajes multimillonarios como los de Coutinho (160 millones), Dembelé (140) y el propio De Jong (86), el club que preside Bartomeu está obligado a sacar dinero por algunos jugadores y aligerar el coste de su plantilla. Y este es precisamente el gran escollo que se ha encontrado Denis Suárez para poder abandonar el Barça en dirección al Arsenal, su único deseo desde que recibió la llamada de Unai Emery, el técnico de los 'gunners' que le tuvo a sus órdenes durante su etapa en el Sevilla. A sus 25 años recién cumplidos, la promesa de tener minutos es lo que más convenció al gallego, pues si algo busca Denis es jugar, y con Emery lo mismo lo hizo de interior, que de mediapunta o de extremo.

Aunque en un principio el club catalán le dijo a Denis que no pondría problemas a su salida en vista de lo poco o nada que está contando para Ernesto Valverde, concretamente 257 minutos en lo que va temporada, en los que aún le ha dado tiempo a marcar dos goles y dar una asistencia, lo cierto es que llegado el momento no ha sido así. La comentada necesidad de generar ingresos ha llevado al Barça a pedir mucho dinero por su traspaso o, en el mejor de los casos, acceder a su cesión, pero solo si antes amplía su contrato, pues cabe recordar que Suárez lo concluye en 2020.

Claro que al tema estrictamente económico, donde lógicamente el Barça hace bien en mirar por sus intereses, se une uno de índole personal, concretamente en la persona de Raül Sanllehí, quien tras dejar su cargo como director de fútbol de la entidad blaugrana tras 15 años en el club, en noviembre de 2017 recaló en el Arsenal de la mano de Ivan Gazidis, ahora director general del Milan. Sanllehí, que fichó dos veces para el Barça a Denis, la primera en 2013 del Manchester City y la segunda en 2016 del Villarreal, no tiene una buena relación con los actuales gestores del club catalán.

Es verdad que, por aquello del control financiero, no está autorizado por los propietarios del club inglés a pagar ahora los 20 millones que le pide el Barça, de ahí que ofreciera 2,5 por la cesión y hacerse cargo de su ficha, sin ver claro lo de firmar una opción obligatoria de compra el 30 de junio, aunque esto sí sería negociable, siempre y cuando hubiera sintonía entre las dos partes, algo que con Sanllehí no sucede.

Valverde puede tener la llave

Según informó la 'Cadena SER', Denis podría ser apartado lo que resta de temporada si no acepta las condiciones que le impone el FC Barcelona para tener salida en el mercado de invierno: aceptar las propuestas del Betis o el Sevilla, dispuestos a pagar los alrededor de 20 millones que pide su club por él, o la ya comentada de irse cedido al Arsenal, pero solo después de ampliar su vinculación para no llegar al verano a falta de solo un año de acabar contrato. Sin embargo, él no está interesado en irse a ninguno de los dos clubs sevillanos, solo quiere ir al Arsenal ahora y está dispuesto a quedarse sin jugar.

Valverde le dejó fuera de la convocatoria para el partido de Copa contra el Sevilla y todo apunta a que fue como castigo por no haber puesto facilidades a su salida precisamente en dirección a la ciudad andaluza. En cierto modo, podría decirse que el Barça le echó de menos en el Pizjuán, donde perdió por 2-0, pues cabe recordar que en la eliminatoria copera anterior contra el Levante Denis salió con un 2-0 en contra y marcó un gol que a la postre facilitó la remontada en el Camp Nou.

Valverde ya facilitó la venta de Munir al Sevila, pues, sabedor de que un jugador descontento es un problema difícil de gestionar durante tantos meses, no quiere más tensiones innecesarias en el vestuario. Quizás este sea el último cartucho que le queda a Denis para irse al Arsenal antes del 31 de enero. No lo tiene fácil, sobre todo estando Raül Sanllehí por medio, pero también De Jong se iba al PSG y ha terminado en el Barça. Así es el fútbol y así se lo contamos... en tiempo real.