A mi bola
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Los errores de Casillas, el héroe nacional desterrado del Madrid y ahora de España
No es oficial, pero todo apunta a que Casillas no aspirará a presidir la RFEF. Su rival no está en Las Rozas, sino en Moncloa, de ahí que su candidatura fuera dinamitada y él equivocara su estrategia
El pasado 17 de febrero Iker Casillas hacía oficial su intención de presentarse a las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF). "Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España. #IkerCasillas2020", escribió en su cuenta de Twitter. Sin embargo, desde ese mismo momento, el ex guardameta del Real Madrid y 167 veces internacional con la Selección solo encontró obstáculos. Unos días antes, Iker se reunió con la nueva secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, a quien transmitió sus intenciones. Lo hizo casi a escondidas, su primer gran error o de quienes le asesoraron.
Antes de que la pandemia del coronavirus lo pusiera todo patas arriba, Casillas vio cómo el adelanto electoral que tanto le perjudicaba iba cobrando fuerza. Casualmente, dos visitas del actual presidente de la RFEF a Irene Lozano tuvieron como consecuencia la destitución de Ramón Barba, subdirector general de régimen jurídico del Consejo Superior de Deportes (CSD), y la petición de un nuevo informe al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) para el adelanto electoral de las elecciones de la RFEF. Sí, cuando no tienes vergüenza, te da igual ir a cara descubierta.
[La disparatada idea de convertir el Real Madrid femenino en la Selección española]
Vamos, que el caprichoso adelanto iba a ser sí o sí, tal y como contamos en El Confidencial el 2 de marzo y se confirmó cinco días después. Iker debió haber levantado entonces la voz y poner a cada uno y a cada una en su sitio, pero no lo hizo. Segundo gran error, sobre todo si enfrente tienes al Gobierno del postureo y la propaganda, al que unas declaraciones de un héroe nacional como él al menos hubieran incomodado, además de obligar a los medios a posicionarse o al menos denunciar lo que estaba pasando. Ya lo dijo Joseph Pulitzer: "Una prensa cínica, mercenaria y demagógica producirá un pueblo cínico, mercenario y demagógico". Pues eso.
Sin embargo, al decretarse el estado de alarma por la crisis sanitaria del covid-19 y suspenderse toda la actividad, las elecciones a la presidencia de la RFEF quedaron lógicamente en un segundo plano. Con Casillas confinado, además de desterrado, en Oporto, todo hacía suponer que el tiempo podía jugar a su favor. Pero no fue así. Al contrario, la necesidad del Gobierno de recurrir —por no decir extorsionar— a LaLiga para que el fútbol, como el circo en la Antigua Roma, volviera lo antes posible, sirvió para que la secretaria de Estado para el Deporte exhibiera la siniestra alianza con el actual presidente de la RFEF. Y ahí salió a flote el tercer error: el hecho de que desde el primer momento tras la figura de Casillas se viera la alargada sombra de Javier Tebas, lejos de beneficiarle, le perjudicó.
El cacareado Pacto de Viana fue la escenificación de ese proteccionismo de Pedro Sánchez al hijo de un socialista andaluz procesado en unas de piezas de los ERE de la Junta de Andalucía. De casta le viene al galgo, que dice el sabio refranero. Un proteccionismo del que María José Rienda, la anterior presidenta del CSD, también fue testigo en primera persona. Ya saben, aquel "soy amigo de Pedro" como preludio a una escena que obligó al recién destituido director general Mariano Soriano a no dejar sola a la ex esquiadora por miedo a lo que pudiera pasar. Cuesta creerlo, pero hay testigos que dan fe de ello.
El rival está en Moncloa, no en Las Rozas
Y es que si algo ha sorprendido a Casillas es que la principal oposición a su candidatura la ha tenido en el Gobierno y no en un rival al que estaba convencido de que podría derrotar. Y no solo por popularidad y capacidad, sino porque siempre le quedaba la ingenua esperanza de que quienes tienen la responsabilidad de elegir al máximo representante del fútbol español fueran (sean) conscientes de que con sus votos no solo daban la espalda a una leyenda, sino que se convertirían (convertirán) en cómplices de la falta de ética y dignidad de nada menos que un imputado por pegar presuntamente a una mujer. Causa por la que el actual presidente de la RFEF se sentará delante de un juez en Valencia. ¿Han escuchado a este respecto alguna voz del Gobierno o de alguna organización feminista? Yo tampoco.
Por más vueltas que le dé, a Iker le resultará complicado entender qué hay detrás del apoyo gubernamental a un dirigente que, además de lo dicho, no solo no ha generado recursos para la RFEF, sino que está dinamitando los que había con tanto pago por los servicios prestados y una manifiesta incapacidad para atraer nuevos patrocinadores, por más que él se lleve un porcentaje, y echar a algunos de los que estaban: Movistar, Cruzcampo, LG y veremos qué sucede con CaixaBank, que también se plantea salir, además de no hablarse con Adidas.
Aunque se diga que al presidente se le elige el 17 de agosto las elecciones estarán vistas para sentencia en PLENO ESTADO DE ALARMA.
— Rafa Fernandez (@rafafdezOCR) June 11, 2020
El silencio del portero es equivalente a su nivel de indignación con que @deportegob consienta esta situación pic.twitter.com/Z3Agjd4uN0
El famoso clientelismo de Ángel María Villar, ya saben, y el clásico servirse del fútbol en lugar de servirlo, por más que se diga lo contrario. Revisen el reciente auto de la Audiencia Provincial de Madrid en el que deja claro que "la coordinación no consiste en una actividad remunerada ni pretende crear ningún valor añadido del que deba participar la RFEF, y menos con un porcentaje de los ingresos que perciben los clubes profesionales por la comercialización de sus derechos audiovisuales". Mentiras evidentes, que se dice.
Y así llegamos a lo más reciente. Tal y como estaba previsto, la RFEF publicó el pasado jueves la convocatoria de elecciones y el plazo para presentar candidaturas a la Asamblea acaba el 24 de junio, por lo que Casillas tenía tan solo 13 días, 9 de ellos aún en el estado de alarma, para preparar su lista. Normal que desde su entorno se hablara de "nocturnidad" y "alevosía". Con el cierre de fronteras hasta el 1 de julio, la convocatoria de la RFEF validada por el CSD impide que Iker esté en España mientras se elige a quienes posteriormente, en principio el 17 de agosto, votarán al presidente.
Su misterioso mensaje en Instagram...
La noticia de su retirada no tardó en salir, aunque tampoco de manera oficial. Quién sabe, esta vez podría tratarse de un señuelo. Es decir, filtrar que no se presentará con la idea de hacerlo por sorpresa. Un misterioso mensaje este sábado en su cuenta de Instagram en el que el todavía guardameta del Oporto deshoja la margarita, invitaba a pensar que podría dar el paso. Aunque sinceramente suena demasiado pretencioso después de haber cometido tantos errores de cálculo, posiblemente por estar rodeado de un equipo desconocedor de lo que son unas elecciones federativas y que presumía de llevar un año trabajando. Poco se ha notado...
A la espera de la confirmación oficial, lo que parece claro es que del mismo modo que en el julio de 2015 Casillas abandonó el Real Madrid por la puerta de servicio y se marchó a Portugal, casi cinco años después podríamos decir que el Gobierno de España no le deja regresar a su país para aspirar a presidir el fútbol al que tanto dio como portero y capitán de la Selección. Si en su triste y esperpéntica despedida del Bernabéu chirrió escuchar a Florentino Pérez decir que "a las leyendas y los mitos hay que cuidarlos", "a Iker le respetamos, le admiramos y tiene las puertas abiertas", "me hubiera gustado que se retirase en el Madrid" o "estamos trabajando para hacer el gran partido homenaje que se merece y que tendrá", más patético resulta escuchar hablar de limpieza, transparencia y democracia al actual presidente de la RFEF, a quien, por cierto, habrán notado que no he nombrado.
Es lo que tiene la libertad de expresión, al menos mientras no la deroguen: que te callas cuando quieres, no cuando intentan callarte. Además, a un personaje tan nocivo e inmoral es mejor ni mentarle. Pobre fútbol español. Le están metiendo un gol y si ni el mismísimo Iker Casillas puede pararlo...
El pasado 17 de febrero Iker Casillas hacía oficial su intención de presentarse a las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol (RFEF). "Juntos vamos a poner nuestra Federación a la altura del mejor fútbol del mundo: el de España. #IkerCasillas2020", escribió en su cuenta de Twitter. Sin embargo, desde ese mismo momento, el ex guardameta del Real Madrid y 167 veces internacional con la Selección solo encontró obstáculos. Unos días antes, Iker se reunió con la nueva secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, a quien transmitió sus intenciones. Lo hizo casi a escondidas, su primer gran error o de quienes le asesoraron.