A mi bola
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Por qué Bale aún no ha dicho su última palabra en el Madrid (y Florentino, tampoco)
El presidente del Real Madrid, que apostó por el galés como relevo de Cristiano Ronaldo, le llegó a pedir paciencia, sabedor de la debilidad del entrenador, por mucho Zidane que sea
Un año y dos meses después de su famoso "si se puede marchar hoy, mejor que mañana", Zinedine Zidane por fin pudo celebrar que Gareth Bale ha abandonado el Real Madrid, al menos durante un año. Sin embargo, el francés no lo hizo. Fiel a su idea de regatear la polémica con la misma elegancia con la que regateaba a sus rivales, el técnico aseguró que "no me quito ningún peso de encima porque nunca lo ha sido". Curiosamente, los blancos jugaron este domingo en Anoeta, un campo en el que Bale siempre marcó —seis goles en cinco partidos—, y se quedaron sin hacerlo.
Zizou insiste en que lo suyo con el galés no es nada personal, pero en el fondo sí lo es. Con él e indirectamente con un presidente que tanto y tantas veces le ha protegido y consentido un comportamiento que en tiempos de Bernabéu hubiera recibido una de las famosas 'santiaguinas'. "Llega un momento donde las cosas se hacen porque se deben hacer", dijo el marsellés aquel 21 de julio del año pasado. "La vida es así, y si se quedó el año pasado fue por algo. Lo importante es lo que el jugador quería hacer. Mi opinión es la misma", aseguró el propio Zidane este sábado, justo antes de que el regreso de Bale al Tottenham se hiciera oficial.
Sabido es que Florentino Pérez siempre se ha tomado el fichaje de Bale como algo personal, pues no en vano, además de los 101 millones que pagó precisamente al Tottenham, era su candidato a sustituir a Cristiano Ronaldo, un fichaje que, le guste o no, hizo su antecesor en el cargo, Ramón Calderón. En las entrañas del club de Concha Espina recuerdan cómo el presidente llegó a pedir paciencia al galés, con el argumento de que igual Zidane no dudara mucho en el cargo y de este modo su situación pudiera revertirse. Sí, por más que Zizou haya ganado lo que ha ganado y volviera como volvió después de irse como se fue, su presidente no le ve diferente a cualquier otro entrenador. Es lo que Jorge Valdano llamó el eslabón más débil. Salvo el caso de Mourinho, casualmente quien volverá a tener a sus órdenes a Bale
En estos tiempos de propaganda que vivimos, cabe recordar cómo desde los medios que controla el presidente del Real Madrid se llegó a escribir que "Bale es el mejor fichaje de la entidad presidida por Florentino. El galés es el jugador que más se asemeja a Cristiano Ronaldo tanto en aportaciones ofensivas y defensivas como en distribución de juego". Casi nada. Además, nunca se ha dejado de recordar que "Bale fue decisivo en dos finales de Champions, una de la Copa del Rey y en el primer tramo de La Liga que ganó el conjunto merengue con Zidane en el banquillo". Datos, sí, pero de un deporte en el que los partidos y los títulos son como el juego del fútbol: colectivo.
Cuando era "innegociable" para Zidane
No hay que olvidar que cuando Zizou sustituyó a Rafa Benítez dejó claro que "la BBC es innegociable y, si están bien, van a jugar siempre". Sin embargo, a diferencia de Benzema y de Cristiano, Bale no siempre estaba bien por culpa de unas continuas lesiones que ya no se tuvieron en cuenta cuando se le fichó. ¿Recuerdan la famosa hernia que resultó ser una protusión? Tantas ausencias le llevaron a ser suplente, incluso en la final de la Champions disputada el 26 de mayo de 2018 contra el Liverpool, donde en plena celebración se atrevió a decir que "si no cuento para el entrenador, me tendré que marchar", aunque quienes realmente se marcharon fueron Cristiano primero y Zidane después.
De este modo, y como se encargó de airear su representante, Jonathan Barnett, Bale se las prometió muy felices sin el francés, aunque el regreso de Zizou en marzo del año siguiente volvió a cambiar su situación. "No sé si Bale tiene la cabeza en el Madrid, preguntádselo a él", llegó a declarar un Zidane pocas veces tan enfadado como después de perder contra el Rayo Vallecano y enterarse de que el galés no volvió con sus compañeros a Valdebebas, sino que se marchó a coger un vuelo privado.
Hace dos veranos, aquel 21 de julio de 2019 del que hablábamos al principio, Bale cerró un acuerdo con el Jiangsu Suning chino, pero el Real Madrid, es decir, Florentino Pérez, lo rompió y evitó una marcha con la que Zidane ya contaba. El francés hizo de tripas corazón y volvió a tener la mano al galés, pero éste ya parecía estar perdido para el fútbol, menos cuando iba con su selección, y prefería dedicarse a su verdadera pasión: el golf.
Lo cierto es que este singular futbolista, "que forma parte de una de las etapas más exitosas de nuestra historia", como rezaba el comunicado del Real Madrid en el que se hizo oficial su cesión al Tottenham, es el que más gana del equipo blanco, con un total de 24 millones de euros por temporada. De hecho, es el octavo del mundo, por detrás de Messi (107, entre los 78 de ficha y los 29 de publicidad), Cristiano (98, en su caso repartidos en 40 y 58, respectivamente), Neymar (80, con 65 y 15), Mbappé (35, con 23 y 12), Salah (31, 20 y 11), Pogba (28) y Griezzman (27).
Nadie puede dudar de las capacidades físicas del galés, aunque tampoco de las numerosas lesiones que padece precisamente por depender tanto de su físico. A eso se refirió Pep Guardiola cuando, tras la derrota de su Bayern en el Bernabéu, dijo que "a la contra el Real Madrid es imparable. Son atletas y si les dejas correr, en esta cuestión del ida y vuelta es un riesgo". También es verdad que Bale tiene mucho gol, bastante más que Vinicius, por ejemplo, aunque futbolísticamente no es un jugador que entienda el juego, de ahí lo mucho que le cueste jugar en equipo y le vaya mejor en solitario.
Si hace unos días era James Rodríguez, el quinto fichaje más caro de la historia del Real Madrid, quien se marchaba al Everton, ahora es el segundo de esa lista el que ha hecho las maletas, y también en dirección a la Premier. La diferencia es que Bale lo hace en calidad de cedido, pues su contrato, renovado en octubre de 2016, expira el 30 de junio de 2022. Es decir, que si el Tottenham quiere quedárselo en propiedad, deberá negociar su traspaso el próximo verano o el galés volverá a la disciplina del equipo, veremos si para entonces dirigido por Zidane, en función de cómo discurra la temporada recién comenzada en la que ya se habla de falta de pegada, justo lo que tiene el galés, y no solo cuando juega al golf...
Un año y dos meses después de su famoso "si se puede marchar hoy, mejor que mañana", Zinedine Zidane por fin pudo celebrar que Gareth Bale ha abandonado el Real Madrid, al menos durante un año. Sin embargo, el francés no lo hizo. Fiel a su idea de regatear la polémica con la misma elegancia con la que regateaba a sus rivales, el técnico aseguró que "no me quito ningún peso de encima porque nunca lo ha sido". Curiosamente, los blancos jugaron este domingo en Anoeta, un campo en el que Bale siempre marcó —seis goles en cinco partidos—, y se quedaron sin hacerlo.