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Toquero, un 'lehendakari' para el sindicato que vendió su independencia
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Kike Marín

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Toquero, un 'lehendakari' para el sindicato que vendió su independencia

El alavés se presenta como alternativa a Aganzo, quien tras ser colocado a dedo en la presidencia de AFE por su padrino Rubiales ha terminado en brazos de la patronal de Tebas

Foto: Gaizka Toquero, en el homenaje recibido en San Mamés. (EFE)
Gaizka Toquero, en el homenaje recibido en San Mamés. (EFE)

En una esquina del cuadrilátero, con 336 partidos y 45 goles, el aspirante Gaizka Toquero (Vitoria, 1984), canterano de la Real Sociedad que se consagró en el Athletic de Bilbao y colgó las botas en el Real Zaragoza. En la otra esquina, con 310 partidos y 84 goles, el presidente saliente David Aganzo (Madrid, 1981), canterano del Real Madrid que jugó hasta en doce equipos y se retiró en el CD Lugo. Ambos fueron delanteros y ahora, en lugar de marcar goles, su objetivo es presidir la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), un sindicato que hace tiempo que dejó serlo.

El viernes de la semana pasada, a pocas horas de que finalizara el plazo para presentar candidaturas a las elecciones convocadas para el próximo 9 de abril, Toquero anunció que será la alternativa a Aganzo en las urnas a la que están llamados los afiliados y afiliadas, ya sea con voto presencial o por correo. Tres días después, es decir, fuera de plazo, aún no se sabía si el dimitido presidente iba a presentarse a la reelección. No faltó alguna información en la que se aseguraba que no lo hacía porque le faltaban nombres para maquillar su lista continuista. Aunque, eso sí, mientras tanto mantenía el cargo de director general, a razón de 150.000 euros anuales,

Foto: El presidente de AFE, David Aganzo, en un acto con futbolistas. (EFE) Opinión

Desde AFE, ahora mismo en manos de una comisión gestora formada por afines a Aganzo como Jorge Azkoitia, Nestor Susaeta y Fe Robles, además del abogado que se encargó de los despidos de aquellos que no mostraron su adhesión a él, no informaron de las intenciones del presidente saliente ni siquiera a la candidatura del mencionado Toquero, desde la que, tal es el grado de desconfianza, que exigieron que en el registro de entrada de la suya figurara por escrito el día y la hora, algo que, por lo visto, no es costumbre en el sindicato mayoritario.

Sin embargo, el pasado martes Aganzo irrumpió en escena, aunque lo hizo con la sensación, no solo de improvisación, sino también de nerviosismo. "No tengo nada contra Toquero, es un buen tío y le conozco porque le hemos ayudado desde AFE", dijo con muy poco estilo sobre su rival y en una presentación en la que se atrevió a hablar de "valores fundamentales como la unidad, la transparencia y la independencia". Ya saben, dime de qué presumes y te diré de qué adoleces.

Curiosamente, el 'masterizado' Aganzo opta a la reelección de un cargo que ocupa desde noviembre de 2017, cuando Luis Rubiales le cedió la silla para hacer él lo propio con la de Ángel María Villar en la Federación Española de Fútbol (RFEF). Quizás por eso dijo que "tengo claro que Toquero es el candidato de la Federación". Él sabe mejor que nadie lo mucho que le interesa al ahora presidente de la RFEF controlar el sindicato mayoritario y se cree el ladrón que todos son de su condición. "Sé que la otra candidatura se ha reunido en un hotel con la Federación", añadió Aganzo, como si esto tuviera algo de extraño.

Una vez que decidió complicarse una vida que ahora dedicada a la representación y aceptó encabezar una candidatura a presidir AFE, Toquero telefoneó a Rubiales para comunicárselo, pero también a Tebas y al propio Aganzo. "El dinero y las cosas que se hacen en AFE son por y para los futbolistas" y "la asociación es de los futbolistas, no nuestra", estas son algunas de las premisas del alavés, a quien sí es verdad que la presencia en 'AFE Unidos' de varios leales a 'Rubi' le penaliza por lo que ello supone.

Una independencia que no existe

"AFE tiene que ser independiente, no puede ser una sucursal de nadie", proclamó un José Antonio Camacho que se ha animado a formar parte de la candidatura de Aganzo, aunque el ex seleccionador no debe de conocer el pasado más reciente del sindicato que él vio nacer en 1978. AFE dejó de ser independiente desde que Rubiales llegó a su presidencia y todos los directivos se pusieron sueldo. Lo hicieron a pesar de que, como indicaba el artículo 35 de los estatutos de AFE, "todos los cargos que componen la Junta de Gobierno serán gratuitos". El juzgado de instrucción número 30 de Madrid admitió a trámite la querella de seis afiliados contra Rubiales por apropiación indebida y delitos societarios, aunque el Juzgado de Primera Instancia número 97 de Madrid la desestimó.

placeholder Luis Rubiales, con David Aganzo, en su despedida de AFE. (EFE)
Luis Rubiales, con David Aganzo, en su despedida de AFE. (EFE)

Sí, fue Rubiales quien convirtió AFE en un modo de vida para sus dirigentes en lugar de la asociación integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses laborales ante el empleador con el que están relacionados. Es decir, lo que realmente es y debería ser un sindicato. Desde entonces, los futbolistas han podido comprobar cómo en lugar de combatir la inseguridad jurídica o los retrasos en los pagos, AFE se ha ganado merecidamente el sobrenombre de 'sindicato de millonarios'.

Cuando se fundó, se producían muchos impagos, no había Seguridad Social y existía el llamado derecho de retención, por el que ningún futbolista podía cambiar de club sin permiso del club anterior y terminado el contrato, el club podía retenerle con solo aumentarle el 15%. Algo parecido a lo que actualmente sigue ocurriendo en el fútbol femenino con la llamada Lista de Compensación y que, sin embargo, AFE no solo no ha combatido, sino que ha apoyado en descarada y deshonesta alianza con la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino.

"Esta candidatura lleva los valores del liderazgo, cercanía, igualdad, eficacia, profesionalidad, solidaridad, compromiso y honestidad", dijo Aganzo, durante la presentación de la candidatura 'El valor que nos une'. Efectivamente, hay que tener mucho valor para presentarse a seguir presidiendo un sindicato después de convertirlo en un brazo armado del presidente de la RFEF, que para eso le puso a dedo, y acabar en brazos de LaLiga cuando Tebas le puso en alerta de la sublevación que le preparaban los leales a 'Rubi' por pretender empezar a pensar y decidir por sí mismo. Y es que para esto no lo solo hay que estar capacitado, sino también autorizado si, como en el caso de Aganzo, vendes tu alma al diablo.

"Han intentado destruir el sindicato con una guerra sucia y por eso resalto el mensaje de independencia", se permitió repetir el presidente saliente de AFE. "Nuestra candidatura es totalmente limpia y la gente sabe quién está detrás", añadió con 'el valor que le une' al cargo, para acabar asegurando que "vamos a dialogar con cualquier interlocutor, pero el compromiso es solo con los compañeros y compañeras". Sobre todo con las compañeras, sí. ¿Recuerdan el "¡ari, ari, ari, Toquero lehendakari!"? Pues eso es lo que quiere ser ahora Toquero, el presidente de un sindicato que hace tiempo que dejó de serlo al vender su independencia.

En una esquina del cuadrilátero, con 336 partidos y 45 goles, el aspirante Gaizka Toquero (Vitoria, 1984), canterano de la Real Sociedad que se consagró en el Athletic de Bilbao y colgó las botas en el Real Zaragoza. En la otra esquina, con 310 partidos y 84 goles, el presidente saliente David Aganzo (Madrid, 1981), canterano del Real Madrid que jugó hasta en doce equipos y se retiró en el CD Lugo. Ambos fueron delanteros y ahora, en lugar de marcar goles, su objetivo es presidir la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), un sindicato que hace tiempo que dejó serlo.

Luis Rubiales Real Federación Española de Fútbol