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Rubiales, acorralado tras las acusaciones del Comité de Ética: ¿este Cueto se ha acabado?
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Kike Marín

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Rubiales, acorralado tras las acusaciones del Comité de Ética: ¿este Cueto se ha acabado?

"Antes de proponer habría que hablar con ellos para ver si están dispuestos a hacerlo como entendemos que hay que hacerlo", puede leerse en un email al que ha tenido acceso El Mundo

Foto: Luis Rubiales, durante su comparecencia de prensa. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Luis Rubiales, durante su comparecencia de prensa. (EFE/Rodrigo Jiménez)

En una sociedad cada vez más judicializada, pues la palabra no tiene ningún valor y un apretón de manos ya no basta para cerrar un acuerdo, la ética, al igual que sucede con la transparencia, se ha visto relegada a eso tan de moda que es el postureo. Lo único que cuenta es si algo es legal o ilegal, es decir, si está dentro de la Ley y se puede demostrar, de ahí la importancia de rodearse de abogados. Más que de ética, se trata de pura estética. Ya saben, basta con nombrar un comité para demostrar cómo de ética es una persona o someterse a un estudio de transparencia para presumir de ello mientras no se informa de lo que se requiere. ¿Les suena?

Cabe recordar que, según la RAE, por ética se entiende el "conjunto de normas morales que rigen la conducta de la persona en cualquier ámbito de la vida. Ética profesional, cívica, deportiva" o "parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores". En el fútbol, convertido en un gran negocio, hace tiempo que los valores quedaron en un segundo plano, aunque al menos nadie presume de ellos, como sucede en otros deportes en los que, además, a la mayor parte de la prensa no le cuesta tanto pedir dimisiones y confundir, cuando no encubrir, a responsables con culpables. En el caso de Rubiales, no hay duda, aunque sí mucho miedo.

Foto: Ilustración: EC Diseño.

"No acepto estar en un órgano solo para dejar pasar el tiempo, figurar como un pavo real y tener la esperanza de cobrar algo trabajando lo menos posible. No acepto estar en órganos que puedan servir de tapadera o de lavado de cara (...). El tiempo de la explotación de esclavos y tenencia de siervos pasó hace mucho". Aunque desde El Confidencial hace tiempo que lo veníamos avisando, según unos emails a los que ha tenido acceso el diario 'El Mundo', en estos términos se dirigió Araceli Mangas, una de las exintegrantes del Comité de Ética de la Federación Española de Fútbol (RFEF) a su secretario general, Andreu Camps, el 16 de enero de 2020.

Tres dimisiones... y una destitución

Esta prestigiosa catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales denunció que "desde que asumí en agosto-septiembre de 2018 la tarea en la Sección de Ética del Comité Jurisdiccional, pude comprobar que requería una importante responsabilidad de trabajo, aptitud de conocimientos, dedicación, independencia de criterio y voluntad de contribuir al respeto a los valores de ese deporte y su prestigio". Sin embargo, añadió, "no hacer nada o condicionar cualquier trabajo a su remuneración es incompatible con mis valores éticos". Araceli Mangas tampoco tuvo ningún reparo en denunciar la "ineptitud", "falta de dedicación" y "abandono" de Manuel Villoria, a quien Rubiales encomendó la dirección de la citada Comisión de Ética y destituyó para intentar enmascarar como tales las dimisiones de la propia Araceli Mangas, así como de su compañero José Luis Pérez Triviño.

placeholder Araceli Mangas, catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales.
Araceli Mangas, catedrática de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales.

El mencionado Camps fue quien alertó a su presidente de que "me ha llamado Pérez Triviño y me ha transmitido que no concibe el Comité de Ética como un órgano 'pasivo' que espera a que le pidan que actúe. Entiende que debe ser todo lo contrario, dice que su visión es la del Código de Ética de la FIFA, que toma iniciativas por su cuenta". Y es que, si todo lo denunciado hasta la fecha y lo que aún falta por denunciar ocurriera en la UEFA o en la FIFA, nadie duda de que el de Motril ya estaría fuera de la RFEF después de ver lo que sucedió con el famoso 'FIFAgate'.

Pero hay más. En otro correo al que ha tenido acceso 'El Mundo', Jorge Mowinckel, director del departamento de Internacional de la RFEF, comunicó al secretario general, con copia a Rubiales, que "la gente común, tanto del fútbol como el público en general, no tiene ni idea de si los miembros de este Comité tienen prestigio o no, lo único que importa es que haya Comité. Por eso, creo que tiene que primar al 100% la lealtad, independientemente de quien proponga los nombres".

placeholder Una reunión del TAD, con Camps y González Cueto. (EFE)
Una reunión del TAD, con Camps y González Cueto. (EFE)

El papelón de Tomás González Cueto

En la misma línea de lo que se podía desprender de las diferentes informaciones publicadas hace dos semanas por El Confidencial, donde ya quedaba claro el clientelismo por el que se rige la RFEF, en estos correos se confirma que Rubiales había transmitido su malestar por el hecho de que el citado comité pretendiera expedientar a varios dirigentes territoriales, miembros de la junta directiva. Aquí podrían recordarse las desavenencias con Ana Muñoz, la exvicepresidenta de integridad, por los casos del catalán Andreu Subies o el canario Antonio Suárez, entre otros,

Claro que quizás lo más grave de todo lo desvelado por 'El Mundo', es leer un correo del asesor jurídico de la RFEF, Tomás González Cueto, en el que explica que "hay que combinar prestigio profesional con lealtad", para añadir que, en cuanto a los sustitutos, "antes de proponer habría que hablar con ellos para ver si están dispuestos a hacerlo como entendemos que hay que hacerlo". Es decir, nombras un comité a la carta o a la medida de lo que en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas entienden por ética, algo que, sobre todo después de lo contado por El Confidencial está, cuando menos, bajo sospecha.

Frente a dos ex miembros del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) como Camps y Cueto, qué mejor ejemplo que lo que hicieron Ana Muñoz, Araceli Mangas y José Luis Pérez Triviño presentando su dimisión. A la espera de ver el recorrido legal de la denuncia presentada ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) por Stephen Newman, presidente del DUX Internacional, en la que solicita la incoación de un procedimiento disciplinario a Rubiales y su suspensión cautelar por las posibles irregularidades con la ayuda de vivienda, parece evidente que el de Motril está cada vez más acorralado.

Foto: El palco del Estadio La Cartuja, en la final de Copa. (EFE/Julio Muñoz) Opinión

"Queremos enfatizar, una vez más, que la RFEF ha actuado siempre dentro de la legalidad y de manera correcta", rezaba el comunicado de la RFEF emitido este lunes. Vamos, vuelta la mula al trigo con de lo legal, ahí donde los abogados, sobre todo si son familia, tienen su mejor negocio, y apelando a lo correcto, es decir, a aquello que se desarrolla de acuerdo a las reglas o a las normas establecidas, algo muy subjetivo cuando eres tú quien las impone. ¿Será que este Cueto se ha acabado?

En una sociedad cada vez más judicializada, pues la palabra no tiene ningún valor y un apretón de manos ya no basta para cerrar un acuerdo, la ética, al igual que sucede con la transparencia, se ha visto relegada a eso tan de moda que es el postureo. Lo único que cuenta es si algo es legal o ilegal, es decir, si está dentro de la Ley y se puede demostrar, de ahí la importancia de rodearse de abogados. Más que de ética, se trata de pura estética. Ya saben, basta con nombrar un comité para demostrar cómo de ética es una persona o someterse a un estudio de transparencia para presumir de ello mientras no se informa de lo que se requiere. ¿Les suena?

Luis Rubiales Real Federación Española de Fútbol Andreu Camps Consejo Superior de Deportes (CSD) El Mundo Ética