De Barcelona-Pirineus a Cataluña-Herzegovina pasando de Aragón: la historia de una traición

La noticia tiene más calado político de lo que parece: Cataluña podría promover una candidatura con otros países, como Francia, Italia o Bosnia-Herzegovina, para albergar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030. Aunque lo más sorprendente es que "en esta línea ha empezado a trabajar ya el Comité Olímpico Español". Esto es al menos lo que el pasado viernes desveló la consellera de Presidencia de la Generalitat catalana, Laura Vilagrà, después de que tres días antes el presidente del COE, Alejandro Blanco, decidiera que, en caso de que no haya acuerdo para una candidatura conjunta, sea su Asamblea la que vote entre Cataluña y Aragón. Basta con recordar que Blanco fue reelegido para su quinto mandato con 156 votos a favor y siete en blanco, valga la redundancia, para imaginarse el resultado...

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Para dejar claro que no se trata de un farol, sino que en la Generalitat (y, por lo visto, también en el COE) van en serio, la consellera d´Acció Exterior, Victòria Alsina, estuvo ese mismo día en Bosnia-Herzegovina con el primer ministro del cantón de Sarajevo, Edin Forto. "El Gobierno de Cataluña da apoyo a que Sarajevo se incorpore a la candidatura olímpica de los Juegos de Invierno y que una serie de pruebas se puedan realizar en esta ciudad", señaló Alsina tras la reunión. Por su parte, Laura Vilagrà fue más lejos y aseguró que "el proyecto en solitario catalán tendría todas las garantías para poder ganar", tras pasar la evaluación del COI.

Cabe recordar que en la primera carta que presentó y avaló el presidente del COE ante el COI, solo estaba Cataluña y, de hecho, la candidatura se llamaba Barcelona-Pirineus. "La denominación en catalán o español tampoco era una preocupación", comentó entonces Alejandro Blanco. A diferencia de lo que ha decidido ahora, el presidente del COE no sometió a votación de su Asamblea presentar dicha carta y, según fuentes conocedoras del proceso, cuando posteriormente se dio cuenta de que Cataluña sola no podía albergar los Juegos de Invierno, fue Pedro Sánchez quien le planteó incluir a Aragón. Blanco hizo suya la 'tesis' del presidente del Gobierno de España y ambos garantizaron a Javier Lambán que sería en igualdad de condiciones, de ahí el enfado ahora del presidente del Gobierno de Aragón.

También fue en aquel momento cuando, además de sumar a Aragón, surgió la opción de la subsede de Sarajevo, una ciudad que ya albergó los Juegos de Invierno en 1984, con trampolines y pistas para la combinada nórdica como prioridades, así como la pista de bobsleigh para competiciones como bob, trineo y skeleton. Sabido es que el COI apuesta por evitar la construcción de infraestructuras que después de las competiciones deportivas queden en desuso, de ahí que en el COE se valorara, como curiosamente ahora se valora en solitario desde la Generalitat, la eventual celebración de las pruebas de salto y túnel de hielo en la ciudad bosnia.

La pérdida de confianza en Blanco y el COE

"Aragón ha perdido totalmente la confianza en el Comité Olímpico Español y su presidente y exige la intervención urgente de Pedro Sánchez y su Ejecutivo", declararon a la Agencia EFE fuentes del Gobierno de Aragón, donde consideran de "extrema gravedad" la posibilidad de que, tal y como planteó Blanco, el COE valore la posibilidad de votar entre dos candidaturas independientes de Aragón y Cataluña. Y esto antes de conocer la opción de que la Generalitat, con la ayuda del propio Alejandro Blanco, pueda promover una candidatura con otros países, como aseguran desde la Generalitat, lo cual comprometería aún más a Moncloa.

Otro detalle es que la mencionada Laura Vilagrà fue invitada por Blanco a estar junto al presidente del COI, Thomas Bach, el pasado miércoles en Madrid, donde no se vio a ningún representante de Aragón. Normal que desde Zaragoza se lamente "la entrega manifiesta del COE a Cataluña" y manifiesten su "indignación y falta de confianza" en un presidente y una institución que, en su opinión, "han perdido toda la legitimidad y credibilidad". Y de ahí también que Lambán anunciara que informará "directamente al COI sobre el esperpento de la negociación con la Generalitat de Cataluña y el COE", además de solicitar la comparecencia en el Senado como presidente autonómico para que la opinión pública española conozca su posición.

La diferencia con Jaca y Granada

A diferencia de lo sucedido, por ejemplo, con las candidaturas de Jaca y Granada, donde el COE mantuvo la neutralidad, ahora sí parece que su presidente va claramente con Cataluña y, dadas las circunstancias, contra Aragón. Solo así se explica que en apenas unos meses Alejandro Blanco, quizás superado por las presiones políticas, haya pasado de asegurar que "una candidatura conjunta entre Aragón y Cataluña o nada" o "sería impensable organizar unos grandes Juegos de Invierno sin tener a Jaca", a lavarse las manos diciendo que "el acuerdo no depende del COE, depende de Aragón y Cataluña".

"O dejamos la política o no sacaremos la candidatura", comentó hace unos días Blanco en 'Catalunya Radio', aunque, más que a la Generalitat que preside Aragonés, pareció referirse al Gobierno de Aragón, donde sus técnicos insisten en todo lo contrario. "No se puede perder la oportunidad de hacer unos Juegos Olímpicos en España", argumentó el presidente del COE, para a continuación apuntar que cuenta con el apoyo del Gobierno de Sánchez y que el presidente del COI conoce la situación. Es decir, haciendo a ambos de alguna forma partícipes de esa puerta abierta, no solo a una candidatura en solitario de Cataluña, sino con otros países. ¿Pero él no preside el Comité Olímpico Español?

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"Primero tenemos que solucionar nuestro tema. Ver qué candidatura presentamos", respondió Blanco sobre este asunto, para acabar lanzando un inquietante mensaje al presidente de Aragón, un Javier Lambán que ha llegado a pedir su dimisión. "Todo está grabado", dijo el presidente del COE, una amenaza que recuerda inevitablemente a su amigo y protegido Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), y que quizás explica por qué, después de muchos años, la última Asamblea del COE no fue pública. Es lo que tiene empezar la historia hablando de una candidatura Barcelona-Pirineus y acabar apuntando a la estrambótica Cataluña-Herzegovina, pasando olímpicamente, nunca mejor dicho, de Aragón. La historia de un disparate... y una traición.