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Una Superliga a lo Groucho Marx y con Florentino Pérez en el papel de Tebas
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Kike Marín

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Una Superliga a lo Groucho Marx y con Florentino Pérez en el papel de Tebas

Los "diez principios" que presentó el CEO de esta competición nada tienen que ver con los iniciales y uno de ellos choca frontalmente con lo que Madrid y Barça hacen en España

Foto: Bernd Reichart. entre Florentino y Laporta. (EFE/Mariscal)
Bernd Reichart. entre Florentino y Laporta. (EFE/Mariscal)

A diferencia de su presidente, Florentino Pérez, que presentó personalmente la Superliga en El Chiringuito, Bernd Reichart, CEO de A22 Sports Management, la empresa promotora de esta competición, escogió la Leading European Newspaper Alliance (LENA), a la que pertenece El País, para anunciar los "diez principios para una liga europea de fútbol". Tras su estrepitoso fracaso inicial, con nueve de los doce fundadores bajándose del barco antes incluso de que este zarpara, los impulsores del proyecto han hecho buena la mítica sentencia de Groucho Marx: "Estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros". Valiente ridículo.

Como acertadamente podía leerse en el mismo medio en el que el ejecutivo alemán expuso su decálogo en España, la Superliga presentó otra Superliga. Y es que ahora resulta que donde Florentino dijo digo, Reichart dice Diego. Una competición abierta, basada únicamente en el mérito deportivo, con varias divisiones y entre 60 y 80 clubes participantes y un mínimo de 14 partidos por equipo, reconociendo la importancia de las ligas nacionales y el control financiero para evitar el 'dopaje económico' que suelen utilizar los clubes Estado, además de destinar "gran parte de los ingresos" a infraestructuras, el fútbol base y, ojo, ¡hasta al fútbol femenino!

Foto: Pérez y Laporta, el pasado viernes en Madrid. (EFE/Mariscal)

Sin ningún rubor, quizás porque él llegó más tarde y tampoco se trata de asumir los despropósitos de otros, el CEO de la Superliga explicó que estas son las conclusiones a las que han llegado tras las conversaciones sobre las competiciones europeas "con más de 50 clubes y otros actores del fútbol", entre los que no se encuentran los nueve 'desertores'. Es decir, que no solo han cambiado completamente el modelo inicial, el cual está pendiente de lo que dicte el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), sino que se han visto obligados a tender la mano, no por generosidad o solidaridad, sino por necesidad, a los mismos equipos a los que despreciaron.

La relación de Pérez y Laporta con LaLiga

"Sí, la Superliga será cien por cien abierta y basada en la meritocracia", explicó Bernd Reichart en los micrófonos de la Cadena SER. "No habrá privilegios ni miembros permanentes. Nadie tendrá plazas aseguradas y cada equipo tendrá que tener méritos deportivos para poder participar", añadió, para concluir diciendo que "si FC Barcelona o Real Madrid tienen una mala temporada, podrán quedarse fuera de la competición". Como dijo el presidente de LaLiga, Javier Tebas, "el lobo que se viste de abuelita". Aunque Florentino hable de "salvar al fútbol", a quien quiere salvar es a él, para lo cual no le importa dejar en la estacada al resto de clubes españoles.

Hablando de LaLiga, sin duda el punto más llamativo del decálogo presentado por el CEO de Superliga es el V, en el que apuntó que "las competiciones europeas de clubes deberían estar gobernadas por los clubes, tal como ocurre en el ámbito nacional, y no por terceros que se benefician del sistema sin asumir ningún riesgo". Es decir, lo que, efectivamente, sucede en España con la llamada patronal del fútbol profesional, contra la que permanentemente están enfrentados el presidente del Real Madrid y su secuaz Laporta, precisamente los dos grandes impulsores de la Superliga, toda vez que el tercero, Andrea Agnelli, se ha visto obligado a salir de la Juventus. Por cierto, ¿qué opinará a este respecto el presidente de la Federación Española de Fútbol? Esperen sentados. Con Florentino se ha topado...

placeholder El presidente de LaLiga, Javier Tebas, durante la firma de un acuerdo. (EFE/Zipi)
El presidente de LaLiga, Javier Tebas, durante la firma de un acuerdo. (EFE/Zipi)

¿Una competición sin los clubes de la Premier?

Resulta paradójico que la misma preocupación que desde hace tiempo tiene LaLiga, la tenga ahora la Superliga, aunque pensando únicamente en los intereses de Real Madrid, Barcelona y, como mucho, Atlético de Madrid. "En Europa hay mucha preocupación por seguir compitiendo contra la Premier League. Si se compara el nivel de salarios, es preocupante", comentó Reichart sobre el poderío inglés. "La Premier puede servir de ejemplo, pero no podemos estar de brazos cruzados y no buscar una alternativa", añadió, para desenmascararse al concluir diciendo que "la nuestra es la única forma de acercar equipos grandes de Europa a los equipos de la Premier".

Siguiendo su propia argumentación, lo que resulta difícil de creer es que el ejecutivo alemán asegure que "no dependemos de ningún territorio en concreto y la Superliga iría adelante sin los clubes de la Premier". ¿De verdad piensa que esta competición tiene futuro sin Manchester United, Liverpool, Arsenal, Manchester City, Chelsea o Tottenham, quienes en ese caso seguirían disputando la todopoderosa competición inglesa y entre semana la UEFA Champions League junto a Bayern de Múnich o Paris Saint-Germain, entre otros muchos clubes que ya se han posicionado claramente en contra de la competición de Florentino?

placeholder Aficionados del Chelsea protestan contra la Superliga. (EFE/Neil Hall)
Aficionados del Chelsea protestan contra la Superliga. (EFE/Neil Hall)

"Claro que respetaremos la decisión de la Justicia", señaló en la misma entrevista radiofónica Reichart, manteniendo así ese punto de soberbia que destila su presidente. ¿Acaso tienen otra opción? A diferencia de lo que sucede en España, el poder de Florentino se diluye al otro lado de los Pirineos y prueba de ello fue la sorna con la que los medios internacionales se tomaron su salida en falso. No hay que olvidar que la decisión del TJUE será decisiva para las aspiraciones de la Superliga y que ya el informe previo del abogado general de la UE, el griego Athanasios Rantos, fue favorable a la UEFA, a la que legitimaba para organizar y autorizar las competiciones europeas. Sin el respaldo de la justicia europea, el poder de convencimiento de la Superliga para atraer clubes quedaría muy tocado.

Foto: Rubiales, en la presentación de la final de la Supercopa. (RFEF) Opinión

A esto hay que añadir que la UEFA ya ha decidido cambiar el formato de la Champions a partir de la temporada 2024-2025, en la que se pasará de 32 a 36 participantes y de seis a ocho partidos en la primera fase, cuatro en casa y cuatro fuera, contra rivales distintos, además de haber creado una sociedad compartida al 50% con los clubes que ya opera en la explotación de las competiciones. ¿Para qué entonces una Superliga? Pues muy fácil, para que Florentino la presida, como de hecho ya la preside y se convierta en el Tebas europeo, mientras sus voceros habituales le vitorean, sin medir el daño que supondría para el fútbol español. Como escribió Eduardo Galeano, "ya no se necesita que los fines justifiquen a los medios. Ahora los medios de comunicación justifican los fines". Según de quiénes sean, claro está...

A diferencia de su presidente, Florentino Pérez, que presentó personalmente la Superliga en El Chiringuito, Bernd Reichart, CEO de A22 Sports Management, la empresa promotora de esta competición, escogió la Leading European Newspaper Alliance (LENA), a la que pertenece El País, para anunciar los "diez principios para una liga europea de fútbol". Tras su estrepitoso fracaso inicial, con nueve de los doce fundadores bajándose del barco antes incluso de que este zarpara, los impulsores del proyecto han hecho buena la mítica sentencia de Groucho Marx: "Estos son mis principios, si no les gustan, tengo otros". Valiente ridículo.

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