Y Pau Gasol no pudo igualar la gesta de Toni Kukoc

Leíamos en la previa de la Final de la Euroliga las comparaciones entre Pau Gasol y Toni Kukoc. De haber ganado este partido, Gasol se hubiera unido al genio croata como los únicos baloncestistas en tener anillos NBA, campeonatos del Mundo y Europeos con sus selecciones, y algún título de la Euroliga. A la emoción propia de una Gran Final, se añadía la guinda del mito de nuestro baloncesto igualando algún récord y batiendo otros (nadie había sido campeón con su edad).

Todos los lectores recordarán esos momentos de entrenador-romanticón, al que le daba por pedir a sus jugadores que disfrutasen el último partido de la competición; el más importante de todos.

"¡Salgan ahí fuera, y sean felices!"

Pero el romanticismo no ha entrado apenas en los planes de un tipo como Ataman, entrenador turco del Efes, ni mucho menos en los de Jasikevicius: "¡Salgan ahí fuera, y muerdan o serán mordidos!". Es el baloncesto de cuchillo entre los dientes de toda la vida, pero con una media en la cancha de 20 centímetros más por jugador.

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Alberto Ramírez

Nos sentábamos con ganas de disfrutar de finos estilistas como Micic o Simon o Larkin en el Efes; como Pau o Higgins o Mirotic en el Barça. Sin embargo, Jasikevicius tenía otras ideas para un día así. Disfrazó de soldados de asalto a Victor Claver y Brando Davies, y los erigió en sus elementos diferenciales para este partido. Desde las dos primeras jugadas (una defensa de Claver a Micic que no lo dejó ni entrar en la zona, y un robo de balón de Davies a Simon que acabó en un mate con grito incluido), la gloria de esta Final Four parecía cuestión de superhombres sin piedad.

Nos extrañó mucho que Efes consiguiera volver al choque con algo de moral, tras la bestial puesta en escena del Barcelona, pero lo hizo. Y quizá tampoco fue mérito de ellos, sino que ese exceso de agresividad con el cual Jasikevicius preparó a sus jugadores para la batalla final, los agarrotó en ataque, quitándoles mucha frescura. ¡El aro está ahí! A mí que me cuentas…

La segunda parte nos devolvió a los buenos haciendo de buenos. Y ahí el Efes ha sido bastante imparable estos últimos 3 años. Con Shane Larkin y Vasilie Micic más sueltos por el parqué, las situaciones de ventaja se fueron sucediendo. Corey Higgins es capaz de contrarrestar esa calidad, y por eso habíamos apostado por él como MVP de esta Final Four, pero su esfuerzo (23 puntos al final del choque) no fue suficientemente acompañado por Niko Mirotic, al que hemos visto con un lenguaje corporal que nos ha sorprendido mucho. Parecía como superado por la presión de los minutos finales.

La aventura de Pau Gasol en su vuelta a Europa, ha finalizado con un sabor agridulce. Saras lo mantuvo bastantes minutos en cancha en los dos últimos cuartos, pero la hazaña se quedó a medias. El baloncesto europeo le debía el gran título a un equipo turco que nos ha deleitado estas últimas temporadas con un juego de altísimo nivel técnico y por supuesto físico. El Barcelona de Jasikevicius tenía jugadores para alzarse con este triunfo, pero los turcos fueron mejores.