Draymond y Piqué

Con ventaja 3-1 y quinto partido en casa, Golden State se las prometía muy felices en su camino a ganar el segundo titulo NBA consecutivo. Todo bien... menos la sanción a Draymond Green como consecuencia de sus patadas en el bajo vientre de sus rivales. Jugador de enorme valor táctico, sus cualidades de lectura del juego y polivalencia gestual no se compadecen con su comportamiento en el campo, utilizando dureza innecesaria en un jugador tan sobrado de recursos.

¿Por qué? Porque le falta madurez y además no ha asimilado su capacidad contrastada.

Steve Kerr declara que Draymond es vital “sobre todo en defensa”, y esta pasada madrugada asi se demostró, porque además, la parte que durante minutos cubría Bogut quedó destruida por la lesion del pivot australiano. Las consecuencias, letales.

Golden State es un equipo muy consciente de su valor, sus virtudes y defectos, y con eso en la cabeza jugó. La lesion de Bogut rompe el otro punto de apoyo mental de la defensa de Warriors.

LeBron y Irving se dan cuenta de que no hay ayudas y empiezan a jugar 1X1 con resultado demoledor: 82 puntos entre los dos. Draymond Green es fundamental en Golden State para ganar el titulo.

Piqué juega con España y su comportamiento es enormemente profesional. Mezclando churras con merinas, los que dicen que “no hay que mezclar política y deporte” lo hacen cuando pitan a Piqué “porque quiere la independencia de...”, sin darse cuenta de que hasta ahora, lo único que ha pedido Piqué ha sido el “derecho a decidir”.

Piqué se ha convertido en columna vertebral de España. Ordena constantemente. Saca el balón jugado. Se incorpora al ataque en momentos de angustia.

Ya está bien, ¿no?