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"Que empiece el baile"
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Ramón Trecet

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"Que empiece el baile"

En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984, Samaranch aún no había podido implantar el modelo que tenía en la cabeza para la cita más importante del deporte mundial

Foto: Carl Lewis fue una de las estrellas de Los Ángeles 1984. (Imago)
Carl Lewis fue una de las estrellas de Los Ángeles 1984. (Imago)

Hemos dejado a Juan Antonio Samaranch tomando posesión de su cargo en las destartaladas dependencias del Comité Olímpico Internacional (COI)tras los Juegos Olimpicos de Moscú 1980. Monique Berlioux es la jefa absoluta. La situación económica del COI es preocupante, los siguientes Juegos otorgados fueron los deLos Ángeles1984, y no había más. En sus primeras semanas de gestión, Samaranch conoció las vicisitudes del inoperante MichaelKillanin a la hora de buscar ciudades candidatas para acoger los Juegos. La tremenda deuda contraída por Montrealalejaba a posibles pretendientes, asustados por el coste dentro de un esquema mental en el que no se tenían en cuenta temas como turismo a futuros, etc. Era una de las cosas que Samaranch quería cambiar. En una reunión con Berlioux, supo que hubo que pedir a los estadounidenses que organizasen 1984:no había otras candidaturas. Los Ángeles 1984 presentaba un honesto y sabio proyecto dirigido por Peter Ueberroth, que partía de no tener que construir estadio olímpico, puesto que exístía el de 1932, el muy afamado Coliseum, que a la sazón se utilizaba por el equipo de fútbol americano de la ciudad, Los Angeles Rams. Unos retoque, y ya había estadioremozado. Unos Juegos que huían de lo campanudo y establecían unos equilibrios de eficacia alejados de la grandiosidad del que quiere impacto propagandístico. Unos Juegos todavía alejados de lo que Samaranch tenía en la cabeza... Y unos Juegos todavía tocados por el boicot.

Foto: Juan Antonio Samaranch. Opinión

Estados Unidos boicoteó los Juegos de Moscú 1980porque el presidenteJimmy Carter condenó la invasión soviética de Afganistán y quiso que se supiese utilizando el poder de amplificación de la cita olímpica. La Unión Soviética devolvió el boicot en Los Ángeles 1984, intentando que le siguiese todo el bloque comunista. Perono lo consiguió. Era el comienzo de la desmembración de la Unión Soviética.China y Rumanía decidieron acudir a Los Ángeles.

Leonid Brezhnev había muerto en 1982,yen la Unión Soviética tuvolugar, coincidiendo con lapresidenciade Ronald Reagan, una dramática sucesión de secretarios generales del Partido Comunista:

Yuri Andropov, 15 meses.

Konstantin Chernenko, 13 meses.

Finalmente, en 1985, el muy desesperado Politburó nombra al miembro más joven, Mijail Gorbachov, 54años.

En términos olímpicos, Los Ángeles 1984 discurre bajo el mandato de Chernenko, con la citada idea fija del boicot. Samaranch, que conoce perfectamente, tras su estancia en Moscú, todos los procedimientos de la dirección comunista, considera Los Ángeles 84 como unos Juegos Olímpicos de transición, camino a laprofesionalización absoluta de los deportes olímpicos, la optimización de la imagen/marca, los aros olímpicos, la creación de un departamento de 'marketing'poderosísimo, al tiempo que va surgiendo la idea de la televisión olímpica, que Samaranch pone en manos de Manuel Romero Canela, ingeniero de TVEcuyo trabajo durante el Mundial de fútbol 1982 celebrado en Españaimpresionó al presidente del COI.

Los Ángeles 84, deportivamente hablando, son los Juegos del Hijo del Viento,Carl Lewis, una absoluta estrella al que en un momento de su carrera se le compara nada menos que con Jessie Owens. También fueron los Juegos dela primera maratón femenina, del 1.500, con la medalla de bronce de José Manuel Abascal, con el oro para Sebastian Coe, la plata para Steve Cram; y para nosotros, la hazaña del equipo español de baloncesto comandado por Antonio Díaz-Miguel, medalla de plata tras un Estados Unidos comandado por Michael Jordan.

Unos Juegos que dejan claro que la manera de plantearse el movimiento olímpico había llegado al final de una etapa, que Samaranch había comenzado a encaminar concediendo en 1981a Seúl la organización de la cita de1988. En el siguiente periodode gestión, Barcelona.

Hemos dejado a Juan Antonio Samaranch tomando posesión de su cargo en las destartaladas dependencias del Comité Olímpico Internacional (COI)tras los Juegos Olimpicos de Moscú 1980. Monique Berlioux es la jefa absoluta. La situación económica del COI es preocupante, los siguientes Juegos otorgados fueron los deLos Ángeles1984, y no había más. En sus primeras semanas de gestión, Samaranch conoció las vicisitudes del inoperante MichaelKillanin a la hora de buscar ciudades candidatas para acoger los Juegos. La tremenda deuda contraída por Montrealalejaba a posibles pretendientes, asustados por el coste dentro de un esquema mental en el que no se tenían en cuenta temas como turismo a futuros, etc. Era una de las cosas que Samaranch quería cambiar. En una reunión con Berlioux, supo que hubo que pedir a los estadounidenses que organizasen 1984:no había otras candidaturas. Los Ángeles 1984 presentaba un honesto y sabio proyecto dirigido por Peter Ueberroth, que partía de no tener que construir estadio olímpico, puesto que exístía el de 1932, el muy afamado Coliseum, que a la sazón se utilizaba por el equipo de fútbol americano de la ciudad, Los Angeles Rams. Unos retoque, y ya había estadioremozado. Unos Juegos que huían de lo campanudo y establecían unos equilibrios de eficacia alejados de la grandiosidad del que quiere impacto propagandístico. Unos Juegos todavía alejados de lo que Samaranch tenía en la cabeza... Y unos Juegos todavía tocados por el boicot.

Unión Soviética (URSS) Carl Lewis