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"¡Apaguen esa radio, coño, que ya nos está tocando las narices!"
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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"¡Apaguen esa radio, coño, que ya nos está tocando las narices!"

La restricción del uso de la radio en la F1 actual podría ser un paso atrás para algunos, pero también ofrecería otros desafíos tanto al piloto como al equipo

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“Ok, Felipe, necesitamos empezar a cuidar los neumáticos en las curvas dos, tres y seis, cuida los neumáticos traseros”. “Ok, Checo, los pilotos con neumáticos superblandos sufren ‘graining’ atrás. Checo, información, Ricciardo ha sido instruido para no utilizar el botón de adelantamiento y su botón DRS puede que no funcione, así que una posibilidad delante”. “Y Kevin, recuerda beber. Bebe…”.

Los anteriores son algunos mensajes reales de recientes grandes premios de Fórmula 1. Tener acceso a las conversaciones entre el piloto y el equipo es fascinante, porque para el aficionado y el profano se abre el mundo interior de las carreras con una dimensión inimaginable para quienes seguimos estas desde el exterior. E incomprensible la mayoría de las veces, por supuesto.

Luca de Montezemolo convocórecientemente a una reunión de todos los agentes que pudieran aportar nuevas ideas para la Fórmula 1. Jean Todt recogió el guanterecientemente, y aceptaba el envite con un mensaje a todos los interesados: “Las propuestas más interesantes serán bienvenidas”. Pues bien, aquí va una muy concreta: limiten el uso de la comunicación entre piloto y equipo.

Es increíble el grado de dependencia del piloto respecto al equipo. Normal, por otro lado. La extraordinaria complejidad técnica de los monoplazas actuales requiere una intensa y hasta paranoica interactividad entre piloto y equipo. Cuantas veces no habremos escuchado a los pilotos pedir silencio a sus ingenieros en plena carrera.

La 'radiodependencia'

Ciertamente, es imposible de captar la perspectiva global de una carrera dentro del habitáculo. Con la radio,el equipoayuda a dibujarla en lamente del pilotodeterminandosu actuación y estrategiaen pista. También comunica incidentes en pista, condiciones metereologicas y cualquier eventualidad inesperada. En definitiva, lla comunicación piloto/boxeses intrínseca a la Fórmula 1 moderna.Recordemos la 'radiodependencia' de Hamilton en Montmeló en su lucha con Rosberg, por ejemplo...

Una publicación británica harealizado una encuesta con sus lectores, y de larespuesta y experiencia de sus periodistashan dado forma a un cuerpo desugerencias entre las que destacala prohibicióntotal de las comunicaciones por radio. Laidea se antoja poco realista ante la enorme complejidad técnica de los monoplazas actuales.Su oposición por parte de los equipos sería frontal, porque inclusoharía redundantes muchos de sus recursos técnicos yhumanos.

La Fórmula 1 también es información

Pero tambiénlaFórmula 1 moderna se distingue por lapérdida de protagonismo del piloto frente a una plétora de ingenieros extremadamente especializados que gestionan sistemas casi ‘aeroespaciales’ desde el exterior. En carrera sobre todo, los pilotos parecen niños llevados de la mano por especialistasde todo tipo, algunos de los cuales incluso estas emplazados a miles de kilómetros, enWoking y Maranello, analizandoen tiempo real con sofisticados programas de simulación las diferentes situaciones y opciones de carrera.

En Montmeló tuvimos oportunidad de conocer el sistema que la empresa SAP ha desarrollado para McLaren, y quita la respiración la cantidad de información del pasado que se puede obtener en nueve segundos. Y la radio es el vehículo crucial paratrasladar toda esta intrincada selva de información a ese pequeño astronauta metida en sucohete terrestre.

Por tanto, la Fórmula 1 es aerodinámica,consumo,tecnología de combustión e híbrida, neumáticos, eficacia logística... Pero, sobre todo, la Fórmula 1 moderna es tambiénnformación. Y sisecontrola y reglamenta tantas áreas¿Por qué hacer otro tanto con la informacióny el flujo de la misma que se trasladaal piloto?

Más protagonismo al factor humano

¿No se limita reglamentariamente la adherencia aerodinámica de un monoplaza?¿No se utilizan neumáticos ‘biodegradables’?¿No están reguladaslas horas de túnel de viento por temporada?Limitando el inmenso flujo de información que un piloto recibevía radio se le dejaría así más huérfano en muchos momentos de carrera, pero también se impulsaríasu capacidad de decisión y de gestiónde la incertidumbre. En definitiva, se liberaríamás espacio para que el factor humano dentro del habitáculo adquiera más protagonismo.

Imaginemos, por ejemplo, que la FIA establecieraun número determinado de mensajes por carrera para cada piloto.El equipo debería priorizar qué información y cuándo la traslada a su piloto quien, a su vez, tendría igualmenteque seleccionar que tipo de datos reclama del equipo.Será normalen el presente, pero escuchar a Rosberg elviernes en Hockenheim pedir desde el coche a su ingeniero que le aconseje cómo tomar mejor una curva…Pues que sea el propio piloto el que lo averigüe después en boxes. De todas formas, ya lo hace…

Valtteri Bottaspasó la parte crítica de la carrera recibiendo constantes mensajes del equipo para que ajustarlos diferentes programas de motoren su lucha con Hamilton. Que elpilotojuzgue por sí mismo. Y dejen de utilizar la radio para recordarle a un piloto de Fórmula 1 que beba, por favor.

En definitiva: ¿por qué no regular la información en la Fórmula 1? ¿Porque no limitar el uso de la radio y arrojar al pilotoa territorios de mayor incertidumbre? ¿Por qué no hacerque el ser humanose quede un poco más solo dentro de su habitáculo?

“Ok, Felipe, necesitamos empezar a cuidar los neumáticos en las curvas dos, tres y seis, cuida los neumáticos traseros”. “Ok, Checo, los pilotos con neumáticos superblandos sufren ‘graining’ atrás. Checo, información, Ricciardo ha sido instruido para no utilizar el botón de adelantamiento y su botón DRS puede que no funcione, así que una posibilidad delante”. “Y Kevin, recuerda beber. Bebe…”.

McLaren Fernando Alonso
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