Maradona y su desinteresado servicio a la albiceleste

Diego Armando Maradona ha sido uno de los futbolistas más grandes de la historia. Nadie lo puede poner en duda, pero los años, la mala vida y, sobre todo, la falta de educación le están relegando a una posición marginal en la lista de las preferencias de los aficionados. Cada vez que habla sube el pan. Sin excepción.

 

Esta semana el blanco elegido para su ataque ha sido Jorge Valdano y el ataque ha llegado por prescindir de Heinze (algo que el madridismo siempre se lo tendrá que agradecer) y abrir las puertas a Gago. No cuestiona las decisiones, sino que pone en duda la condición de argentino de Valdano por echar al ahora defensa del Marsella y negociar la salida del centrocampista. Tremendos argumentos futbolísticos.

 

La de Valdano no es más que una nueva muestra del descontrol en el que vive Maradona y al que está llevando a la selección albiceleste. El combinado argentino es capaz de todo pese a su entrenador. Tienen calidad suficiente como para ganar el Mundial si antes su técnico no vuelve locos a todos. Las últimas hazañas del que fuera jugador de Barcelona y Sevilla ha sido convocar a un jugador recién operado (Pereyra, del Tucumán) o llamar a cuatro jugadores de Estudiantes para jugar un amistoso con Jamaica, cuando un día antes su equipo se estrenaba en la Libertadores.

 

Tras el partido ante el combinado caribeño del pasado miércoles, Maradona ha dirigido a la albiceleste en quince partidos y ha contado con 102 jugadores. Todo un récord que da que pensar. El 'Pelusa' se está especializando en llamar a jugadores semi-desconocidos, olvidados o que ya están fuera del mercado que manejan los principales equipos europeos. Basta una llamada de la albiceleste para que el nombre del jugador en cuestión vuelva a sonar y regrese a la lista de secretarios técnicos en decadencia, que su campo de visión se reduce a lo que ven en las grandes selecciones.

 

Y lo malo es que suele funcionar, porque algunos de esos jugadores que sólo han sido llamados en una ocasión ya han cambiado de equipo como Domínguez y su fichaje por el Valencia. Negocio seguro y más que entendible tras el arrebato nacionalista mostrado ante Valdano. En Argentina ya se han hecho eco de estos movimientos. Muchos ven algo más que simples intereses deportivos en todas y cada una de las decisiones de Maradona. Me apunto a la tesis.