Josu Urrutia busca blindar al Athletic con la renovación de Bielsa

Excelente noticia en 'el bocho'. Los entrenadores nacionales reclamaron la presencia de ocho jugadores para las selecciones absoluta y olímpica, compromisos que se dirimieron esta semana. El esplendor del Athletic brilla con luz y taquígrafos: alabado por su modelo de juego, por su compromiso, por su espíritu de gestión común, con resultados en la mano -finalista de Copa y vivo en Europa- y con futuro halagüeño. El golpe de efecto que provocaron las elecciones a la presidencia, donde la baza de Bielsa aupó a Urrutia al sillón presidencial en detrimento de Macua que perdió el cargo porque la cara de Caparrós estaba más que vista en San Mamés, obtuvo los frutos del cambio. Así respiró la mayoría de la masa social rojiblanca que confiaron en la palabra del candidato que anunció un acuerdo verbal con el entrenador argentino. Precisamente, sobre la espalda de Bielsa se construye este ambicioso Athletic.

Se habla mucho de la renovación de Guardiola, y poco o nada transcienden los encuentros entre el nuevo dirigente y un técnico tan extraño en sus métodos como eficaz en sus deliberaciones y tan poderoso en las relaciones personales como pobre en apariencia. Tras abandonar la dirección de la selección de Chile, el Inter se desvivió por contratarlo. No le gustó ni la propuesta ni quienes se la mostraron. En la Liga BBVA se reunió con el Sevilla y con la Real Sociedad. Ni Monchi ni Loren fueron capaces de seducir a quien escruta cada proyecto como si de un tratado se tratase. Urrutia, sin embargo, le embadurnó de tal manera que logró despertar en Marcelo la ilusión de plantearse ocupar un banquillo legendario. Hoy analiza si es óptimo aceptar los dos años de ampliación propuestos. El presidente es consciente de que cercado el técnico, las fugas estarán algo más controladas.

El primer grano que mantiene candente la junta directiva es la renovación de Fernando Llorente. Tras varios meses de disputa, las cifras no terminan de cuadrar. El ariete ha solicitado seis millones de euros netos por temporada para el próximo vínculo. Urrutia no quiere alcanzar el final de este curso con la negociación abierta porque penetraría en el último año contractual y eso es peligroso. El 'caso Llorente' ha llegado a la caseta, dónde todos examinan concienzudamente el avance o el retroceso negociador. El balón del 'hat-trick' logrado en Vallecas sumaba para el internacional varias dedicatorias enfiladas al asunto. Susaeta, por ejemplo, rubricó "y ahora a renovar, suerte Josu", en sintonía irónica hacia el presidente. Amorebieta aludió a "cinco netos y ya está", augurando la cantidad que cierre la negociación.

La permanencia del goleador en la plantilla es básica para evitar la huida apresurada de algún otro inquilino del camerino. En la frontera de salida se encuentran las otras dos joyas del grupo: Javi Martínez y Muniain. Por el de Ayegui tratarán de comprometer al Athletic con una buena bolsa de millones el próximo verano, mientras con el delantero los poderosos económicamente del continente aguardarán con extrema atención su progresión. Un escalón más abajo se encuentran los que complementan un equipo que aspira a mantenerse cohesionado para abrazarse al éxito.

Susaeta, Iraola, Iraizoz, San José, De Marcos o Herrera son piezas de caza menor que, sin embargo, resultan imprescindibles para no desajustar a la plantilla. El problema que se le presenta a Urrutia es que cuando uno se disponga a abrir el melón y pelee su salida, la fruta estará servida para los demás y el golpe de unidad sufrirá fisuras. Por eso, el dirigente presume que con Bielsa amarrado, y aceptando el sacrificio que supone para la economía doméstica un vestuario plagado de internacionales, será más sencillo mantener junta a la manada. Por encima de cualquiera de estas estrellas lucirá siempre la de Bielsa. Es la que marcará el paso.