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Renovar a Cristiano se convierte en cuestión de estado mayor para Florentino
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Antonio Sanz

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Renovar a Cristiano se convierte en cuestión de estado mayor para Florentino

El 30 de junio de 2015, o si se plantea antes serían 1.000 millones de euros el precio para desvincularse de la entidad. Estos son los

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Renovar a Cristiano se convierte en cuestión de estado mayor para Florentino

El 30 de junio de 2015, o si se plantea antes serían 1.000 millones de euros el precio para desvincularse de la entidad. Estos son los parámetros que unen y separan a Cristiano Ronaldo del Real Madrid. Sin embargo, su rendimiento, su reformada actitud, su peso indiscutible en el vestuario y su autoridad moral sobre el grupo elevada al fútbol, lo han colocado en una posición idílica y de ventaja para renovar el contrato que expira dentro de dos temporadas. Porque ahora maneja los tiempos y el club va a rebufo. Porque hoy se siente fuerte para discutirle un pulso a la presidencia. Porque afronta en clara superioridad por tiempo y por necesidad frente a quien se sienta al otro lado de la mesa. Sencillamente, porque tiene agarrado de sus partes al dueño del escudo.

Florentino Pérez no quiso repetir en este segundo mandato los errores de su primera estancia en la presidencia. Por eso, marcó distancia respecto a las estrellas. El hilo directo que mantenía con Figo, Zidane o Ronaldo Nazario no se volvería a repetir y dejaría de convertirse en plañidera de las megafiguras. Sólo guardó la excepción de Benzema, quiso desplazarse a Lyon para convencer al galo de que la propuesta blanca debía ser irrechazable. Con Kaká mantiene una respetuosa cordialidad porque su adquisición resultó sencilla provocada por las excelentes relaciones que mantiene con los capos italianos -Berlusconi y Galliani-. Con el fichaje de Cristiano Ronaldo heredó una negociación casi culminada por el equipo de trabajo de Ramón Calderón. El expresidente lo dejó todo en la rampa de lanzamiento, por lo que Florentino únicamente siguió la hoja de ruta programada. El tiempo cursó episodios hasta alcanzar el desencuentro vivido entre las dos partes el pasado mes de septiembre -se ha publicado que el máximo mandatario no se amedrantó y le comentó al jugador que trajese el dinero para salir y así el Real poder fichar a Messi-. Pero ese pasaje es ya historia que ha terminado por arrinconarse. El mandamás del Real Madrid es consciente de que el Santiago Bernabéu ha escogido definitivamente al ídolo, circunstancia que hace al portugués intocable, aunque no cuadre del todo con su manera de pensar. El planteamiento de Pérez transitaba por otra vía, si bien hoy toca centrarse en una cuestión que se ha convertido en estado mayor para los dirigentes de Concha Espina: la continuidad de Cristiano Ronaldo.

El Paris Saint Germain y el Manchester United son dos de los clubes que se encuentran en disposición de abonar los 100 millones de euros que equivaldrían a una hipotética salida del 7 del Real Madrid. No obstante, el nivel de la Liga francesa no satisface a Cristiano, que entiende que sería un error cambiar la estación de España por la de Francia. Pero el regreso a Old Trafford sí seduce a quien aún es objeto de culto para sus seguidores. Incluso, Ferguson mantiene vivo el deseo de recuperar a quien fue su joven figura. Los aficionados siguen rebobinando las viejas canciones recordando todavía hoy al crack luso. Los medios de comunicación británicos han publicado que el mánager escocés estaría dispuesto a incluir a De Gea y a Nani -los dos jugadores representados por el mismo agente que Cristiano-  en una operación. Sin embargo, si el portero sería bienvenido en Chamartín, las preferencias blancas no coinciden con la adquisición del extremo. Pero todo tiene arreglo. A Florentino siempre le ha gustado Rooney y el inglés no vive la mejor convivencia en Manchester. Vamos, que Sir Alex no dudaría en cambiar esas piezas porque transita cansado de los caprichos del de Liverpool.

Con las elecciones para renovar el cargo a la vuelta de la esquina, el presidente del Real Madrid debe valorar si el movimiento pasa por vender al portugués y cambiarlo por Rooney y por Falcao, ya avisó Gil Marín que el colombiano se había ganado decidir dónde jugar la próxima temporada. O bien, todo pasa por ceder el porcentaje total de los derechos de imagen de Ronaldo, verdadero talón de Aquiles en las negociaciones con el futbolista y futuro pésimo precedente para el resto de componentes importantes del vestuario. Así las cosas, la encrucijada, con un estadio pronunciándose a favor del delantero, no es sencilla para Pérez. La dualidad es clara: es mejor, vender y cambiar cromos aun cuando el colectivo social reclama y presume con orgullo del segundo mejor jugador del mundo. O una segunda cuestión que pasa por renovar al 7 a cualquier precio. Sin duda, el rendimiento en el terreno de juego hará más o menos empinada la cuesta de la negociación a los dirigentes. Si afloja, podrán desatar el creciente nudo. Si aprieta con goles y fútbol, el Real Madrid se verá obligado a copiar lo ocurrido con Leo Messi en Barcelona: Cristiano se situará en la cresta económica del mundo.

El 30 de junio de 2015, o si se plantea antes serían 1.000 millones de euros el precio para desvincularse de la entidad. Estos son los parámetros que unen y separan a Cristiano Ronaldo del Real Madrid. Sin embargo, su rendimiento, su reformada actitud, su peso indiscutible en el vestuario y su autoridad moral sobre el grupo elevada al fútbol, lo han colocado en una posición idílica y de ventaja para renovar el contrato que expira dentro de dos temporadas. Porque ahora maneja los tiempos y el club va a rebufo. Porque hoy se siente fuerte para discutirle un pulso a la presidencia. Porque afronta en clara superioridad por tiempo y por necesidad frente a quien se sienta al otro lado de la mesa. Sencillamente, porque tiene agarrado de sus partes al dueño del escudo.

Florentino Pérez Cristiano Ronaldo