Florentino piensa en Villas-Boas para el banquillo para que arrime a Bale al Real Madrid

El ‘plan B’ en el Real Madrid está activado por si las moscas acaban revoloteando en la mente de su actual entrenador. Mientras que Florentino Pérez da por hecho, en cualquier conversación privada, que José Mourinho dejará el club el próximo 2 de junio, una vez finalizada la competición, no todos en las oficinas de la entidad están tan convencidos de la huida, principalmente porque mantiene vigente un contrato de tres años más que concluye en 2016. Otro coro del ático blanco recuerda que también abandonó Milán con relación rubricada en vigor, antes lo hizo en Oporto, pero algunos también rememoran que hasta en dos ocasiones anteriores amenazó con marcharse para terminar quedándose: exigió la salida de Valdano, una, y, dos, renovó a su grupo de ayudantes ampliando él mismo en dos años más su compromiso con el Real Madrid. Ahora parece que la decisión está tomada porque esta vez no amenaza y se limita a no aclarar al club si continuará o no, pese a que sigue organizando la pretemporada de 2013/14. Y además, cada vez que se expresa en medios de comunicación extranjeros destila piropos a otros clubes dónde ha trabajado -Inter y Chelsea- dejando abierta la puerta de salida de Concha Espina. Incluso, el clima de tensión aumenta en dos vías: ha estallado el ‘caso Casillas’ con lo que el vestuario habita alterado con lo que circunda alrededor del capitán y su trato con los medios de comunicación es de guerra abierta con quienes ajustician con críticas su presente.

Tal y como sucedió en el curso pasado cuando la vacilación del ánimo de ‘Mou’ no aclaraba si seguiría o no en el banquillo, la cúpula blanca decidió sondear a candidatos posibles para el reemplazo. El nombre que trascendió fue el de Joachim Löw, el seleccionador de Alemania. Sin embargo, el germano mantiene en su hoja de ruta el Mundial de Brasil en el horizonte y declinó la propuesta, que no podía ser firme porque desconocían la decisión final del portugués. En esta primavera, varios son los nombres que han salido a luz pública y se han asociado al Real Madrid. Desde Jürgen Klopp, gracias al éxito logrado en Dortmund, pasando por un clásico que siempre es candidato, Carlo Ancelotti, el lustroso Michael Laudrup, la revelación de los banquillos en la Premier de Inglaterra, o incluso André Villas-Boas, quien cura heridas en la misma ciudad tras fracasar en el proyecto del Chelsea y recuperar sensaciones en el Tottenham.

Precisamente, asociado al joven entrenador portugués circula el nombre de Gareth Bale. A Villas-Boas se le fue de las manos el vestuario del Chelsea, circunstancia que terminó costándole el puesto. Primero el luso se unió a la savia nueva del grupo para después cambiar de posición y ceder ante los veteranos cuando los resultados se volvieron en contra. Esa falta de determinación concluyó en que no obtuvo respaldo ni de unos ni de otros. La ley del marcador terminó completando el resto. No obstante, su reputación no se resintió y el hombre de negocios y hombre fuerte de los Spurs, su presidente Daniel Levy, lo firmó hasta junio de 2015. Es decir, que uno de los futuribles de Florentino, dispone de contrato en vigor. Aunque poco importa esto: el Chelsea ya pagó los 15 millones de euros que costaba deshacer su compromiso anterior con el Oporto y el Real Madrid 16 ‘kilos’ (8 más 8) al Inter por el propio Mourinho. Villas-Boas es quien más le llena el ojo en estos momentos a Pérez, por seguir la estela de quien fue su maestro, ‘Mou’, tras los éxitos en Oporto y por la gran campaña que está completando al norte de Londres. Pero también, porque de su mano podría llegar uno de los mejores jugadores del momento: el galés Bale.

Gareth Bale es la joya del fútbol británico. Nacido en Cardiff (País de Gales) hace 23 años debutó con 16 años en las filas del Southampton siendo el segundo futbolista del club más joven en hacerlo, tras el hoy delantero del Arsenal Theo Walcott. Un año después, el Tottenham firmaba a este lateral zurdo de banda completa. El acuerdo, mayo de 2007, se cerró en 5 millones de libras, cantidad que debía duplicarse si se cumplían unos objetivos marcados en participaciones y títulos. Sin embargo, un año después, los Spurs pagaron al contado dos millones de libras más para liquidar definitivamente el traspaso debido a la grave crisis económica que sufría el club vendedor. Desde entonces, la irrupción del galés ha aumentado sin pudor y seis temporadas después se ha convertido en el jugador británico más cotizado del mercado. Le restan tres años más de contrato y el Tottenham no habla de su venta por menos de 50 millones de libras, siempre que sea a un club ajeno a las islas porque no se contempla un traspaso a una entidad inglesa por menos de 75 millones de libras, cantidad que pidieron al Manchester United. La jugada del Real Madrid es seducirle con la contratación del entrenador que ha explotado ofensivamente su rendimiento. Aquel lateral es hoy extremo e incluso segunda punta con plena libertad para moverse en cualquier zona del terreno de juego. Además, Villas-Boas le ha otorgado un papel protagonista en el campo que le permite ser el encargado de ejecutar las acciones a balón parado.

El club blanco ya vivió una dura negociación el pasado verano con la misma entidad cuando contrataron a Modric. La cuestión es determinar si Bale está decidido a dejar el Reino Unido y a solicitar públicamente que desea abandonar el Tottenham. Con Villas-Boas, entienden en el Real Madrid, el territorio se recortaría y le arrimaría al Santiago Bernabéu. En la operación, los madridistas están dispuestos a incluir a Higuaín ya que el argentino es un futbolista que gusta mucho en la dirección deportiva londinense. En cualquier caso, ardua tarea -económica y de seducción- para vestir de blanco a este excelente futbolista galés.