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Florentino saca pecho: ¿quién se atreve a dudar de Benzema?
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Antonio Sanz

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Florentino saca pecho: ¿quién se atreve a dudar de Benzema?

El rendimiento deportivo del francés hace feliz al presidente del Real Madrid. Es verdad que la causa judicial en la que está inmerso Karim le hace temblar, pero ya nadie duda de que es el '9' ideal

Foto: Benzema ha anotado en los últimos seis partidos de Liga (Cordon Press/Guillermo L.).
Benzema ha anotado en los últimos seis partidos de Liga (Cordon Press/Guillermo L.).

Maldice Florentino Pérez el día que aprobó que Rafa Benítez se sentara en el banquillo del Real Madrid. La meticulosidad, la disciplina, el orden debía volver al vestuario al tiempo que el compadreo o la mano débil de Ancelotti con los jugadores tocaba a su fin. Lo que no podía esperar el presidente era el desenlace del entremés. Los futbolistas, los más poderosos de la caseta, se entiende, no aceptaron ni de buen ni de mal grado al técnico madrileño. Sencillamente, no le dieron oportunidad. Las estrellas lo veían sin pasado futbolístico, con un potente currículum como entrenador, pero molesto y aburrido. Eso sí, el dirigente no podrá decir que no cuidó a sus dos favoritos: viajó a Gales para arropar a Bale en su primer gesto como entrenador madridista y a Benzema lo ha envenenado con el gol. Sólo durante el primer año de Mourinho se le recuerda esa ansía por marcar. Esta vez, Rafa hizo entender al ‘9’ del Real Madrid que su figura es la de un goleador, esté o no Cristiano en la alineación. Y eso Karim también lo ha comprendido. Y eso, Florentino, es justo reconocérselo a Benítez.

El rendimiento deportivo de Benzema hace feliz a Pérez. Es verdad que la causa judicial en la que está inmerso el francés le hace temblar. No le gustaría tomar una medida drástica con quien mantiene una empatía más allá del juego. Disgustado por su rosario de acciones negativas - accidentes de tráfico, conducción temeraria, cazado a velocidad de circuito de carreras en una carretera de circunvalación de Madrid, retirada de carnet de conducir, delito contra la seguridad vial, absuelto en el caso de prostitución de una menor- las entiende como el precio a pagar por una infancia abrupta, demasiado ruda en un territorio del que aún hoy todavía no se ha desenganchado. Por eso, el presidente del Real Madrid no se cansa de defender públicamente al chico, pese a mostrar en privado cierto desazón por tanto disparate. Consciente de que el fútbol lo salvó de una vida oscura, es aquí donde observa feliz el despegue definitivo de su ahijado. El entorno pendenciero de Karim es público, pero no asusta a nadie, al menos al mandamás. Florentino defiende la bondad del francés, la lealtad a una amistad, aboga por su inocencia y hasta presume de la hoja de servicios - puntualidad incluida- del chico con el trabajo. En resumen, la acusación de chantaje que sigue su curso se debe a que Benzema es “un hombre conciliador y sólo quería ayudar a Valbuena”, relató el dirigente en ‘France Football’.

Y es que ahora quién es el valiente que discute a Benzema en el Real Madrid. Florentino saca por fin pecho. A la séptima ha sido la vencida. Después de seis temporadas de vaivén, los números refuerzan la teoría de quien curso tras curso ha defendido que no es necesario más ‘9’ que Karim… porque además está el portugués. El delantero francés sufrió el estreno precoz con Pellegrini -9 goles-; arrancó con éxito la etapa ‘Mou’ -26 goles- aprovechándose de la lesión de Higuaín se convirtió en gato pero ganó la pelea al argentino -32 goles frente a 26, aunque Gonzalo marcó uno más en la Liga-; mantuvo el tipo en ese duopolio por el gol en el último año del sudamericano -21 tantos frente a los 18 de Higuaín-; superó la veintena -24 goles- en la aparición de Bale y Morata y no padeció el efecto Chicharito -cerró la temporada pasada con 22 goles-. La fría estadística arropaba claramente al francés, pero siempre se mostraba como actor secundario en los créditos, siempre a la sombra del gol de Cristiano Ronaldo. Karim nunca era capaz de pelear la mejor escena que ilustra al protagonista. Pero gracias al empeño de Benítez, este año sí reivindica no sólo el brillante juego asociativo que tanto lustre le aporta. Hoy, por primera vez, se acerca a los números del luso en la eficacia, en el remate, en la pegada. Los críticos se vuelven pequeños porque son ya 23 goles los anotados, 19 en Liga, cuando aún resta lo mejor de la campaña.

Florentino Pérez volvió a negar otro delantero. La petición insistente de Benítez se repitió durante en el mes de agosto. Era sólo un capítulo más de un recorrido en el que siempre se ha aferrado a su desmedida pasión por el galo. No lo cree necesario y ahora se siente armado de razón. Durante la estancia de Karim en el Real Madrid no son pocas las ocasiones en las que se ha sentido solo en su defensa. Ha debido lidiar con tiempo adverso y con opiniones severas y contrarias. La más brusca, la de Mourinho, quien públicamente lanzó un dardo envenenado buscando la reacción del presidente: aquello de la caza y el gato, ¿recuerdan? El presidente no se dio por aludido y sólo aceptó traer a Adebayor por la dolencia de Higuaín, a quien sacrificó por Bale para evitar el combate del gol al que sometía cada temporada a Benzema. Ni siquiera la irrupción de Morata hizo dudar al dirigente, aunque sí a la dirigencia. De este modo, en la Junta directiva, en los despachos de los ejecutivos, en las reuniones sociales, Pérez impone siempre el mismo discurso: Karim no se toca.

Con 28 años cumplidos poco antes de Navidad, con Francia preparada para ganar la Eurocopa y con contrato hasta 2019 -con la sombra ahora algo más debilitada del PSG-, Benzema afronta la madurez deportiva en el Real Madrid. El futbolista otea el paisaje que vive su país: una Francia dividida entre quienes creen que no hay motivos para separarlo de ‘le bleu’ y quienes critican airadamente el comportamiento siempre al límite de la legalidad. Las compañías son las que acechan la vida tranquila de quien se refugia en el fútbol para aislarse de lo que verdaderamente le mantiene preocupado: que no le dejen participar en la Eurocopa. Karim es consciente de que los goles que marca con su club son la mejor defensa. De una parte, nunca perderá en Madrid el apoyo incondicional de su protector; y de otra, la presión social que someterá a Deschamps y a la propia Federación buscando el indulto para al ‘9’. Por la cabeza de ningún francés, con eco futbolero, pasa que Francia vaya a jugar el torneo sin su mejor goleador. Mientras tanto, refugiarse en el gol es el mejor antídoto contra la ansiedad del chantaje.

Maldice Florentino Pérez el día que aprobó que Rafa Benítez se sentara en el banquillo del Real Madrid. La meticulosidad, la disciplina, el orden debía volver al vestuario al tiempo que el compadreo o la mano débil de Ancelotti con los jugadores tocaba a su fin. Lo que no podía esperar el presidente era el desenlace del entremés. Los futbolistas, los más poderosos de la caseta, se entiende, no aceptaron ni de buen ni de mal grado al técnico madrileño. Sencillamente, no le dieron oportunidad. Las estrellas lo veían sin pasado futbolístico, con un potente currículum como entrenador, pero molesto y aburrido. Eso sí, el dirigente no podrá decir que no cuidó a sus dos favoritos: viajó a Gales para arropar a Bale en su primer gesto como entrenador madridista y a Benzema lo ha envenenado con el gol. Sólo durante el primer año de Mourinho se le recuerda esa ansía por marcar. Esta vez, Rafa hizo entender al ‘9’ del Real Madrid que su figura es la de un goleador, esté o no Cristiano en la alineación. Y eso Karim también lo ha comprendido. Y eso, Florentino, es justo reconocérselo a Benítez.

Florentino Pérez Karim Benzema