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El codicioso plan de papá Neymar que inquieta al Barcelona
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Antonio Sanz

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El codicioso plan de papá Neymar que inquieta al Barcelona

El club catalán agota recursos para inmovilizar al chico que con Messi en el grupo seguirá a su sombra. Al futbolista brasileño no le importa, pero a su padre y representante, sí

Foto: Neymar celebra un gol con el Barça. (Reuters)
Neymar celebra un gol con el Barça. (Reuters)

Mientras la Audiencia Nacional dirime el presente judicial de Neymar jr -juzga la querella presentada por un fondo de inversión contra varios actores incluido el jugador y su padre-, en paralelo, se somete también a juicio el futuro del futbolista brasileño. El reconocido ascenso deportivo del chico mantiene en vilo al FC Barcelona que debe protegerse de las acometidas de las entidades económicamente más poderosas del continente. Pero los grandes clubes no son el único enemigo; el fuego amigo permanente de papá Neymar condiciona los movimientos del Barça que debe, además, soportar como único responsable las consecuencias jurídicas y económicas que devengan del fallo en los tribunales. Bartomeu es consciente de que su gran fracaso presidencial sería perder a Neymar jr de esta plantilla. El patriarca, sin embargo, sólo busca aumentar la cuenta corriente de la familia. Entre tanto, otros movimientos hacen peligrar el futuro del delantero. ‘Ney’ quiere seguir en Barcelona. Por el contrario, algunos consejeros le invitan a una nueva aventura. En la trastienda, la sombra de Messi.

Lo único claro es a estas alturas es que el fichaje de Neymar jr por el FC Barcelona fue un empeño personal de Sandro Rosell, el entonces presidente. El orgullo del dirigente no podía permitir que el Real Madrid le birlase al jugador más prometedor de Brasil, tierra de acogida de quien tuvo que dimitir por las presuntas sospechas de estafa y corrupción en que se convirtió la transacción. Algunos directivos hicieron ver a Rosell la dificultad de la operación, pero éste compraba su silencio cuando nombraba a Florentino Pérez. El conjunto blanco había tomado la delantera realizando el reconocimiento médico al jugador, circunstancia que obligó al Barça a movilizarse sin dilación. Un alto ejecutivo de la entidad se desplazó a Santos, en el estado de Sao Paulo, para buscar recovecos con la única intención de reventar el preacuerdo alcanzado con el Real Madrid. La Justicia dictaminará si se cayó o no en la ilegalidad, pero lo que el diligente empleado consiguió fue firmar al jugador para la entidad culé. El deseo vehemente de Rosell pagó un alto precio: se llevó por delante su sillón presidencial.

A Bartomeu le temblaron las canillas cuando recibió una turbadora información el pasado mes de agosto. Papá Neymar se había presentado en las oficinas del Camp Nou con un relato inquietante. El padre del futbolista, que hace la goma en la negociación para ampliar el contrato que finaliza en 2018, avanzaba que la entidad recibiría en breve la visita de dos emisarios del Manchester United. La intención de los ingleses era la de pagar la cláusula de 190 millones de euros que desvincula el acuerdo firmado entre las partes. La promesa realizada contaba que Neymar jr sería el jugador mejor pagado del planeta y que el club británico pondría toda la maquinaria necesaria -deportiva y de marketing- para que el futbolista lograse el próximo, y siguientes, Balón de Oro. Los dos ejecutivos de Old Trafford le dejaron claro a Papá Neymar que mientras siguiera en el Barça nunca se alejaría de la alargada sombra de Messi. El discurso se simplificaba: junto a Leo siempre será el segundo. Separado del argentino pelearía de igual a igual para ser el primero. Al final, el chico no cayó en la tentación y aceptó el plan de la directiva azulgrana: “termina de formarte al lado de Messi”.

La promesa de revisión al alza en el nuevo contrato también se añadió para convencer a Papá Neymar que no tenía tan claro despreciar tan a la ligera la poderosa oferta procedente de Manchester. En aquella oportunidad pudo lo deportivo y el mal presente del ManU, pero los ingleses no quisieron apretar para romper y optaron por emplear su característica flema: se mostraron impasibles aguardando futuros acontecimientos. Al menos consiguieron hacer dudar a quien toma las decisiones. El patriarca se mostró débil al loor del dinero y esa consideración es a futuro. Al recuerdo retomamos las palabras del padre y asesor deportivo del jugador el pasado mes de noviembre: “No quiero hablar de persecución, pero si no tenemos una situación confortable para trabajar, no podemos quedarnos en España”. Y es que la ‘persecución’ de la Agencia Tributaria mantiene alerta a quien señala al club azulgrana como único responsable. Cualquier acuerdo próximo debe admitir que el FC Barcelona se hará cargo de cualquier sanción económica que se considere irregular por las instituciones del estado.

Pero el plan del señor Santos difiere en algún aspecto del de su hijo. Si el futbolista busca confort para seguir alimentándose de títulos y diversión en el Camp Nou, la ambición del padre no se limita a la felicidad que les ofrece el Barça. El proyecto diseñado para Neymar jr es alcanzar cuanto antes la cima. El pasado mes de enero se presentó por primera vez en la gala de la Fifa como tercer mejor futbolista del universo, tras su compañero Messi y Cristiano Ronaldo. Entonces, el chico apuntó que “Leo es de otro planeta”. Pues a ese mismo planeta le quiere conducir su padre. ‘Ney’ quiere paciencia para “mejorarse a sí mismo”, cuando el patriarca vive del halago de otros clubes que son conscientes del salto cualitativo que daría si consiguen la mudanza del brasileño.

Pero no sólo el Manchester United sigue al acecho; su vecino de ciudad también ha sondeado al ‘jefe’, como también lo han hecho el Chelsea y el París Saint Germain, que estima que sólo Cristiano o Neymar jr serían capaces de hacerle máximo favorito para ganar la Liga de Campeones, el idílico sueño del empresario qatarí dueño del club galo. Tanto el Manchester City como el PSG han saldado sus problemas con el ‘fair play’ financiero y están dispuestos a situar al brasileño como el mejor pagado del mundo. Así las cosas, glamur y dinero para ser el número uno y desbancar a Messi. Cualquiera de estas escuadras está dispuesta a acoger al futbolista más prometedor que habita en el mercado. Los casi 200 millones de euros que se deben abonar, más un sueldo que podría rondar los 25 millones de euros anuales, no son ninguna quimera. Mientras tanto, el Barça agota recursos para inmovilizar al chico que con Messi en el grupo seguirá a su sombra. A él no le importa, pero a papá Neymar, sí.

Mientras la Audiencia Nacional dirime el presente judicial de Neymar jr -juzga la querella presentada por un fondo de inversión contra varios actores incluido el jugador y su padre-, en paralelo, se somete también a juicio el futuro del futbolista brasileño. El reconocido ascenso deportivo del chico mantiene en vilo al FC Barcelona que debe protegerse de las acometidas de las entidades económicamente más poderosas del continente. Pero los grandes clubes no son el único enemigo; el fuego amigo permanente de papá Neymar condiciona los movimientos del Barça que debe, además, soportar como único responsable las consecuencias jurídicas y económicas que devengan del fallo en los tribunales. Bartomeu es consciente de que su gran fracaso presidencial sería perder a Neymar jr de esta plantilla. El patriarca, sin embargo, sólo busca aumentar la cuenta corriente de la familia. Entre tanto, otros movimientos hacen peligrar el futuro del delantero. ‘Ney’ quiere seguir en Barcelona. Por el contrario, algunos consejeros le invitan a una nueva aventura. En la trastienda, la sombra de Messi.

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