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¿Neymar?¿Pogba? La promesa del jeque a Guardiola para su mejor aterrizaje en el City
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Antonio Sanz

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¿Neymar?¿Pogba? La promesa del jeque a Guardiola para su mejor aterrizaje en el City

Los principales objetivos de Mansour bin Zayed para contentar a su nuevo entrenador se centran en dos futbolistas permeables, fáciles de tentar por su personalidad y entorno

Foto: Guardiola y Neymar, durante el Bayern-Barça de Champions de la temporada pasada. (Reuters).
Guardiola y Neymar, durante el Bayern-Barça de Champions de la temporada pasada. (Reuters).

Político y empresario, miembro de la familia real que gobierna Abu Dhabi, hermanastro del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, forma parte del Consejo Supremo del Petróleo y es consejero de numerosas sociedades de inversión, todo a los 45 años. Además de excelso jinete, es un apasionado del fútbol. La fortuna almacenada le ha permitido invertir en dos de sus hobbies: organizar carreras de caballos y comprar entidades de balompié. Por aquí, no se conformó con adquirir uno. Ha montado una red de equipos que se instala en tres de los cinco continentes, desembolsando una considerable cantidad buscando el reconocimiento mundial. En Europa, se aposentó en el Reino Unido, al noroeste de Inglaterra, provocando una alteración en el mercado de adquisiciones. El Manchester City compraba caro con el objeto de recortar plazos para instalarse cuanto antes en lo alto del pedestal deportivo. Nada frenaba a Mansour bin Zayed, que no sólo invertía en futbolistas, también en instalaciones. Las del club inglés son de las mejores del viejo continente.

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Sin embargo, el petrodólar no lo compra todo. Apoyado en dos ejecutivos españoles que destacaron en la organización financiera y deportiva del gran Barça de este siglo, el Manchester City persigue a Pep Guardiola desde que se sentaba en el banquillo culé. Tras su explosión como uno de los mejores entrenadores del concierto internacional, el jeque dio la orden de ficharlo a cualquier precio. Consciente de la competencia, le otorgaba plenos poderes, una ficha multimillonaria y un talonario para conformar un equipo. Al tercer intento, ha recibido por fin el sí del catalán, quien sale desencantado, que no fracasado, del Bayern. Quizá por eso aterriza con más ganas si cabe en Inglaterra. Un país dónde se respira fútbol desde que pones pie en la ínsula. Las costumbres, los rituales, la tradición, la leyenda que arropa la competición, todo eso seduce a Pep, que no ha querido esperar más tiempo para dirigir en la Premier. No era su única opción. Sin embargo, se la debía a quien día tras día ha aguardado con paciencia infinita la decisión del técnico: Txiki Beguiristain.

Hasta ahora, el City ha firmado todo lo que ha podido, pero no ha logrado armar un equipo. La llegada de Guardiola permite dar un salto de calidad, además de en lo futbolístico, en la percepción de que se construye un proyecto real, no artificial. El gusto por el fútbol preciosista y de toque que se matrimonia con el técnico permite soñar al mandamás árabe con las más altas cotas deportivas. Pero para lograr este reto, todas las partes -jeque, altos ejecutivos y staff técnico- han coincidido en que falta el plus de un jugador mayúsculo. Por muy buenos futbolistas que habiten en la plantilla, ninguno de los que portan este escudo forma parte del ‘top ten’ de jugadores. Se podrá discutir la figura de Agüero, pero la falta de continuidad por problemas físicos y la irregularidad como constante han determinando su exclusión de la élite. En el pasado verano, el City se dejó en dos futbolistas una inversión que alcanzó los 150 millones de euros: el inglés más prometedor del mercado -Sterling- y un belga que fue el mejor jugador de la Bundesliga -De Bruynne-. Pero ni uno ni otro, por bien diferentes circunstancias, han otorgado el salto de calidad que precisaba la entidad.

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De este modo, los nombres que insertan la lista de élite están en la cabeza de todos. Mansour bin Zayed ha confirmado al entrenador que la maquinaria se ha puesto en marcha para firmar ese jugador capaz de liderar por sí solo el proyecto. Sin embargo, el dinero, que no es un problema, no permitirá cumplir el sueño si no encuentra el beneplácito del futbolista en cuestión. Y a la hora de seducir nos encontramos con una tarea que es bastante compleja. Los dos mejores de esa lista no tienen discusión, pero son inalcanzables pese al intento realizado. Ni Messi ni Cristiano Ronaldo se muestran a tiro y han denegado cualquier conversación. El argentino tiene bajo su manto a toda una institución que le rinde pleitesía sin ambages. Incluso, en más de una ocasión se ha convertido en director deportivo en funciones como cuando entabló contactos con Agüero para hacerle hueco en la plantilla si éste encontraba la salida de Manchester -antes de hacerse tan amigo de Luis Suárez-. Por tanto, es más real que el Kun acabe en el Camp Nou que Messi en Inglaterra. En el caso del portugués se mezclan dos situaciones: su proceso negociador para renovar y retirarse en el Real Madrid y los lazos afectivos con el gran rival de la ciudad. El pasado vivido en el Manchester United no invita al luso a convertirse en un traidor para la afición de Old Trafford, que hoy, siete años después, aún lo adora.

Con esta contingencia, los principales objetivos se centran en dos futbolistas permeables. Dos jugadores fáciles de tentar por su personalidad y entorno. Se trata de Neymar y Pogba. Sería el magnífico regalo prometido del jeque a Guardiola. No obstante, la empresa es complicada. El padre del brasileño sigue escuchando a quien le llama porque continúa disgustado con el tratamiento fiscal y judicial que lo acorrala desde su llegada a Barcelona. Por eso, no es extraño que atienda al City, al PSG o al Chelsea. Cualquier destino es posible. Al chico le siguen aconsejando que hasta que no abandone la compañía de Messi abordará en desventaja la pelea por el ansiado Balón de Oro. Entretanto, el francés medita también el cambio de aire y dejar la Juventus, donde considera que ha tocado techo. Aquí, el gran rival de Guardiola será el Real Madrid. Con Zidane a la cabeza, Florentino sabrá esperar hasta la Eurocopa. Qué decir si al centrocampista le da por destacar y a Francia por ganar. Pérez encontraría el cromo perfecto. Además, Pogba ya conoce Manchester, de su etapa en el United, y fichar por el adversario solamente le motiva para vengar el mal trato sufrido en aquel tiempo. Otros jugadores como Lewandowski, Douglas Costa, gran revelación del curso, o Ibrahimovic están descartados por el poderío del Bayern y por la nula relación del sueco con el técnico.

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Tener mucho dinero y no poder gastarlo. Esta es la empresa con la que se encuentra la dirigencia de un City que rastrea el mercado en busca de ese crack necesario para pelear de igual a igual con Barça, Real Madrid o Bayern. El trabajo de Pep es esperado en Inglaterra con una expectación inusitada. En el horizonte, reinar en Inglaterra para después asaltar Europa. Desde el aspecto financiero ni una grieta, pero adquirir jugadores del máximo nivel se afronta como una acción, al menos hoy, difícil de alcanzar. El regalo del jeque se puede quedar sin efecto y entonces la fiesta no sería completa.

Político y empresario, miembro de la familia real que gobierna Abu Dhabi, hermanastro del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, forma parte del Consejo Supremo del Petróleo y es consejero de numerosas sociedades de inversión, todo a los 45 años. Además de excelso jinete, es un apasionado del fútbol. La fortuna almacenada le ha permitido invertir en dos de sus hobbies: organizar carreras de caballos y comprar entidades de balompié. Por aquí, no se conformó con adquirir uno. Ha montado una red de equipos que se instala en tres de los cinco continentes, desembolsando una considerable cantidad buscando el reconocimiento mundial. En Europa, se aposentó en el Reino Unido, al noroeste de Inglaterra, provocando una alteración en el mercado de adquisiciones. El Manchester City compraba caro con el objeto de recortar plazos para instalarse cuanto antes en lo alto del pedestal deportivo. Nada frenaba a Mansour bin Zayed, que no sólo invertía en futbolistas, también en instalaciones. Las del club inglés son de las mejores del viejo continente.

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