Mourinho quiere a Morata para dejar salir a De Gea

Apagados los ecos del ‘euroderbi’, el Real Madrid piensa ahora en preparar del mejor modo el ‘rush’ final de la competición doméstica antes del desenlace en Cardiff. Restan tres apasionantes partidos donde únicamente es necesario sumar siete puntos… siempre que el adversario directo logre acumular dos victorias en los dos partidos que le restan. Mientras tanto, en los despachos de Concha Espina ya hemos comprobado que no se afloja el ritmo. Se aceleró la contratación de Theo Hernández, previa citación obligada de reconocimiento médico, y se consumen los últimos episodios del fichaje del joven brasileño Vinicius, a quien en Brasil ya tildan como el ‘nuevo Neymar’, una etiqueta recurrente entre los que gustan de las comparaciones. Seguro que no serán las dos únicas incorporaciones en el nuevo proyecto. Pero para dar entradas son fundamentales las salidas, más allá de equilibrar el presupuesto y de no abusar acumulando demasiados integrantes en el camerino. Uno que cuenta con todas las papeletas para salir es Álvaro Morata. Sus goles y el rendimiento demostrado, cuando ha sido utilizado, lo colocan como uno de los fichajes estrella en el continente.

Ya vivió Morata una primavera agitada durante el curso pasado. Tras su tiempo en Italia, el delantero regresaba al Bernabéu con la intención de pelear por un puesto de tú a tú con Benzema. Los motivos que utilizaron para hacerle ver que era posible se fraguaron en la carga del calendario y la fuerza de sus goles ‘juventinos’. Ya no era un canterano, le halagaron. Pero aquellas sanas intenciones que escuchó se marcharon poco a poco al limbo porque la realidad dictó una situación bien distinta. Zidane, a la hora de alinear, ha seleccionado a su compatriota antes que a Morata y el madrileño se ha visto sacudido con demasiada frecuencia al banquillo. Tanto que él mismo se autodenominó el 'postre' en una conversación con Isco que captaron las cámaras de televisión. El chico, que acumula un gol cada 90 minutos, es el segundo máximo anotador de la plantilla, mientras que los números, que no tienen corazón, lo colocan como el séptimo suplente utilizado. Es decir, lejos del once titular, aún tiene seis compañeros que disputan más minutos que él.

El quiero jugar más de Morata tras Butarque, El Molinón, Riazor o Los Cármenes, donde su juego se correspondió con goles, no le sirvió de nada para cuando se presentaron los partidos señalados en rojo en el calendario. En Liga, contra Atleti y Barça se quedó sin actuar; lo mismo que en la eliminatoria ante el Bayern o en la ida frente a los rojiblancos en la Champions —en la vuelta apareció de manera testimonial—. Por eso, la decisión está tomada y el cambio de aires se antoja necesario para la salud deportiva del delantero. A sus 24 años, no puede seguir un curso más esperando porque se otea un Mundial y Morata quiere ser también protagonista en la Roja de Lopetegui. En la primavera de hace un curso, su asesor deportivo le puso en contacto telefónico con dos de los mejores entrenadores de Europa. Tanto Conte como Simeone trataron de seducirle para que firmara por Chelsea o Atlético de Madrid. Pero Álvaro quería otorgarse una oportunidad en el Madrid. Nunca se hubiera perdonado quedarse con la duda de saber si es o no el ‘9’ que necesitan los blancos. Ahora que se ha demostrado que nada tiene que envidiar a nadie, la cosa cambia de manera sustancial.

Conte lo fichó para la Juventus, aunque no lo entrenó. El técnico se marchó de Turín a los pocos días de que Morata se comprometiera con los blanquinegros. Lo quiso para el Chelsea, pero la dirigencia blanca expuso un trueque inalcanzable: "Lo cambiamos por Hazard". Los ingleses dieron marcha atrás. El entrenador italiano no tiene dudas de que es su delantero, más cuando Diego Costa vive tentado por volver al Atleti o por afrontar la aventura china. Por eso, volverá a intentarlo. Esta vez, con los rojiblancos descartados, bien porque no puedan fichar o bien porque Florentino nunca se lo venderá a Gil Marín, la competencia para el Chelsea llega desde Inglaterra. Y qué curioso, con un viejo conocido. Ya lo dijo en su momento: “Cuando nos interese hablar con el Real Madrid, lo haremos. Tengo amigos allí”. Sí, Mourinho se vuelve a cruzar en el camino de Concha Espina. Quiere a Morata para el Manchester United y sabe cómo poder conseguirlo.

José Mourinho es consciente de que el club blanco mantiene el recurrente deseo de firmar a De Gea. Y el técnico portugués admite que no pretende arruinar el deseo del portero, que quiere regresar a jugar a la Liga. Florentino mantiene esa espina clavada tras lo acontecido el 31 de agosto de 2015. Aquella jornada frenética se convirtió en un ridículo espantoso para el Real Madrid. Sucumbió al impostado alargue de la negociación forzada por el ManU, mareó a Keylor Navas y se quedó sin De Gea porque la tramitación documental se concluyó fuera de tiempo. Con ‘Mou’ ahora como intermediario de las negociaciones, cuenta con el mismo asesor deportivo que el portero, la dirigencia de Concha Espina debe comprender que será el entrenador del Manchester United quien marque los tiempos. Lo primero que quiere es contar con Morata para dar salida al guardameta. Podría encontrarse con la negativa del delantero. Entonces, quiere que se moje Florentino para cambiar el ‘no’ por un ‘sí’ que agrade a todos. ¿Se mojará el presidente? La relación sigue siendo buena entre ambos. Y en el mandamás pesa más el orgullo de firmar a quien se le negó que en retener al joven ariete que se instruyó en sus categorías inferiores.