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Cristiano Ronaldo se distancia de Florentino
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Antonio Sanz

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Cristiano Ronaldo se distancia de Florentino

El comentario general entre la dirigencia es de respeto a quien ofrece y ha ofrecido tanto por el escudo. No obstante, la relación entre el chico y el ático, siendo amistosa, ha perdido cercanía

Foto: Cristiano y Florentino el día de la renovación del portugués, hace un año. (Reuters)
Cristiano y Florentino el día de la renovación del portugués, hace un año. (Reuters)

No atraviesa un momento excelso. Se distancia del gol y su expresión no engaña: barrunta mal humor. Con este comportamiento altivo, han resurgido algunas críticas que no le dejan en buen lugar. Pero no es nada nuevo. Cristiano Ronaldo no vive contento cuando no celebra. Es algo instintivo. Todos nos hemos apresurado a destacar que ese afán de superación lo ha situado cara a cara con el jugador de más talento que ha dado este fútbol contemporáneo. Por eso, sorprende la sorpresa de aquellos que manifiestan el descontento en su rostro en acciones como las mostradas ante la UD Las Palmas.

Lo único que no es habitual es que el portugués acumule únicamente un gol en este tramo del campeonato liguero (más allá de los cuatro partidos que sufrió de sanción). En todo caso, es cuestión de tiempo que lleguen los tantos como tan rápido se han colado las justificaciones. Entretanto, Cristiano observa una plantilla más debilitada que en el curso pasado. Echa de menos a su amigo Pepe, también a Morata e incluso a James. En lo personal añora a Coentrao. En un año de Mundial, el futbolista, que será condecorado como el mejor del planeta, busca explotar en Rusia. Ese es su gran objetivo en este curso.

Foto: Lewandowski celebra un gol marcado con el Bayern. (Reuters) Opinión

En Londres, el delantero analizó la temporada. No es muy habitual en las zonas mixtas habilitadas para el periodismo, pero la derrota ante el Tottenham exigía una explicación: “Cuando no ganas la gente intenta buscar cosas, yo hablo, doy la cara por mis compañeros, confío en que las cosas van a cambiar”. En la comparecencia se le observó distante con el club. Como pesaron en el ático esas manifestaciones donde se entendía que devaluaba a la plantilla, un grupo conformado con la idea del presidente.

Morata, Pepe, James...

Una idea que ha dado sus frutos en forma de títulos y que respalda, con algunos matices, el entrenador. Pero la estrella del equipo lamentó la formación del plantel. Así lo expresó: “los jugadores que han llegado tienen mucho potencial. Pepe, Morata, James nos hacían más fuertes, pero los de ahora son más jóvenes. Nos hace falta también Carvajal, Bale. No es una plantilla peor, pero tiene menos experiencia, y es muy importante la experiencia. Sin embargo, que no se vea como una excusa”. Estas palabras sacudieron a Florentino. Un presidente que se toma con calma, con prudencia y con distancia las opiniones de los empleados.

El comentario general entre la dirigencia es de respeto a quien ofrece y ha ofrecido tanto por el escudo. No obstante, la relación entre el chico y el ático, siendo amistosa, ha perdido cercanía. Desde lo sucedido este verano, con la fuga imposible que pretendió Cristiano por sus problemas fiscales, las partes han marcado una distancia que se trata de solventar con una nueva revisión contractual para el jugador. La última fue anunciada en noviembre de hace un año, si bien el acuerdo se había fraguado antes del verano. El trato alcanza hasta junio de 2021, por expreso deseo del jugador, para igualarse en su eterna disputa deportiva y económica con Messi.

Como la nueva ampliación del astro argentino no se hace pública, el Madrid gana tiempo. El propio portugués también aludía en Londres a si se debía o no revisar el anterior documento: “Tengo cuatro años más de contrato y a mí me basta, no quiero renovar ni una mejora de contrato, estoy muy bien”, señaló cortante con la pregunta. La realidad es que él desea una revisión que el Real Madrid aprueba para restar los daños económicos que le pueden sobrevenir por la investigación en curso de cuatro delitos fiscales.

El Balón de Oro

El Real Madrid se encuentra ante un apuro y un mal precedente. Por eso se niega a admitir que la revisión salarial es consecuencia directa de los problemas particulares del jugador con la Hacienda Pública. Después de analizar el mercado, Florentino Pérez llegó a la conclusión de que era más rentable económica y deportivamente renovar a Cristiano Ronaldo que acometer un fichaje galáctico. El dirigente es consciente de que nadie le garantiza los goles y el rendimiento que el jugador ha ofrecido durante su estancia en Chamartín. Además, el nuevo Balón de Oro que recibirá el luso mantiene la cotización del jugador al alza, en lo más alto. Todo esto le ubica en buena disposición para reclamar una vez más un nuevo contrato. Por eso, se explica la acción como respuesta a la situación deportiva, y no a otros asuntos colaterales que recorren el presente del portugués.

Cristiano no es un deportista que acepta bien las críticas. Ufano, encomendó al seguidor exigente que habla de la sequía que padece, a introducirse en Google para rastrear el enorme currículum goleador que lo acredita. No existe, por tanto, preocupación en el jugador, aunque aparente lo contrario en determinadas acciones del juego que irritan a alguno de sus compañeros. Pero lo que tiene entre ceja y ceja es el próximo Mundial, el último probablemente de su carrera, al que acude con el título de campeón de Europa. Para Portugal y para Ronaldo es una ocasión pintiparada para pelear por un trofeo que sería la rúbrica para la excelente carrera deportiva que ha lustrado al delantero. Pero antes restan varios episodios que engrandecerán la figura del chico: la entrega del premio al mejor jugador del mundo, la pelea por la conquista de un nuevo Mundial de clubes y el recorrido en Liga y Champions. Veremos si los éxitos terminan o no recortando la distancia que hoy existe entre la estrella y la entidad. Eso sí, a ambos les preocupa más conocer la fecha del final de su sequía goleadora liguera.

No atraviesa un momento excelso. Se distancia del gol y su expresión no engaña: barrunta mal humor. Con este comportamiento altivo, han resurgido algunas críticas que no le dejan en buen lugar. Pero no es nada nuevo. Cristiano Ronaldo no vive contento cuando no celebra. Es algo instintivo. Todos nos hemos apresurado a destacar que ese afán de superación lo ha situado cara a cara con el jugador de más talento que ha dado este fútbol contemporáneo. Por eso, sorprende la sorpresa de aquellos que manifiestan el descontento en su rostro en acciones como las mostradas ante la UD Las Palmas.

Florentino Pérez Cristiano Ronaldo