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Los futbolistas descontentos del Real Madrid con el aterrizaje de Solari
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Antonio Sanz

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Los futbolistas descontentos del Real Madrid con el aterrizaje de Solari

Bale vuelve a la casilla del principio; a Isco la salida de Lopetegui le fustiga con un presente incierto; y Keylor comprueba cómo queda relegado para disputar la menor de las competiciones

Foto: Gareth Bale no termina de engancharse a la temporada. (Reuters)
Gareth Bale no termina de engancharse a la temporada. (Reuters)

Sin rubor alguno. El Real Madrid ha vuelto a ofrecernos un salto mortal como sucedió hace casi tres años. La pirueta circense ha cuajado. Y tanto que ha gustado. Por eso Santiago Solari ha pasado en menos de 15 días de entrenador interino a técnico con galones para dos temporadas y media. Así de fácil, sin vacilar con el pulso de nadie. La dirigencia ha probado y ha decidido otorgar confianza pública con un contrato impensable hace un par de semanas. Pero no todo son buenas caras para Solari. Él ha logrado lo más difícil después de vencer, que es ganar crédito frente a los futbolistas. Pero no todos se muestran satisfechos con las decisiones del recién llegado. Bale, Isco, Asensio o Keylor se frustran con el nuevo ciclo.

El buen servicio prestado por el argentino en cuatro partidos ha disipado dudas dentro del vestidor, reafirmando con solvencia a quien apostó por él e ilusionando a buena parte del madridismo que anhela un futuro prometedor a quien aplaudió como futbolista destacado de aquella clase media que se forjó entre zidanes y pavones. En su primer día, sorprendió a la opinión pública con aquella impulsiva puesta en escena tirando de cojones. Pero el técnico había medido con tino el discurso. Su capacidad intelectual chocaba con el palabro y con el mensaje, si bien Solari fue capaz de descargar tensión en el grupo para arrancar con buen pie la andadura en el banquillo.

placeholder Isco es uno de los jugadores que ha perdido protagonismo con Solari. (Reuters)
Isco es uno de los jugadores que ha perdido protagonismo con Solari. (Reuters)

El tránsito en el filial se asemejó a lo que le había sucedido con Zidane. El francés tampoco entusiasmó en el Castilla para luego arrasar en forma de títulos durante su tiempo en la cúspide. Solari generó dudas en la cantera, emociones que ha disipado de un plumazo en un tramo escueto de 15 días. El arranque ha sido tan bueno que se ha catalogado como el mejor de la historia del club para un técnico debutante, corroborado por las estadísticas. Pero si las buenas noticias se agolpan, no todos los integrantes del plantel están satisfechos con el incipiente estreno de Solari. Tres hombres rumian por dentro su mala suerte: Bale, quien se alivió con la salida de Zidane y que vuelve a la casilla del principio; Isco, al que la salida de Lopetegui le fustiga con un presente incierto; y Keylor Navas, a quien Julen concedía algún premio que otro y que hoy comprueba cómo queda relegado para disputar la menor de las competiciones.

Si Bale, Isco o Keylor son cabeza de cartel del asunto, no podemos olvidarnos de Asensio, más que cuestionado por no dar el paso adelante que se le requiere. Queda por discernir qué papel tendrá Mariano, quien descartó irse al Sevilla por la llamada de Lopetegui y que ahora acumula tiempo de recuperación tras la lesión muscular sufrida y que le mantiene de baja médica. Otros integrantes del camerino —Kroos o Modric— analizan con calma al recién llegado. Varios irradian satisfacción con el cambio —Vinicius, Odriozola o Reguilón—. Para la mayoría, la vida sigue igual en lo bueno —Ramos, Benzema, Casemiro— como en lo malo —Casilla, Vallejo o Llorente—.

Solari ha logrado ganar crédito. Pero no todos se muestran satisfechos con sus decisiones. Bale, Isco, Asensio o Keylor se frustran con el nuevo ciclo

Gareth Bale no termina de engancharse a la temporada. Las inquietantes dolencias que sufre su cuerpo siguen penando su trayectoria en el Real Madrid. No acaba de concretarse una regularidad que aporte rendimiento constante. Eso es lo que mantiene alerta al entrenador, que busca reivindicar la figura del galés. Aquel mensaje directo —“tiene que comerse el escenario cada vez que sale”— desconcierta la mente del británico. El técnico es el primero que trata de animar al jugador para sacar el mayor partido, pero este mantiene cierta melancolía en su comportamiento que evita cualquier despegue. Si unimos que la sombra de Vinicius, que ha pasado de no contar a ser un revulsivo, amenaza su figura, Bale se coloca en una posición opaca. Sólo el buen hacer lo mantendrá en las alineaciones porque Solari transita en el mismo camino que ya recorrió Zidane. Y esto ya lo huele el británico.

placeholder Keylor Navas ha perdido la titularidad tras la llegada de Solari. (Reuters)
Keylor Navas ha perdido la titularidad tras la llegada de Solari. (Reuters)

Isco es el más señalado en esta nueva etapa. Ha pasado de referente a personaje anónimo. De indiscutible a carne de banquillo. Además, los portavoces periodísticos de Concha Espina ya escupen que tanto la dirigencia como parte de la compañía se encuentran decepcionados con su actitud. Incluso, se habla de exceso de peso para ensuciar más a quien mantiene, al menos, el pulso de la selección. Hasta el día que le tocó pasar por el quirófano para solucionar el problema de apendicitis, nadie dudó de él. Unas semanas después, la vida le ha girado para mal. Que a nadie le extrañe que Isco vuelva en menos que canta un gallo a descubrirse como necesario. Sin embargo, otra vez que le toca empezar de cero.

En Keylor Navas se dibujó el lobo del cuento. Por fin se fichó a un portero y la suplencia será su nuevo modo de vida. De todos modos, el centroamericano planea mantener la disputa abierta y tratar de hacer variar la opinión de Solari. No pondrá mala cara, seguirá peleando apoyado en la fe, pero el golpe de verse apeado del partido de Champions League contra el Viktoria Plzen lo sitúa en una posición de decepción. La misma que siente Marco Asensio. Sobre él se quiere edificar parte del Real Madrid futuro. Por eso el ático ha quebrado cuando le ha escuchado restarse responsabilidad. Sus palabras suenan a que la situación actual no responde a lo que esperaba. Admite la pérdida de protagonismo en la nueva era, pero se centra en recuperar el tiempo perdido. Por aquí tiene trabajo Solari. No todo son buenas noticias para el debutante.

Sin rubor alguno. El Real Madrid ha vuelto a ofrecernos un salto mortal como sucedió hace casi tres años. La pirueta circense ha cuajado. Y tanto que ha gustado. Por eso Santiago Solari ha pasado en menos de 15 días de entrenador interino a técnico con galones para dos temporadas y media. Así de fácil, sin vacilar con el pulso de nadie. La dirigencia ha probado y ha decidido otorgar confianza pública con un contrato impensable hace un par de semanas. Pero no todo son buenas caras para Solari. Él ha logrado lo más difícil después de vencer, que es ganar crédito frente a los futbolistas. Pero no todos se muestran satisfechos con las decisiones del recién llegado. Bale, Isco, Asensio o Keylor se frustran con el nuevo ciclo.

Marco Asensio Isco Gareth Bale