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El disgustado Coutinho estalla y Valverde reacciona para que no se vaya del Barcelona
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Antonio Sanz

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El disgustado Coutinho estalla y Valverde reacciona para que no se vaya del Barcelona

Ernesto Valverde ha renunciado a darle la puntilla a Coutinho, lejos de su mejor nivel durante su primer año en el Barcelona. El técnico intenta recuperar al jugador más caro de la historia del club

Foto: Philippe Coutinho no está atravesando su mejor momento en el FC Barcelona. (Reuters)
Philippe Coutinho no está atravesando su mejor momento en el FC Barcelona. (Reuters)

"Coutinho no está en estos momentos al nivel de la pasada temporada y Dembélé le ha pasado un poquito por encima". Estas declaraciones de un miembro del cuerpo técnico de Ernesto Valverde —las realizó Jon Aspiazu, uno de sus ayudantes más cercanos, en la previa del partido de ida de la Copa ante el Levante— no hizo más que exponer públicamente lo que es una evidencia en las alineaciones del FC Barcelona. El fichaje más caro en la historia de la entidad culé es una etiqueta que ha pesado, pesa y pesará en el rendimiento del buen centrocampista brasileño, al que, por cierto, le queda mucha cuerda: solo tiene 26 años. Pese a la evidencia en los onces, unida a la irregularidad demostrada sobre la hierba, el técnico ha renunciado a darle la puntilla y trata de recuperar a un futbolista que vive en una extraña pesadumbre.

No resultaron sencillas para Coutinho las horas posteriores a la derrota del Barça en el Ciudad de Valencia, arreglada con la remontada de la vuelta. El Levante había ganado a un equipo conformado por los menos habituales, sin la estrella de Messi o del goleador Suárez. Los focos se fijaban en quien no ha terminado de romper como futbolista en Barcelona. Qué tiempos cuando era Dembélé el resignado y el señalado. Pero en ese tiempo de reflexión, cuando lo asume, el brasileño empezó a entender que quizá su tiempo en el Barça se estaba desaprovechando. Que solo suma un año, pero que no acaba de abrazar a la felicidad. Esa noche, a Coutinho se le observó especialmente bajo de ánimo. Los más cercanos admiten que no resultaron para él jornadas amables. Acostumbrado a ser una referencia, en el Camp Nou soñaba con ganarse un hueco entre la guardia pretoriana de Messi. Y a día de hoy, el fútbol no se lo ha otorgado.

placeholder Valverde aún no ha tirado la toalla con Coutinho. (Reuters)
Valverde aún no ha tirado la toalla con Coutinho. (Reuters)

Esta montaña rusa en la que vive instalado comenzó en el verano de 2017. Entonces, unos 40 millones de euros no permitieron completar la operación de traspaso. Bartomeu, el mandamás blaugrana, vivía jaqueado por la inesperada fuga de Neymar y buscaba alternativas en el mercado. La secretaría técnica y los jugadores más influyentes del vestuario coincidían en que un menudo futbolista del Liverpool FC sería el mejor recambio para ocupar el puesto de quien había decidido marcharse a París. Pero uno no era suficiente y la junta directiva emprendió dos negociaciones paralelas: la de Coutinho y la de Dembélé. Fraguó antes la del francés, mientras que al sudamericano le tocó esperar. Philippe aún recuerda los pulsos que echó a la directiva inglesa y que sólo obtuvieron sentido seis meses después. Eso sí, el Barça cumplió su promesa y no lo dejó tirado.

Pero lo que en septiembre se apuntó como excesivo riesgo del patrimonio de la entidad, cuatro meses después se convirtió en una realidad. Contratar a Coutinho se había convertido en una obsesión para el Barça. Hace justo doce meses se anunció el fichaje por 120 millones de euros más otros 40 ‘kilos’ en variables. Tanta ansiedad provocó la adquisición que hasta la marca deportiva del chico se precipitó adelantándose al anuncio oficial. El propio Klopp, entrenador ‘red’, explicó en la web oficial del Liverpool FC la agitación que recorrió al jugador para alcanzar el deseo de vestirse de azulgrana: "Coutinho estaba desesperado, me insistía a mí, a los dueños, a los compañeros. Hemos hecho todo lo posible para convencer a Philippe de que quedarse en el Liverpool era tan atractivo como irse a España, pero él está 100% seguro de que su futuro está en Barcelona. Es su sueño".

placeholder Tras tres partidos siendo suplente el Liga, Coutinho fue titular ante el Eibar el pasado fin de semana. (EFE)
Tras tres partidos siendo suplente el Liga, Coutinho fue titular ante el Eibar el pasado fin de semana. (EFE)

El anhelo se fue frustrando y las buenas actuaciones acabaron reduciéndose. No ha ocupado el lugar por el que ha peleado, por eso sus asesores deportivos han agitado el mercado para comprobar si existe alguna posibilidad de cambio. Las decisiones de Valverde, entiende su núcleo más cercano, no han favorecido el desarrollo de su juego. Por eso se ha publicado en Inglaterra que el Manchester United podría estar dispuesto a repatriar para la Premier al medio culé. Sin embargo, el Barça no está dispuesto a perderlo ni a rendirse tan fácil. La inversión realizada puede lo suyo. La entidad le ha explicado que es una apuesta segura, que queda lo mejor del curso y que recuperará el nivel exhibido que apuntó y que solo la falta de regularidad ha hecho el resto. El técnico se unió a ese mensaje y solo unas horas después de Valencia fue titular frente al Eibar. "Es un jugador que nos ha dado mucho, nos da mucho y nos tiene que dar mucho. Ha jugado porque es una semana de tres partidos y hay otros futbolistas que tenían que descansar. Philippe tiene una calidad increíble", dijo.

Las conclusiones se sacarán a final de temporada, si bien Coutinho no vive cómodo con su actual rol en la plantilla. Al concluir el curso, podría no estar Valverde, y eso cierra las posibilidades de salida del brasileño. Además, ya se sabe que el fútbol no cuenta con memoria alguna y el presente puede abrir demasiadas puertas a la continuidad de Coutinho, si como parece termina por crecer como se desea en los despachos. Los tiempos de duda pueden disminuir y un fichaje tan ansiado por la actual junta directiva merece más tiempo de confianza. Y parece que los dirigentes facilitarán un territorio menos pirenaico para el futbolista. Al tiempo.

"Coutinho no está en estos momentos al nivel de la pasada temporada y Dembélé le ha pasado un poquito por encima". Estas declaraciones de un miembro del cuerpo técnico de Ernesto Valverde —las realizó Jon Aspiazu, uno de sus ayudantes más cercanos, en la previa del partido de ida de la Copa ante el Levante— no hizo más que exponer públicamente lo que es una evidencia en las alineaciones del FC Barcelona. El fichaje más caro en la historia de la entidad culé es una etiqueta que ha pesado, pesa y pesará en el rendimiento del buen centrocampista brasileño, al que, por cierto, le queda mucha cuerda: solo tiene 26 años. Pese a la evidencia en los onces, unida a la irregularidad demostrada sobre la hierba, el técnico ha renunciado a darle la puntilla y trata de recuperar a un futbolista que vive en una extraña pesadumbre.