Por qué el renovado Simeone gana pulsos a Florentino: Joao Félix, Llorente... y James

En plena ‘tempestad Griezmann’, el Atleti, lejos de desinflarse como en otros momentos no tan lejanos de su pasado, ha mostrado músculo económico, social y mediático colocando en escena el fichaje más caro de su centenaria historia, además de considerarse la adquisición entre las cinco más costosas de este negocio. Joao Félix huele bien, se reviste de áurea, gusta, ilusiona, despierta esperanza, mola. Es un fichaje caro, desde luego. Sin embargo, el ‘colchonerismo’ aplaude casi unánime la llegada del portugués… y más si es avalado, protegido y amparado por Paulo Futre, una leyenda que honró el escudo y que defiende la adquisición sin miramientos. Además, la nueva cara del Atleti resquebraja la vieja idea del entrenador de evitar puristas del balón. Con el luso, se consiguió a Llorente, un mediocentro de clase, y se pelea con Florentino Pérez para que acceda a la venta de James Rodríguez.

Simeone está cambiando, o eso proclama. Tras descatalogar a un nutrido grupo de colosos del cuero (Diego, Gaitán, Oliver Torres…) ha concedido el visto bueno a futbolistas que se alinean con esa reivindicación que se ha cansado de pregonar durante su estancia estival en Argentina. En un lavado de imagen, propia del mejor peluquero, el técnico rojiblanco ha defendido su pureza ofensiva mientras renegaba del arquetipo defensivo que dice lo persigue sin razón. Claro, las estadísticas mienten con el código binario que ha conducido al Atleti a lo más alto. No pasa nada por admitir un estilo que tanto gusto revierte entre la afición madrileña. A buena parte de la ciudadanía atlética le satisface ganar por 1-0 ó 0-1. Es la consecuencia de saber administrar los partidos, y de sumar y ganar.

Por eso, futbolistas talentosos como Rodrigo o Griezmann han optado por cambiar de aires. Ni el dinero los ha detenido. Lo del delantero francés, error mayúsculo admitir su chantaje económico que provocó la prostitución monetaria del vestuario, contó con mal arranque y peor final. La súplica al galo no se convirtió en decoro y la honra se acabó pudriendo. La propiedad pecó de falta de agallas para desterrar con firmeza la solicitud del entrenador. Y en esas viven: los problemas de tesorería del Barça han provocado que ni con la reducción se pague a tiempo la cláusula. Antes, un ufano Atleti emitió un comunicado destacando que el delantero sería expedientado… pero certificando que cobra una millonada y sin más solución que una venta sin plazos de pago.

¿Qué pensarán en el Espanyol con las cosas de Hermoso?

A todo esto, Florentino vive un verano incómodo porque debe desprenderse de cierta mercancía que él compró con satisfacción y que hoy es vista con deterioro por el jefe de almacén. El ‘superagente’ portugués, con el que tanto cariño se profesaba, le dejó fuera de la puja por el diamante Joao Félix. Pero como los viejos sabios, toca aguardar el momento y sabe esperar porque es consciente de que necesita aliviar el futuro de James Rodríguez. El club blanco desea colocar al colombiano en Nápoles, junto a Ancelotti. No quiere ni oír hablar de la opción rojiblanca que le ha planteado el intermediario. Ya tragó con Llorente, sobrino-nieto del presidente de honor del Real Madrid, claudicó con lo de Morata, pero ahora se limita a frenar en seco lo de Hermoso… y también lo de James. El deseo del colombiano es vivir en Madrid y jugar en el Metropolitano, por eso quiere tensar la cuerda. Lo que se explica menos es que el Atleti haga hueco… Solo se lee con ese nuevo y ofensivo Simeone.

Dice el sitio web ‘Transfermarkt’, especializado en calificar el valor de los futbolistas y en dar forma a las transacciones, que el club rojiblanco acumula este verano unos ingresos superiores a los 190 millones de euros, sin contar con la cláusula del rebelde Griezmann. Eso sí, ya ha desembolsado casi cinco millones de euros más. Este Atleti poderoso se confirma en el informe ‘The European Elite’19’ realizado por la consultora KPMG. El mismo analiza lo mejor de las entidades futbolísticas. Los de Simeone se sitúan en el puesto decimotercero con un valor superior a los 1.000 millones de euros, cercando a la poderosa Juventus de Turín. Tan es así, que las embestidas de los italianos, el Manchester City o el citado Real Madrid se aguantaron en los despachos del nuevo Metropolitano. En un año, los propietarios del Atleti casi han doblado su mejor adquisición: pasaron de los 70 ‘kilos’ por Lemar a los 127 por el joven ex del Benfica, distribuidos en un pago de 30 millones de euros a la firma del contrato, 96 millones en tres pagos aplazados más un ‘kilo’ en la solidaridad de la formación del jugador, según informó la Comisión del Mercado de Valores de Portugal.

Y, por fin, tras realizar el reportaje gráfico el 19 de junio en el Museo de El Prado de Madrid, habló esta semana Joao Félix como jugador del Atleti. Hasta entonces solo el ‘nuevo Simeone’ había sido capaz de persuadir al joven luso. El mensaje público del imberbe delantero no pudo ser mejor: calmado, cuerdo, frío, serio, prudente, sensato, sin entrar en comparaciones… ni con el desterrado héroe galo, ni con su compatriota Cristiano Ronaldo. Tampoco parece afectarle el precio pagado en su traspaso. Si esa cachaza la demuestra sobre el césped, el Atleti ha firmado un lujo. Sólo falta que no deje de emocionarse el técnico argentino para que el grado de penitencia que transitó Griezmann hasta convencerle no se vuelva a repetir. Aunque es verdad, que aquellos eran otros tiempos. El Cholo elaboraba un proyecto menor y más barato. Hoy este Atleti se ha convertido en máxima extensión.