Por qué Florentino se mostró como el 'esquirol' de los clubes en la guerra del fútbol

A la espera de lo que decida el titular del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid, el fútbol español se hace trizas. Varios son los dirigentes que durante estas últimas jornadas han alzado la voz en público para reivindicar cordura en un asunto que los mantiene desconcertados. La negativa de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a jugar los lunes y los viernes ha provocado horarios y fechas distintas para las tres primeras jornadas de Liga, circunstancia sobre la que debe pronunciarse el magistrado. En juego, 2.300 millones de euros, y en vilo, el 60% del presupuesto de la gran mayoría de la cofradía de LaLiga, cuya salud económica se sostiene gracias a la venta centralizada de los derechos televisivos. De los 42 clubes profesionales, solo uno no se unió a la foto que representó el desencuentro con el mando federativo. El Real Madrid de Florentino pasa por ser el esquirol del grupo. Y es que Pérez esquiva participar en una trama, sea la que sea, orquestada por Tebas.

Mientras la Premier League de Inglaterra arranca en viernes, con el campeón de Europa como uno de los dos equipos protagonistas, las entidades profesionales españolas aguardan el veredicto para conocer qué días se juega y si el dictamen influirá o no en la particular cuenta de resultados de cada uno. El miedo que destilan pasa por la amenaza de los operadores televisivos, quienes podrían reclamar por incumplimiento de contrato. Más allá del enfrentamiento personal y público que sostienen Rubiales y Tebas, todo parte de cuando el entonces organismo que presidía Villar cedió la competencia de fijar los horarios de cada jornada. Por jugar los lunes, LaLiga abona desde 2010 a la Federación más de tres millones de euros con el incremento anual del IPC. Rubiales encargó una auditoria para conocer qué cantidad compensatoria permitiría aceptar jugar partidos los viernes, nunca los lunes. El informe situó la compensación en 33 millones de euros al año, a lo que Tebas respondió con un ‘no’ rotundo.

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Fermín de la Calle

Tal es el pánico que inunda a los clubes que se produjo una escena nunca vista hasta entonces. Los representantes de los equipos profesionales forzaron una fotografía, unida a una posterior rueda de prensa, donde defendieron la industria del fútbol, al tiempo que solicitaban a Rubiales que evitara el incumplimiento de acuerdos alcanzados con el beneplácito de la propia Federación, tal y como se aprobó en el seno del órgano de control audiovisual, creado de acuerdo al famoso real decreto de 2015. Lo que admiten los integrantes de la LaLiga es que el sector está transmitiendo al exterior una falta de seriedad que provoca que, después de firmar un acuerdo, se eliminen dos de los cuatro días posibles para las retransmisiones, y en uno de ellos, el domingo, se prohíba ofrecer partidos en la franja horaria del mediodía. El hecho de la posible reducción del ingreso previsto coloca en una situación de alarma a la gran mayoría de las entidades profesionales.

A esta guerra de competencia y de desfase de presupuestos no se ha sumado el Real Madrid. Ha sido el único club profesional que ha evitado aparecer en la foto que lanzaba un pulso directo a la Federación y en particular a su presidente. Bien es cierto que, como reconocen en privado, e incluso en llamadas telefónicas de justificación al propio Rubiales, muchos de los clubes lamentan jugar los lunes y los viernes. Sin embargo, la recompensa económica es tan considerable que les arregla el presupuesto, evita elevar el precio de los abonos a los seguidores y les permite salir al mercado con el cuello más alto. Pero Florentino Pérez lleva atravesado con Tebas varios años. Las diferencias se acrecientan con motivo de la llegada del real decreto, hace casi un lustro, que provocó, según declaró el presidente del Villarreal, Fernando Roig, a 'El País', "que se haya conseguido que la diferencia entre los clubes que más cobran y los que menos por los derechos de televisión pase de una proporción de 12 a 1 a 3’5 a 1". Esa aproximación de equidad no la soporta el presidente del Real Madrid, que no perdona la afrenta al máximo dirigente de LaLiga.

Según fuentes cercanas a la Asamblea Extraordinaria de LaLiga, el Real Madrid, a través de su representante, el abogado López Farré, no mostró reticencias a que la patronal mantenga las competencias de los horarios. Sin embargo, Florentino se mostró tajante cuando se le informó de la posibilidad de salir en la foto conjunta. Por aquí no pasó el mandamás blanco, que prohibió a su letrado aparecer en la instantánea: nunca pisar el mismo terreno que aquel que vive enfrentado al club blanco. Lo que no dejó claro el presidente de Chamartín es si se sumaría a una posible huelga de la patronal, si finalmente el fallo es contrario a sus intereses, tal y como se planteó en la Asamblea. Esa foto de los clubes unidos contra la Federación rememora la que forzó Rubiales, cuando era el máximo dirigente del sindicato AFE, tras aprobarse el famoso real decreto que hoy nos ocupa.

Cuentan que Rubiales se tomó casi como una traición la presencia de algunos de los que conformaban la instantánea de los clubes. En mayo de 2015, otra fotografía —esta junto a Casillas, Iniesta Ramos, Xavi o Piqué— lo encumbró como un dirigente combativo y defensor de los derechos de los futbolistas profesionales al entender que se había excluido a los grandes protagonistas de la industria. Hoy, desde otro púlpito, combate también contra la patronal y contra su eterno enemigo. Esta batalla cansa al fútbol, a los futbolistas y, probablemente, a los aficionados. Pero de una foto a otra solo hay un personaje coherente: el ‘esquirol’ Florentino. Él estaba en contra del real decreto… él tampoco admite posar con sus compañeros de juego… mientras Tebas siga presente.