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Cruz de navajas en el 'caso Piquet'
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Cruz de navajas en el 'caso Piquet'

La actitud y la estrategia de los Piquet en el "Piñagate" de Singapur 2008 ilustra una más que dudosa catadura moral que, además, ha sido avalada por

La actitud y la estrategia de los Piquet en el "Piñagate" de Singapur 2008 ilustra una más que dudosa catadura moral que, además, ha sido avalada por la propia Federación Internacional de Automovilismo. Por su presidente, Max Mosley, para ser más precisos, que está otorgando impunidad a un actor necesario de la trama que, como mínimo, cuenta con la misma responsabilidad que aquellos a quienes se va a enjuiciar. 

 

Y ha sido Mosley, según ha podido saber El Confidencial, quien ha concedido por su cuenta y riesgo la inmunidad a Piquet de manera unilateral y al margen del Consejo Mundial que juzgará a Renault. Algunos de cuyos miembros no están de acuerdo en que el piloto brasileño quede al margen del asunto. Pero Mosley necesitaba "caso" y juicio y, sin el testimonio del brasileño, no hubiera existido ninguno de los dos. Lo triste es que Piquet hijo es el "tonto útil" de la historia, instrumento de un padre soberbio. Y estos, a su vez, de un presidente en pleno ajuste de cuentas.

Un volante en la mano, no una pistola en la sien

Vayamos por partes. Dejemos en suspenso el juicio sobre la responsabilidad de Renault en este asunto hasta la resolución del Consejo Mundial. Sobre el papel, las apariencias juegan en su contra, y la información filtrada -con toda intención- parece corroborar que en Singapur hubo, efectivamente, demasiadas "casualidades". Pero presuponer es distinto a juzgar con hechos, testimonios, datos y pruebas en la mano. Faltan, de momento, los aportados por Renault.

Independientemente de la actuación de los responsables de Renault, en toda esta historia existe un hecho incuestionable: Nelson Piquet provocó un accidente con expectativas de beneficio personal, como él mismo reconoció en su denuncia a la FIA ("acepté porque esperaba que mejorara mi situación en el equipo en un momento crítico de la temporada").  No se defiende ante acusaciones previas. Al contrario, es él quien acusa. Eso sí, pactada la inmunidad y, tras haberse beneficiado por los mismos hechos que denuncia. Porque su contrato se renovó para 2009, ¿no?

Si tan reprobable era la petición de los responsables de Renault, ¿por qué no se negó a ella en su momento?  Escuchar a Piquet declarar este pasado fin de semana que "no seré forzado de nuevo a tomar una decisión que lamente" obliga a ponerse las pinzas en la nariz. Piquet tenía un volante en la mano cuando se fue contra el muro, no una pistola en la sien. "En el momento de la conversación (con Briatore y Pat Symmonds), estaba en un estado emocional frágil y emotivo", explica en el escrito de denuncia a la FIA. "Este estado se debía al intenso estrés que sentía porque el señor Briatore se negaba a informarme si mi contrato se renovaría o no para 2009". Pobrecito, pensarán miles de jóvenes en las favelas de Rio de Janeiro o San Paulo. Tuvo que ser muy duro semejante trance para quien ganaba un millón y medio de dólares en 2008, pero que no dudó en estampar un monoplaza, según su versión, para lograr otro contrato de un millón para 2009.

Roma sí paga a traidores

Resulta patético escuchar a Nelsinho agradecer a sus mecánicos tras su despido todo el trabajo que llevaron a cabo para superar el hándicap de su desigualdad de material respecto a Alonso. Pero no parece haberle importado mucho que su denuncia pueda poner en peligro el  futuro de aquellos y de las casi seiscientas personas que integran la estructura de Renault.

La Fórmula 1 es un entorno duro y complejo. Y cuando fracasas, puedes asumirlo con dignidad, o con el estilo 'gangsteril' de los Piquet.  Briatore lo confirmó en Monza: todo el asunto lleva el sello de Piquet senior, quien venía amenazando al italiano con destruirle si despedía a su hijo. Nada más terminar el Gran Premio de Hungría se plantó ante Mosley. Y, en este caso, lamentablemente, "Roma sí paga a traidores".

La guerra no ha terminado

La pinza que por un lado forman los Piquet contra Briatore, la cierra por otro lado quien ha filtrado la parte del dossier que más perjudica a Renault. El Confidencial quiso contrastar las sospechas de quién podría estar detrás de las filtraciones, y la respuesta de la fuente consultada, totalmente autorizada, fue inmediata y coincidente. Por ello, resultaba sarcástico escuchar este fin de semana al presidente de la FIA lamentarse con candidez por la filtración de las mismas.

El objetivo es evidente. Durante dos semanas, y hasta el 21 de septiembre, Renault y Briatore se 'cocerán' en su propio jugo, expuestos ante la opinión pública sin posibilidad de defensa. Al margen del desprestigio que supone, la enorme bola de nieve en contra que representan las filtraciones, el Consejo Mundial exigirá y necesitará pruebas muy sólidas para exonerar al fabricante francés. "Ahora estamos esperando la versión de Renault", explicaba Mosley hipócritamente, "y solo cuando tengamos las dos, podremos alcanzar una conclusión". La diferencia es que una de las partes ya ha condicionado enormemente la percepción pública de este conflicto. Y  con la colaboración desde el seno de la propia institución que va a juzgar a Renault. 

La guerra FOTA/FIA podría no haberse cobrado todavía todas sus víctimas. ¿Recuerdan aquel comunicado del pasado 12 de junio por parte de ACEA, la asociación de fabricantes europeos?: "ACEA ha llegado a la conclusión de que la FIA necesita un gobierno moderno y un proceso de gobierno transparente,…". ¿Y quien es el presidente de ACEA? Pues, oh casualidad, Carlos Ghosn, también presidente de Renault…

La actitud y la estrategia de los Piquet en el "Piñagate" de Singapur 2008 ilustra una más que dudosa catadura moral que, además, ha sido avalada por la propia Federación Internacional de Automovilismo. Por su presidente, Max Mosley, para ser más precisos, que está otorgando impunidad a un actor necesario de la trama que, como mínimo, cuenta con la misma responsabilidad que aquellos a quienes se va a enjuiciar. 

Fernando Alonso