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Andy Soucek: "¡Esto es inhumano!"
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Andy Soucek: "¡Esto es inhumano!"

“Yo no soy un astronauta, soy un piloto”. Las palabras del italiano Giancarlo Fisichella, pronunciadas en su círculo íntimo, intentaban explicar su fracaso con el equipo

“Yo no soy un astronauta, soy un piloto”. Las palabras del italiano Giancarlo Fisichella, pronunciadas en su círculo íntimo, intentaban explicar su fracaso con el equipo Ferrari esta temporada. El italiano se refería a la extrema complejidad del F60 con el que corrió las últimas carreras de la temporada. Si quien con catorce temporada en activo sufrió para brillar con el equipo italiano, cuáles no serán los desafíos para un joven piloto que, ante la oportunidad de su vida, negocia a la vez un contrato con varios equipos de Fórmula 1.

 

Siempre habrá un antes y un después de su primer día a bordo de un Fórmula 1. Sobre todo, cuando el resultado es vital en tu futuro. Este fue el caso de Andy Soucek, el pasado martes. El campeón de la Fórmula 2 dispuso de toda una jornada con el equipo Williams a su disposición como premio por su título. Aunque hace años rodó con un Toyota tras su triunfo en la Fórmula 3 española, las condiciones de aquel test en nada se parecían a la crucial prueba con Williams.

Sudores fríos…

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Ante semejante experiencia, un debutante entra en otra dimensión desde todos los puntos de vista: “Lo que más me ha llamado la atención es el trato personalizado, constante, que te dedican. Es un gustazo, tienes a mucha gente a tú alrededor. Tenía cuatro personas trabajando a la vez para hacerme el asiento”, comenta Soucek a El Confidencial “y te dan esa seguridad que te hace sentir mejor piloto”. Porque el español comenzó en la fábrica de Grove su prueba de fuego con Williams.

El simulador fue otro de los pasos obligados para Soucek antes de viajar a Jerez. ¿Fácil? Para nada, porque puede producir terribles mareos. Literalmente. En el equipo no quieren dar el nombre de un piloto consagrado que no podía utilizarlo por esta  causa: “Sí, las dos primeras vueltas me sentí muy mal” reconoce Soucek, “me empezaron a entrar sudores fríos, con una sensación muy extraña. Todo va muy deprisa, se hace un videojuego, pero muy incómodo… Luego, me fui adaptando y, vuelta a vuelta, fui mejorando los tiempos. Pero marea, y mucho, tuve dolor de cabeza durante tres días”.

Muchas “roscas” que girar.

En el proceso de preparación previa, un debutante tiene que asimilar una importante cantidad de procesos e información. El uso de la electrónica, esa faceta que tanto confundía a Fisichella en Ferrari y que le volvió loco en Abu Dabhi, también exige su dedicación: “El equipo te da un libro y tienes que estudiarlo. Luego depende de tu capacidad de asimilación”. Soucek descubrió que, en carrera, hay que girar muchas “roscas” además del volante: “Es muy complicado, no me quiero ni imaginar cómo será en una carrera”.

Ya hablamos de ello anteriormente, pero la capacidad intelectual de un piloto es tan importante o más que su habilidad natural al volante: “Quien ignora que un piloto ha de ser alguien muy inteligente no sabe de carreras. Hay que serlo para leer una carrera sobre la marcha, tenerla en la cabeza, el desgaste del neumático, cuándo parar… Por eso hay pilotos que destacan sobre el resto, como Fernando, esto es lo que le hace diferente”.

Desde el exterior, Andy Soucek parece frío y maduro. Pero la trascendencia de la experiencia puso a prueba tales condiciones: “Mucha gente me lo preguntaba pero, sinceramente, me he encontrado mucho más nervioso en otras ocasiones. No sé por qué razón, y aunque sabía  que era un momento muy importante en mi carrera y en mi vida, desde el primer momento estuve tan cómodo que todo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Sentía la responsabilidad, eso sí, porque tenía veinticinco personas trabajando por y para mi”.

“¡Flipé en colores!”

Finalmente, Soucek se enfrentó esa experiencia física y mental tan excepcional que representa pilotar un Fórmula 1: “te lo digo como se lo dije a mis amigos: ¡Flipé en colores! La primera vez que aceleré pensé: “¡Esto es inhumano!”. No sabía dónde estaba el límite del motor, aquello no paraba de empujar. La primera vuelta pensé: “¡No seré capaz de llegar al límite de este coche, ni en uno, ni en tres días!”.

Algunos pilotos se sorprenden por la frenada,  por la aceleración... ¿Qué fue lo que más impactó a Soucek?: “Sin lugar a dudas, el paso por las curvas rápidas”, explica con singular énfasis, “esto me pareció estratosférico, no tengo palabras para describir lo alucinante que es llegar en séptima a una curva, bajar a quinta, dar gas a fondo y no ver dónde está el límite del agarre. Esto fue para mi algo absolutamente increíble…”.

Soucek logró el mejor tiempo entre los doce presentes. Su teléfono no paró de sonar en todo el día, y dos equipos de Fórmula le mandaron rápidamente mensajes de felicitación. El organizador del campeonato de Fórmula 2, Jonathan  Palmer estuvo presente: “Me dijo, en privado, que estaba orgulloso de mí”.

Hoy mismo, viernes, podría ser un día importante en el futuro de Soucek en la Fórmula 1. En los despachos. “Ahora mismo, si te soy sincero, he hecho mi trabajo y estoy tranquilo. Porque sé que puedo ir rápido en un Fórmula 1”.

Pero Soucek comprende mejor si cabe ahora a Fisichella y compañía: “Esto ya lo sabía antes, pero me ha quedado más claro todavía. Mucha gente me ha dicho, oye, has sido primero la primera vez que te has subido a un coche, esto no tiene que ser tan difícil, ¿no? Pues no, la gente no sabe lo que hay detrás. Ahora te das cuenta lo que debe ser clavar los tiempos vuelta a vuelta en una carrera, en un coche tan complicado. Para mí, estos tíos, cualquier piloto de los que están en Fórmula 1, son máquinas, no son humanos, son extraterrestres”. Algunos, simplemente, se conformarían con quedarse en astronautas…

“Yo no soy un astronauta, soy un piloto”. Las palabras del italiano Giancarlo Fisichella, pronunciadas en su círculo íntimo, intentaban explicar su fracaso con el equipo Ferrari esta temporada. El italiano se refería a la extrema complejidad del F60 con el que corrió las últimas carreras de la temporada. Si quien con catorce temporada en activo sufrió para brillar con el equipo italiano, cuáles no serán los desafíos para un joven piloto que, ante la oportunidad de su vida, negocia a la vez un contrato con varios equipos de Fórmula 1.

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