Es noticia
"Sorry Tiffosi, Andrea y yo sugerimos la estrategia"
  1. Deportes
  2. Fórmula 1
Javier Rubio

Dentro del Paddock

Por

"Sorry Tiffosi, Andrea y yo sugerimos la estrategia"

Aunque las palabras se las lleva el viento, algunas de las pronunciadas por los protagonistas del campeonato recién terminado adquieren una particular perspectiva  para retratar y resumir

Foto: "Sorry Tiffosi, Andrea y yo sugerimos la estrategia"
"Sorry Tiffosi, Andrea y yo sugerimos la estrategia"

Aunque las palabras se las lleva el viento, algunas de las pronunciadas por los protagonistas del campeonato recién terminado adquieren una particular perspectiva  para retratar y resumir las emociones que nos deparó la temporada 2010.

 

La ingenuidad de Webber

 

El australiano Mark Webber recordará siempre algunas de las suyas.  “En el futuro ocurrirá lo contrario, aunque a la gente le cueste creerlo” auguraba ingenuamente el australiano tras Silverstone, “le dieron el alerón a Vettel porque estaba mejor clasificado en el campeonato. Ahora que yo estoy por delante, se puede seguir la misma lógica”. ¿Seguro? Incluso en la recta final perseveraba en su candidez. “Creo que todavía es un poco pronto para favorecer a un piloto sobre otro, aunque el momento no está lejano”  declaraba tras Spa. Aún está esperando…

 

Nada nuevo que otros compañeros de Vettel no hubieran vivido antes en su carrera deportiva, como Dominik Jackson, compañero de equipo de Vettel en 2004 en la Fórmula BMW,  donde también era  acompañado por Helmut Marko. La revista Autosport recogía su testimonio. "En la carrera del Gran Premio de Europa logré la pole, pero Seb se enfadó tanto que siguió dando otra vuelta aunque la sesión había terminado. Cuando llegué a boxes, todo el equipo dejó de hablarme”. Jackson, desconfiado, hasta anotaba el número de su chasis, para descubrir que luego pasaría a Vettel. “El problema es que quienes invertían en Seb también lo hacían en el equipo” ¿No resulta familiar?

La “provocación” de Ferrari

 

Aunque esto no resta mérito alguno al título de Sebastian Vettel, campeón tan merecido como lo hubiera sido Alonso. Pero la superioridad del RB6 otorgaba un toque más “heroico” a la remontada de Ferrari.  Más  si cabe al recordar ahora aquel  desesperado "Felipe luchó con Rosberg y yo con Petrov,” tras la debacle de Turquía, cuando todavía estaba en carne viva  el  error de Mónaco debido “a la confianza excesiva” del español, como reconocería Montezemolo posteriormente. El presidente  denunció luego el “escándalo” de Valencia, una “carrera manipulada”  según un caliente Alonso, quien  parece que ironizó desde la radio de su  monoplaza con aquel “un buen trabajo, Charlie”, tras la polémica gestión del coche de seguridad de Charlie Whiting. En Silverstone midió sus palabras, por si  las “moscas” de la FIA.

Y así se alejaba el título cuando llegaron las más famosas de la temporada, aquel célebre “Fernando es más rápido que tú, Felipe, confirma que has entendido el mensaje”, un monumento a la torpeza que, ahora se puede apreciar con objetividad, cargó de cínica fuerza moral a sus rivales, y que recientemente Todt calificó con razón de “provocación contra el reglamento”.

Por ello, tras  el golpe de Spa, aquel “si no ganábamos en Monza, el Mundial se esfumaba” de Montezemolo certificó la angustia real que se vivió en Ferrari. Todo pudo acabar allí. No extraña el español sacara pecho en Singapur (“estoy a tope, al cien por cien de motivación, concentración... Me siento como si el campeonato empezara ahora”)  y explotara de alegría en Corea, como recordaba su ingeniero Andrea Stella, “en los últimos momentos de la carrera, Fernando reía y cantaba dentro del casco”. No era para menos. Tras asomarse al precipicio antes de Monza, increíblemente, el título estaba al alcance de la mano.

“480 posibilidades”

Por ello,  hasta qué punto fue triste la forma de “morir en el palo” lo confirmaba el propio Dietrich Mateschitz en la euforia del título: “antes de Abu Dhabi intentamos revisar todas las posibilidades, y paramos en torno a la 480. Lo que ocurrió realmente ni siquiera entró en nuestros cálculos”. De ahí la brutal muestra de impotencia por boca de Andrea Stella con aquel “usa lo mejor de tu talento, Fernando, sabemos lo grande que es. Úsalo”. No fue capaz, y la frustración llevó a las lágrimas a quien Alguersuari definió este año como alguien “muy, muy frío”.

Tampoco extrañaba la reacción de Chris Dyer, el estratega del equipo, con su mensaje en Twitter pocos minutos después de la carrera, aunque su equipo negó la autoría de quien llevaba toda la temporada lanzándolos, como demostró la revista italiana Autosprint: “Sorry Tiffosi, Andrea y yo fuimos los que sugerimos la estrategia. Por favor, no culpéis a la escuadra solo por unos pocos. Scudería Ferrari no tiene la culpa”. También a él le descubrieron escondido en lágrimas. Pero la prueba más contundente de la autoderrota  de Ferrari la reconoció el propio Ecclestone con su nota de felicitación a Horner tras la carrera: “Christian, no tengo ningún regalo para ti porque ya te lo hizo Ferrari”.

Aunque en McLaren también  se cometieron errores estratégicos en 2010, no crean. “Nicole Scherzinger y Lewis Hamilton pueden confirmar que seguirán caminos separados. Los dos han decidido concentrarse en sus carreras, y seguirán siendo buenos amigos”, explicaban ambos en un comunicado al comienzo de la temporada. Pues  menos mal que solo les une la amistad, porque viéndoles a ambos con el “destornillador” en la parrilla de salida de Abu Dabi, poco faltaba para que el británico se “pasara de vueltas” incluso antes de arrancar. Solo le falta a Hamilton que el próximo año su padre Anthony vuelva como su manager, quién sabe…

PD: “HRT (Hispania)  tiene problemas, pero lo solucionaré”, declaró Bernie Ecclestone a mitad de temporada. “Podríamos perder uno de los equipos, pero estoy ayudando para asegurarme que no ocurra”. Ecclestone pidió a Carlos Sainz que mediara con Toyota para lograr un acuerdo que el fabricante japonés  rompió  la semana pasada unilateralmente por falta de pago de HRT. Toyota está valorando acciones judiciales y algunos lamentando su buena fe.

Aunque las palabras se las lleva el viento, algunas de las pronunciadas por los protagonistas del campeonato recién terminado adquieren una particular perspectiva  para retratar y resumir las emociones que nos deparó la temporada 2010.

Red Bull