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Fernando Alonso, el valor del talento y un trébol de cuatro hojas
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Fernando Alonso, el valor del talento y un trébol de cuatro hojas

“Al comienzo del año era 1,5 segundos, luego ocho décimas, luego cuatro, seis... Este es el gran mérito del equipo, que con todo esto estemos cuarenta

Foto: Fernando Alonso, el valor del talento y un trébol de cuatro hojas
Fernando Alonso, el valor del talento y un trébol de cuatro hojas

“Al comienzo del año era 1,5 segundos, luego ocho décimas, luego cuatro, seis... Este es el gran mérito del equipo, que con todo esto estemos cuarenta puntos por delante, lo que es totalmente anormal. Debido a que ganamos un par de carreras, todo parecía que entraba en el camino correcto, pero nosotros nunca hemos dicho otra cosa”.

Fernando Alonso se mostró realista y descarnado tras el pasado Gran Premio de Hungría. ¿Fue el despegue del español en julio un espejismo en el paisaje del actual campeonato como la subida de la bolsa y la caída de la prima de riesgo en agosto? ¿Podrá defender sus opciones al título en esta segunda parte de la temporada que empieza en Spa Francorchamps?

¿Le pondrán las próximas carreras en su sitio?

Aunque Hungaroring quizás no sea una pista ilustrativa para ponderar el nivel del F2012, Alonso tampoco anduvo con paños calientes. Sin la lluvia de Silverstone y Hockenheim, el descorazonador aterrizaje magiar nos recordó aquella “limitación de daños” como angustioso objetivo en las primeras carreras del campeonato. “En seco (durante los tres días) se ha podido ver más claramente. Lotus, McLaren y Red Bull han estado por delante de nosotros todos el campeonato" remató tras el quinto puesto de Hungría.

Button también metía el dedo en el ojo de Ferrari durante la reciente pausa veraniega. “No creo que tengan realmente la velocidad, son un gran equipo y Fernando es un gran piloto, pero es duro cuando ves ganar a otros equipos de forma consistente y creo que esto es lo que ocurrirá en la próximas carreras”. Es decir, poco a poco, se pondrá a Alonso en su sitio. Aunque, si el británico tiene el mismo tino que a principios de temporada, no debería haber motivos para preocuparse...

Con más mimo que a sus rivales

La dinámica del presente campeonato impide establecer pronósticos ni patrones de rendimiento continuado. En su caso, la “anormalidad” del liderazgo de Alonso se ha fundamentado en su espectacular rendimiento, capaz de exprimir hasta la última fibra de carbono de su monoplaza. También ha contribuido la reacción efectiva pero todavía incompleta de Ferrari, cuyo alcance para recortar diferencias está por ver esta temporada. 

Por último, pero no menos importante, todo piloto está expuesto a un porcentaje estadístico de incidentes durante la temporada –algunos totalmente aleatorios-, factor crucial cuanto mayor es la igualdad entre los aspirantes. En este sentido, la diosa Fortuna está cortejando por ahora al piloto español con más mimo que a sus rivales. Y si hubiera dudas, refresquemos la memoria.

Lewis Hamilton, cosido a balazos

Si duda, Hamilton ha sido el más acribillado. En China, con la sustitución de la caja de cambios. A las dos letales paradas en boxes de aquella carrera se unió otra lamentable en Montmeló tras una sanción que, también le arrebataba una pole espectacular. En Valencia, a pesar de su cuestionable obcecación con Maldonado, fue innecesariamente embestido por el venezolano. Y en Alemania, pinchó en la salida con los restos del alerón de Massa. Sin embargo, su estado de forma esta temporada es espléndido. No es de extrañar que esté a 47 puntos de Alonso en la clasificación a pesar de arrastrar tantas balas en el cuerpo. Los mismos que el español recuperó durante la segunda parte de 2010.

¿Sebastian Vettel? Toque con Karthikeyan en Malasia, retirada en Valencia –en cabeza- y sanción en Alemania. El catálogo de infortunios de Schumacher este año es materia de ‘Libro Guinnes’. Webber, padeció con la mecánica viernes y sábado en Valencia (salió muy retrasado por ello), y penalizó puestos de parrilla por sustitución de caja de cambios en Hungría. En el casillero, Alonso es el único piloto que ni ha abandonado en toda la temporada, ni tampoco ha dejado de puntuar.

Errores o mala fortuna

Habrá quien conceptúe algunos de los incidentes anteriores como errores propios (humanos, mecánicos, estratégicos) y no infortunio. Hasta cierto punto, así es. Pero en un deporte de velocidad y sofisticación técnica extremas, resulta inevitable sufrir un cupo anual de imponderables fuera del control del piloto, artículos de una ley inexorable cuyo peso, sin embargo, todavía no ha caído sobre el piloto de Ferrari.

El mismo Alonso reconoció tras su victoria en Valencia que los riesgos asumidos en las primeras curvas pudieron dejarle fuera de combate. Con Grosjean se tocó en la salida de Mónaco, pero no fue su Ferrari el perjudicado. Unos centímetros de más en el Q2 de Silverstone, y el resultado final hubiera sido otro. Son solo algunos ejemplos. La mecánica, esa dama a veces tan voluble y caprichosa, también le ha respetado hasta el momento en una época donde la fiabilidad es la norma y las averías excepción. Que le pregunten a Schumacher en Japón 2006, o a Massa en Hungría 2008, con sendas averías cruciales para un título que finalmente perdieron.

Con la escopeta cargada

Durante la pausa veraniega, toda la prensa internacional ha reconocido la espectacular contribución de Alonso -respecto a su monoplaza- en la posición que ahora ocupa, elevándole a una singular dimensión como piloto. Por tanto, concluir que lidera el Mundial por mera fortuna sería una banalidad. Sin embargo, por simple probabilidad estadística, el espíritu del asfalto debe estar esperándole con la escopeta cargada en lo que resta de campeonato. Si finalmente no apretara el gatillo, tanto mejor, pero también un caso singular en la historia de este deporte. Por ello, independientemente de la evolución técnica  de los favoritos al título a partir de Spa, no olvidemos el papel de esa diosa Fortuna hasta noviembre si Ferrari no recupera esa inferioridad técnica denunciada en Hungría. 

Y si Fernando Alonso finalmente culmina con su tercer título esta apasionante temporada, desde ya estamos en condiciones de afirmar que sería una de las mejores proezas deportivas en la historia de la Fórmula 1. Y no somos los únicos en pensar así.

“Al comienzo del año era 1,5 segundos, luego ocho décimas, luego cuatro, seis... Este es el gran mérito del equipo, que con todo esto estemos cuarenta puntos por delante, lo que es totalmente anormal. Debido a que ganamos un par de carreras, todo parecía que entraba en el camino correcto, pero nosotros nunca hemos dicho otra cosa”.

Fernando Alonso