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Alonso y Ferrari, sí pero no...
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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Alonso y Ferrari, sí pero no...

Fue un duelo majestuoso, titánico. Ojalá quienes veíamos desde fuera las cámaras subjetivas de Vettel y Hamilton hubiéramos podido experimentar esa sensación  brutal de rodar al

Foto: Alonso y Ferrari, sí pero no...
Alonso y Ferrari, sí pero no...

Fue un duelo majestuoso, titánico. Ojalá quienes veíamos desde fuera las cámaras subjetivas de Vettel y Hamilton hubiéramos podido experimentar esa sensación  brutal de rodar al límite vuelta tras vuelta para mejor comprender ayer el talento de dos de los tres mejores pilotos del mundo. Porque el tercero, Fernando Alonso, rodaba en tierra de nadie, a medio minuto de sus dos rivales... y después de que el equipo penalizara a su compañero en la parrilla de salida.

Tras el Gran Premio de Estados Unidos, en Ferrari podían mirar a la cara iluminada de la Luna. Pero la Luna sale de noche y el rendimiento de la Scuderia frente a sus rivales fue, precisamente, como de la noche y el día.  En Texas se logró un gran resultado para el campeonato porque Alonso merecía llegar vivo a Brasil, pero de triste imagen para Ferrari.

Con menos resuello

Algunas veces hemos utilizado con el español y su equipo el símil del ciclista en solitario que se ve atrapado finalmente por sus rivales cerca la meta. Hoy, parece que la Scuderia llega a final de temporada sin resuello con el F2012. Y, en el caso  Alonso, este fin de semana en Texas se han percibido un rendimiento  también desconcertante.

“Los 'updates' que hemos traído aquí parecen funcionar”, explicaba tras los entrenamientos del viernes, con discurso similar al de Abu Dhabi, “pero también es cierto que mientras que nosotros damos pequeños pasos adelante en cada carrera, también los dan los demás, así que la distancia entre nosotros parece no cambiar”. La realidad es que en Austin parecía lo contrario. Que Ferrari daba un paso atrás.

Alonso, superado por Massa

Sorprendía porque si el monoplaza del español  incorporaba novedades, no lo parecía. Y si no funcionaron y al final  el coche de ambos pilotos era básicamente el mismo, sin conocer más razones técnicas que influyeron en el  rendimiento de Alonso, el brasileño le tomó la medida a su compañero este fin de semana. Redondeando, Massa le sacó  tres, seis y cuatro décimas en el Q1, Q2 y Q3, respectivamente. Era evidente que algo no funcionaba en el piloto español o en su monoplaza. Por no hablar de las diferencias entre Vettel y McLaren sobre el mejor de los vehículos italianos: 9 décimas, 8, y 1,3 segundos respectivamente en cada una de las tandas clasificatorias. Letal.

Para colmo, la posición en la parrilla perjudicaba enormemente a sus dos pilotos. En un alarde de cintura reglamentaria, Ferrari se sacó un as de la manga con la ruptura del sello en el cambio de Massa. Aunque la decisión no resultara muy estética -condenaba a otros pilotos 'inocentes' a la zona sin adherencia- no era ilegal y sí necesaria para amortiguar el previsible golpe a las aspiraciones de Alonso. Para quienes se pusieran las pinzas en la nariz ante la estrategia de Ferrari, solo cabía recordarles cómo Red Bull había roto la norma del parque cerrado para adaptar al RB8 de Vettel a mejores reglajes de carrera en Abu Dabi, mientras los rivales salían con el monoplaza de la calificación. 

Y Massa asumió el sacrificio con la misma elegancia con la que le recordó al equipo su gesto: "Sabemos que no fue fácil encontrar a otro piloto que hubiera hecho esto, pero creo que era lo más honesto que se podía hacer”. Con la misma sinceridad también con la que Alonso reconoció su derrota este fin de semana ante su compañero de equipo. Porque si algo limitó su rendimiento no lo dijo: “Felipe fue fantástico todo el fin de semana, fue muy rápido en los terceros libres, más rapido que yo en Q1, Q2 y Q3. Necesitamos este estado de forma en San Paulo, Red Bull será muy fuerte, y hace falta que nuestro equipo esté unido”. Y tanto, por lo visto en Austin... Massa también sacó en la vuelta rápida de carrera dos décimas a Alonso.

Resignación y esperanza

¿Y qué se puede decir del rendimiento del F2012 el domingo? Aunque Alonso estuvo magistral en la salida una vez más, en la vuelta 15 había perdido entre ocho décimas y un segundo por giro frente a Sebastian Vettel. En la 35, la desventaja alcanzaba el medio minuto. Diferencias brutales en términos de Fórmula 1. Al margen de otras limitaciones del F2012, Alonso también hablaba de que la pista había sido “difícil para el motor”. ¿Por comportamiento del propulsor para las características de Austin, por un consumo de gasolina que limitó su ritmo de carrera...? 

En definitiva se ha vuelto a comprobar que si Alonso ha de batir a Vettel en Interlagos con el alemán en pista, con estos mimbres el cesto no parece muy sólido.  Las diferencias entre monoplazas también se modulan en función de la pista, compuesto de gomas y condiciones ambientales, y puede que el F2012 ofrezca otro ritmo en Brasil. Pero cuando se lucha por un título directamente contra Vettel, ayer debía ser Alonso y no Hamilton quien presionara en la pista al alemán. Lo demás fue resignación aunque se acompañe con la  esperanza de contar todavía con opciones.

¿Habrá un 'karma' deportivo?

“Creo que ahora es un poco más difícil para nosotros, pero sigo estando confiado al cien por cien de que lucharemos por este campeonato, y que lo ganaremos”, proclamó desafiante Fernando Alonso tras el Gran Premio de la India. La primera parte de la declaración ya se ha cumplido. “Le ha ocurrido a Ferrari muchas veces antes”, recordaba ayer Domenicali, “solo con tres excepciones, desde 1997 hemos llegado luchando al título hasta la última carrera, ningún otro equipo ha tenido semejante regularidad en la Fórmula 1”.

Cumplir con la segunda  parte –la victoria final-  debe entrar ya dentro del terreno de la personal intuición de Alonso. Quién sabe, quizás el piloto español sienta que el destino y su karma deportivo le devolverán aquel duro golpe de Abu Dhabi 2010 cuando era el propio Alonso quien sacaba quince puntos a Sebastian Vettel.  Aunque, por lo visto en Austin, Ferrari mucho tendrá que rezar a San Alternador sin dejar de bailar la danza de la lluvia esta semana.

Fue un duelo majestuoso, titánico. Ojalá quienes veíamos desde fuera las cámaras subjetivas de Vettel y Hamilton hubiéramos podido experimentar esa sensación  brutal de rodar al límite vuelta tras vuelta para mejor comprender ayer el talento de dos de los tres mejores pilotos del mundo. Porque el tercero, Fernando Alonso, rodaba en tierra de nadie, a medio minuto de sus dos rivales... y después de que el equipo penalizara a su compañero en la parrilla de salida.

Fernando Alonso