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Zidane se vistió de señor Lobo
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José Luis Alonso Castilla

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Alonso Castilla

Zidane se vistió de señor Lobo

Zidane sacó del pozo a un Real Madrid que se hundía, mientras el Barcelona sumó un notable doblete. Renovación de Messi, destino de Simeone... El nuevo año trae asuntos importantes por resolver

Foto: El Real Madrid ganó la Undécima al imponerse al Atlético de Madrid en la final de San Siro desde el punto de penalti (Reuters)
El Real Madrid ganó la Undécima al imponerse al Atlético de Madrid en la final de San Siro desde el punto de penalti (Reuters)

Oro/Real Madrid

El 4 de enero de 2016 arrancó una nueva era. Entonces, el Real Madrid zozobraba. El equipo no carburaba, había sido eliminado de la Copa del Rey por la alineación indebida de Cheryshev en Cádiz y nada bueno aparecía en el horizonte. Florentino Pérez había insistido una y otra vez en que Rafa Benítez era intocable —"es la solución, no el problema", llegó a decir— y que no se cuestionaba su continuidad. Pero aquel día no tuvo más remedio que dar un golpe de timón y presentó a Zidane, que no quiso el cargo semanas antes, como nuevo estratega del primer equipo. "Intentaré hacerlo lo mejor posible para que, a final de año, ganemos algo”, dijo el francés en su puesta de largo. Dicho y hecho. Se vistió de señor Lobo para resolver un problema de formidables dimensiones. La depresión que se había apoderado del plantel dio paso a un período de éxitos. Salvo el título de Liga, peleado por los blancos al Barcelona hasta la última jornada, y la Copa del Rey, el Real Madrid ganó los otros tres títulos que disputó. La Champions League, arrebatada al Atlético de Madrid en la tanda de penaltis, la Supercopa de Europa, rebañada al Sevilla in extremis gracias a un cabezazo salvador de Sergio Ramos en el último momento, y el Mundial de Clubes, sumado ante el Kashima Antlers también en tiempo de prolongación. Aquel ambiente casi irrespirable dio paso a una atmósfera limpia, con un grupo de jugadores bien conectados a su técnico. Para este 2017, ganar La Liga Santander, sin olvidar los otros trofeos en juego, es de obligado cumplimiento para el Real Madrid. Es el gran objetivo de los jugadores y cuerpo técnico.

Plata/Barcelona

Nadie esperaba, en enero de 2015, que el Barcelona siguiera a estas alturas bajo la tutela técnica de Luis Enrique. Aquel episodio en Anoeta que provocó un enfrentamiento abierto y descarnado entre el entrenador asturiano y Leo Messi pudo cambiar el rumbo de la historia azulgrana. Pero los líderes del vestuario sacaron la manguera, se declaró el estado de paz y llegó un triplete que nadie esperaba con este precedente. Aquella exitosa temporada tuvo continuidad y en 2016 el equipo azulgrana sumó un más que notable doblete. Para alzar el trofeo de Liga tuvo que esperar hasta el último momento al ceder muchos puntos en unas nefastas jornadas, cuando la diferencia con sus rivales, sobre todo el Real Madrid, parecía definitiva. El rey de la Copa ejerció de tal, al imponerse en la final al Sevilla (2-0) en el Vicente Calderón. En verano llegó la Supercopa de España, final en la que pasó por encima del Sevilla. El título que más brillo tiene, la Champions League, se le escapó en los cuartos de final, al caer ante el Atlético de Madrid, como ya sucedió en 2014. No ha sido mala la cosecha de este año para el Barça, pues no conviene olvidar que durante sus más de 100 años de historia, solo en siete oportunidades ganó Liga y Copa al mismo tiempo.

Bronce/Sevilla

Tremenda la racha del Sevilla en la Europa League. No estuvo a la altura en La Liga Santander 2015/2016 —acabó en séptima posición—, pero en la segunda competición continental volvió a triunfar. Por tercer año consecutivo ganó la final, esta vez en Basilea ante el Liverpool, al que se impuso por 3-1. Una dictadura en toda regla, siempre en este período a las órdenes de Unai Emery. La temporada pasada pudo ser redonda si hubiera alzado el trofeo de campeón de Copa del Rey; se coló en la gran final, disputada en el Vicente Calderón, pero el Barcelona le ganó la partida (2-0) en la prórroga. La Supercopa de Europa se le escapó en el último momento ante el Real Madrid y la de España se la llevó con claridad la escuadra de Luis Enrique. La inercia de la exitosa etapa liderada por Unai Emery ha tenido continuidad con Jorge Sampaoli durante los primeros meses de la temporada 2016/2017. El entrenador argentino ha conectado a las mil maravillas con el vestuario, el club y la afición. Camina con paso firme en la Liga y se ha colado en los octavos de final de la Champions League. Todo es felicidad en el club hispalense.

Hojalata/Valencia

El Valencia acaba 2016 en mitad de la tormenta y afronta el nuevo año lleno de dudas, con un equipo que no da la talla, una dirigencia bajo sospecha y una afición al borde del estallido. La nefasta gestión de Peter Lim, siempre asesorado por Jorge Mendes, su agente de cámara, ha colocado al histórico equipo en la cola de la tabla clasificatoria y con el descenso a segunda división como seria amenaza. El millonario de Singapur, que no se asoma por Valencia desde hace largos meses, ha colocado al equipo en una situación límite. Cesare Prandelli lanzó un órdago, dejando claro que el rumbo debía dar un viraje de 180 grados, y ha terminado por dimitir. El vestuario está fracturado por completo, muchos jugadores piensan más en hacer las maletas que en remar y la masa social está al borde de la rebelión. Aunque Layhoon Chan, presidenta y mano derecha de Peter Lim, ha garantizado que el magnate asiático no se plantea la venta del club, empieza a haber serias dudas al respecto.

Asuntos a seguir en 2017

El destino del Cholo Simeone. El musculoso y firme caminar del Atlético de Madrid en los últimos años, todos a una bajo el liderazgo del Cholo Simeone, se llenó de nubes en Milán. Desde entonces nada ha sido igual. La primera crisis ha asolado a un equipo que siempre mostró una lealtad absoluta hacia la figura de su adalid. El técnico argentino quiso abandonar el barco tras la dura derrota ante el Real Madrid, sus jugadores detectaron el plan y desde entonces nada ha sido lo mismo. La tropa recela de él, perdió la confianza en el Cholo. Los malos resultados llegaron en catarata y aspirar a ganar La Liga Santander ya es casi utópico. Que el argentino recupere la confianza de los futbolistas se antoja fundamental para que el Atlético de Madrid aspire de nuevo a ganar la Champions League, sin olvidar la Copa del Rey. Si el trayecto se sigue torciendo, la crisis estallará por completo. El club quiere que Simeone estrene el banquillo del Wanda Metropolitano, algo que en estos momentos no está garantizado a pesar de que el nuevo contrato que se rubricó en verano —menguante— fije el 30 de junio de 2018 como fecha de conclusión del matrimonio.

Las renovaciones de Messi y Luis Enrique. Dos asuntos similares, pero con diferente diagnóstico en estos momentos. Tras mejorar los contratos de Neymar y Luis Suárez, la directiva que preside Josep María Bartomeu ha de acometer de inmediato una cuestión capital para la entidad. Renovar el contrato de Messi, que expira en 2018, es de vital importancia para la institución. La dirigencia no puede dejar pasar mucho tiempo para solventar el futuro del mejor jugador de la historia culé. Toca hacer números y convertir al crac argentino en el futbolista mejor pagado del planeta, sabiendo que los clubes más poderosos —desde el punto de vista económico— están al acecho. Y toca diseñar un atinado contrato que evite problemas con Hacienda... Lo de Luis Enrique tiene peor aspecto. El asturiano no quiere ni oír hablar del asunto y cuando se le ha preguntado, tira balones a la grada sin parar. Su compromiso expira el próximo 30 de junio y ya aparecen candidatos, como Jorge Sampaoli, como posibles sustitutos del actual inquilino del banquillo azulgrana. Un técnico, el del Sevilla, que tiene una gran relación con Messi...

Los futuros fichajes de Florentino. Hace apenas unos días el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) reducía parcialmente la sanción que en su momento le impuso la FIFA, que entendió que el Real Madrid —también el Atlético de Madrid— habían infringido la normativa sobre traspasos internacionales de jugadores menores de 18 años. En este mercado de invierno no tuvo opción de fichar Florentino Pérez, pero sí en verano de 2017. Con antecedentes en la mano, no es descartable que el presidente del club blanco apueste de nuevo por algún fichaje de repercusión mundial. Aunque la actual plantilla tiene de todo y, bueno, es de esperar que algún gran futbolista de primer nivel se vista de blanco en la próxima etapa estival. Hace unos días Onda Cero apuntaba a Thibaut Courtois, guardameta del Chelsea y ex del Atlético de Madrid. Es de sobra sabido que el belga quiere regresar a La Liga Santander, más si es para vivir en la capital. Más de un jugador estelar aparecerá en la lista de la compra de Florentino Pérez.

Oro/Real Madrid

El 4 de enero de 2016 arrancó una nueva era. Entonces, el Real Madrid zozobraba. El equipo no carburaba, había sido eliminado de la Copa del Rey por la alineación indebida de Cheryshev en Cádiz y nada bueno aparecía en el horizonte. Florentino Pérez había insistido una y otra vez en que Rafa Benítez era intocable —"es la solución, no el problema", llegó a decir— y que no se cuestionaba su continuidad. Pero aquel día no tuvo más remedio que dar un golpe de timón y presentó a Zidane, que no quiso el cargo semanas antes, como nuevo estratega del primer equipo. "Intentaré hacerlo lo mejor posible para que, a final de año, ganemos algo”, dijo el francés en su puesta de largo. Dicho y hecho. Se vistió de señor Lobo para resolver un problema de formidables dimensiones. La depresión que se había apoderado del plantel dio paso a un período de éxitos. Salvo el título de Liga, peleado por los blancos al Barcelona hasta la última jornada, y la Copa del Rey, el Real Madrid ganó los otros tres títulos que disputó. La Champions League, arrebatada al Atlético de Madrid en la tanda de penaltis, la Supercopa de Europa, rebañada al Sevilla in extremis gracias a un cabezazo salvador de Sergio Ramos en el último momento, y el Mundial de Clubes, sumado ante el Kashima Antlers también en tiempo de prolongación. Aquel ambiente casi irrespirable dio paso a una atmósfera limpia, con un grupo de jugadores bien conectados a su técnico. Para este 2017, ganar La Liga Santander, sin olvidar los otros trofeos en juego, es de obligado cumplimiento para el Real Madrid. Es el gran objetivo de los jugadores y cuerpo técnico.