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10 deportistas españoles que darán alegrías en los Juegos de Río
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Gonzalo Cabeza

Sueños olímpicos

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Gonzalo Cabeza

10 deportistas españoles que darán alegrías en los Juegos de Río

Pau GasolEs el último gran baile de una selección que lleva una década dando alegrías al deporte español. Pau Gasol, Juan Carlos Navaro, José Manuel Calderón, Felipe

Foto: Pau Gasol (EFE)
Pau Gasol (EFE)

Pau Gasol

Es el último gran baile de una selección que lleva una década dando alegrías al deporte español. Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Felipe Reyes, Sergio Llull, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez... son inolvidables, parte de una historia épica que consiguió convertir a una selección buena de un país mediano en una enorme potencia en el baloncesto. Las finales de Londres y Pekín, ambas perdidas contra los Estados Unidos, fueron los momentos cumbre de las últimas dos ediciones de los Juegos para España. Son imposibles de olvidar.

La idea es que, una vez más, se repita. El reto es difícil, pues el baloncesto es uno de los deportes más globales de cuantos hay y son muchas las selecciones que aspiran a desafiar a Estados Unidos, probable oro de este torneo. El año pasado España logró meterse en los Juegos gracias a ser campeona de Europa. En aquel torneo la selección ganó a los hombros de Pau Gasol, un deportista fantástico que trasciende con mucho al baloncesto. Él es un líder natural y en Río quiere volver a demostrarlo.

Los marchadores

En los tiempos malos del atletismo español la marcha siempre estuvo ahí. Es la única disciplina en la que se puede considerar al país parte de la élite. El primer nombre que se viene a la cabeza cuando se piensa en estos Juegos es el de Miguel Ángel López, que es una de las mejores opciones de medalla de la delegación española, más allá incluso del atletismo. El murciano es campeón del mundo, tiene un caminar perfecto y muestra una regularidad asombrosa.

Él tiene la responsabilidad, pero no es el fin del equipo. Una de las mejores historias de estos Juegos es la de Jesús Ángel García Bragado, que afronta con 46 años sus séptimos Juegos Olímpicos. La lógica invitaría a pensar que son los últimos pero él, que es uno de los deportistas más enérgicos en haber nacido en este país, se niega a confirmarlo. También hay que tener en cuenta a las atletas femeninas de 20 kilómetros, que han visto como su competencia se reducía con la suspensión de las rusas. Raquel González hizo el récord del España de 10 kilómetros hace solo unas semanas y junto a ella estará Julia Takacs y Beatriz Pascual.

Ruth Beitia

Hubo un tiempo en el que Ruth Beitia era solo una buena atleta. Competitiva, se metía en las finales, saltaba mucho, pero era incapaz de estar en la élite. No conseguía traspasar la última barrera, la que te lleva a las medallas y veía como a su alrededor siempre había otras atletas, mínimo tres, que le quedaban por encima. Entonces decidió retirarse.

Cogió los patines, se centró en la política, siguió estudiando... cosas más o menos típicas en los atletas que dejaron de serlo. Pero un día, uno cualquiera, empezó a llover y vio que no podía entrenarse en patinaje con normalidad. Poco a poco volvió a su club, se acercó de nuevo a su entrenador, Ramón Torralbo, para ayudar al equipo de saltadoras. Así volvió el gusanillo que la hizo primero volver a saltar y, después, retomar la competición. Y no solo eso, a su vuelta se mostró como una atleta más madura, capaz de superar a todas sus rivales. En las últimas tres pruebas de la Diamond League, donde se reúnen la flor y nata del deporte mundial, ha ganado ella. Las rivales la ven como una rival a batir, pero ella, descargada de los miedos de la juventud, lo toma con filosofía.

Carolina Marín

Las opciones de que una europea llegase con posibilidades de medalla, ya no diremos de oro, a una competición olímpica de bádminton eran muy remotas. Pero la voluntad lo puede todo, y en el caso de Carolina Marín de eso no falta ni un ápice. Ella bailaba flamenco cuando un día se pasó por un polideportivo y vio que lo de jugar con el volante le gustaba. Sabia decisión. La onubense ha demostrado que es un deporte en el que puede dominar. Es agresiva, juega siempre al ataque con una flexibilidad máxima y los reflejos de un felino.

Carolina Marín firma autógrafos en Asia, donde es una celebridad. No en vano es la campeona del mundo de uno de los deportes más seguidos en el continente. En España no lo ha tenido tan sencillo. Siempre ha contado con el inestimable apoyo de Fernando Rivas, uno de los mejores técnicos del mundo, pero en su federación no ha encontrado la comprensión que se espera de un caso como el suyo. Esos palos en las ruedas, que existieron, ahora dan un poco lo mismo. Carolina busca el oro y, si lo logra será, probablemente, el metal más extraño nunca conseguido por España.

Lydia Valentín

Su caso es, en origen, similar al de Carolina Marín. Una deportista brava que tiene que superar diversas barreras, entre ellas la del desconocimiento absoluto del deporte en España. También tuvo que sortear la incomprensión, pues la halterofilia estaba vista con recelo, demasiado masculina, decían, inapropiada para una chica. Valentín, la mujer más fuerte de España, hizo caso omiso de los murmullos, tiró adelante y se convirtió en una de las mejores deportistas de su tiempo. Dice que nunca pensó en derribar barreras, que ella no estaba en esa guerra. Pero igualmente lo hizo.

Valentín puede ser campeona olímpica en Río, talento tiene para ello. Además, está a la espera de saber si ya lo fue en Londres. Compite en un deporte en el que la lacra del dopaje es especialmente acusada, y eso ha hecho que eliminasen de los últimos Juegos a todas las componentes del podium. Ella fue cuarta y, por lo tanto, la más probable heredera del trono.

La vela

La tradición marinera española es fácilmente demostrable. España es cuarta en el medallero histórico y raro es el evento en el que no se consigue una o varias medallas. Esta vez, como en ocasiones anteriores, las opciones son varias y brillantes. El primer nombre que se viene a la mente es el de Marina Alabau. Fue campeona en Londres en su categoría, el RS:X. En este ciclo ha sido madre, pero a su vuelta ha demostrado que sigue tan competitiva como siempre. Sus largos brazos le permiten remar con fuerza. Todo es posible con ella.

También parten con buenas opciones Berta Betanzos y Tamara Echegoyen, la última de ellas campeona hace cuarto años de una categoría que ya no existe. Se ha reinventado y ahora quiere ganar otra medalla. Algo parecido a lo que aspira Fernando Echávarri, medallista olímpico y que ahora busca una presea al lado de Tara Pacheco en Nacra, categoría nueva que, por primera vez, hace de la vela un deporte mixto. En realidad, no se puede dejar de ver ninguna de las embarcaciones españolas, todas llenas de campeones de Europa, de juniors descollantes... la vela, que es un seguro de vida.

Mario Mola

En cualquier otro deporte la baja de una estrella como Javier Gómez Noya significaría, para España, perder todo el interés en la prueba. La base deportiva en el país es amplia, pero la demografía indica que es difícil tener dos superestrellas en una misma competición. Pero el triatlón, en eso, es una anomalía. La caída del gallego fue un drama, pero el siguiente pensamiento en la prueba era que había alternativas. Y de muchísima calidad. Mario Mola ha vivido a la sombra del gigante, pero lleva bastante tiempo en la élite de su deporte. Ahora mismo lidera la Copa del Mundo, lo cual le hace favorito para conseguir algo grande en Río de Janeiro.

Mola es un triatleta de la última hornada, de esos que aguanta bien el nado, se sostiene sobre la bicicleta y marca diferencias cuando está corriendo. En el triatlón actual esa última parte es la que separa el grano de la paja y en eso es tan bueno como lo pueden ser los hermanos Brownlee. También hay que seguir a Fernando Alarza, que llega en un gran estado de forma e intentará, él también, dar la sorpresa en su prueba.

Valverde

El ciclista murciano ha hecho todo lo que se puede hacer sobre la bicicleta, y eso que la suerte, en muchas ocasiones, le ha sido esquiva. Valverde ha tenido fases de su carrera en las que pensaba que su medio de vida tenía que estar en las grandes vueltas. Es un error, si hubiese nacido en Bélgica hubiese sido homenajeado año tras año por su buen hacer en las clásicas de un día. Es un rodador magnífico y tiene un final inusualmente rápido para aquellos que pueden sobrevivir a las partes más duras de las carreras.

El mundo entero le señala como favorito, lo cual puede ser un problema. En los Juegos los equipos son reducidos y controlar una carrera se convierte en una misión casi imposible. Estar en el salvaje oeste no beneficia a quien tiene galones. Pero al final la victoria es una cuestión de piernas, de saber estar en los cortes. Otro problema para el murciano está en lo táctico. Ya ha demostrado en varias ocasiones que su afinidad con Joaquim Rodríguez es escasa, y no sería la primera vez que los malentendidos entre ambos dan al traste con las opciones del equipo español.

Garbiñe Muguruza

En el tenis, como en la vela, las expectativas siempre son altas. En la última década el nombre a seguir ha sido el de Rafael Nadal que es, por derecho propio, uno de los mejores tenistas de siempre. No es una locura ampliar eso algo más y decir que el balear es, simplemente, uno de los mejores deportistas de siempre. Y no solo de España. El caso es que, Nadal ha sido el mejor y siempre será recordado, pero él es el primero en reconocer que no llega a Río en la mejor forma.

Su presencia estará mermada, pero quedan balas. La principal es Garbiñe Muguruza, la nueva 'abanderada' del tenis español. Ha ganado Roland Garros, lo cual es por sí mismo un credencial magnífico para cualquier jugadora. Además, la hispanovenezolana se adapta a lo que le pidan, lo mismo le da la arcilla que la pista dura que se encontrará en el centro olímpico. Depende el tenis español de ella que tendrá opciones de ganar hasta tres medallas. En individual, en doble con Carla Suárez -son una pareja sensacional- y en el mixto con Nadal, que ve en esa competición su mejor baza en estos Juegos.

Mireia Belmonte

Se habla menos de Mireia Belmonte en estos Juegos, su preparación ha tenido menos picos máximos que en otras ocasiones, pero sería una inconsciencia dejarla fuera de una lista de cosas a seguir en el deporte español. La natación es uno de los grandes eventos de la cita cuatrienal y ella es, probablemente, la mejor que nunca ha tenido España. Sí, es cierto que en sus pruebas la competencia es feroz. El oro de 800 libres, una de sus especialidades, será en buena lógica para la asombrosa Katie Ledecky, que tiene las once mejores marcas de la historia en esa distancia. Todo un torbellino.

Mireia, pase lo que pase, es un antes y un después en la natación española. Después de años de penuria demostró que no es que el deportista español sea incapaz de competir en una piscina, es solo que no hacía lo suficiente por lograrlo. Las dos platas que logró en Londres valen su peso en oro. Es capaz de nadar los 200 libres y estilos, los 400 libres y estilos y el 800 libre, además de varios relevo. Su rutina en la piscina será una de las más duras de cuantas nadadoras compiten. Su ambición, que no tiene límites, es un valor para un deportista.

Pau Gasol

Es el último gran baile de una selección que lleva una década dando alegrías al deporte español. Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, José Manuel Calderón, Felipe Reyes, Sergio Llull, Rudy Fernández, Sergio Rodríguez... son inolvidables, parte de una historia épica que consiguió convertir a una selección buena de un país mediano en una enorme potencia en el baloncesto. Las finales de Londres y Pekín, ambas perdidas contra los Estados Unidos, fueron los momentos cumbre de las últimas dos ediciones de los Juegos para España. Son imposibles de olvidar.

Pau Gasol Carolina Marín Jesús Ángel García Bragado Katie Ledecky