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Dellavedova y yo viendo a Nadal y López ganar una medalla a través de una valla
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Darío Ojeda

Un novato en Río

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Darío Ojeda. Río de Janeiro

Dellavedova y yo viendo a Nadal y López ganar una medalla a través de una valla

La pista 3 del Centro Olímpico de Tenis se quedó pequeña para ver a la pareja española. Había más gente intentando ver el partido desde fuera que dentro, donde no caben más de 250 personas

Foto: Marc López y Rafael Nadal (EFE)
Marc López y Rafael Nadal (EFE)

¿Dónde estaban cuando Rafa Nadal y Marc López ganaron a Daniel Nestor y Vasek Pospisil y se aseguraron la medalla en el dobles de los Juegos de Río? Yo estaba cerca, a apenas unos metros, aunque no dentro de la pista. Estaba fuera, viendo el partido a través de una valla en una de las esquinas. Y a mi lado estaban Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, y David Andersen y Matthew Dellavedova, jugadores de la selección australiana de baloncesto que el miércoles casi tumba a Estados Unidos. Los Juegos en estado puro.

placeholder Vista 'privilegiada' de la pista.
Vista 'privilegiada' de la pista.

Si el inicio del partido de Carolina Marín no se hubiera retrasado una hora, habría llegado a tiempo de conseguir un sitio para ver la semifinal. Pero el bádminton no cumplió con el horario, yo tardé más de lo previsto en escribir del debut de la onubense y cuando llegué a la pista 3 del Centro Olímpico de Tenis, después de un par de indicaciones erróneas de los voluntarios, el partido acababa de comenzar. Así que me tocó verlo desde una esquina, de pie. Tenía a los jugadores a apenas diez metros, pero era como si le hubiera puesto a mis gafas un bonito 'filtro valla'

Así estuve las casi dos horas que duró el encuentro. En el primer set con el sol de frente que apenas me dejaba ver nada y luego el cielo nublado y algo frío. La pista estaba llena, también los escasos huecos que había para ver el partido desde fuera. En una esquina, los aficionados incluso rompieron la tela verde que recubre la valla para poder ver mejor. En la pista 2, que está al lado, los espectadores se subían a la última fila de la grada para ver lo que pasaba.

Creo que en esa esquina fui el único que aguantó el partido entero. "Pues hay que verlo desde aquí", dijo una mujer que llegó mediado el primer set. "No está mal. Hemos tenido peores sitios", contestó su acompañante. La gente se fue acumulando poco a poco, y cuando me quise dar cuenta había detrás de mí un par de decenas de personas. Entre ellas, Cardenal, Andersen y Dellavedova. Lo que no una Nadal...

placeholder Andersen y Dellavedova.
Andersen y Dellavedova.

"¡Unas semifinales y no hay challenge!"

Dentro de la pista calculo que habría unas 250 personas. A eso resten los periodistas, los fotógrafos, los entrenadores y demás personas acreditadas (ni se imaginan la de gente que se mueve por aquí con una acreditación colgada del cuello y la de tipos diferentes que hay) tendrán un número bajisimo de espectadores con entrada: seguramente ni llegaban a 100.

La pista tampoco tenía ojo de halcón, lo que provocó alguna discusión entre los tenistas."¡Unas semifinales y no hay challenge!", gritó Marc López. "No utilizar el ojo de halcón en unas semifinales de los Juegos Olímpicos me parece raro", explicó luego Marc López.

"Es el partido más importante de mi vida en una peor pista, sin ninguna duda. Nunca había jugado un partido tan importante en una pista tan mala", dijo Nadal. "El partido se merecia una pista más grande", añadió López. "En cambio te tienen en la pista 3, con un vendaval y creo que el público no disfruta tanto. Pero la pista ha sido increíble porque hemos ganado. A lo mejor en una pista más grande habríamos perdido", terminó. Ni a ellos ni a mí, por razones distintas, se nos va a olvidar el partido.

¿Dónde estaban cuando Rafa Nadal y Marc López ganaron a Daniel Nestor y Vasek Pospisil y se aseguraron la medalla en el dobles de los Juegos de Río? Yo estaba cerca, a apenas unos metros, aunque no dentro de la pista. Estaba fuera, viendo el partido a través de una valla en una de las esquinas. Y a mi lado estaban Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, y David Andersen y Matthew Dellavedova, jugadores de la selección australiana de baloncesto que el miércoles casi tumba a Estados Unidos. Los Juegos en estado puro.

Rafa Nadal Miguel Cardenal