¿Triunfarán los partidos de fútbol en el cine?

Jaume Roures, presidente de la productora Mediapro, anunció el martes por la noche en El Tirachinas de la Cope la posibilidad de que la próxima temporada se ofrezcan partidos de fútbol en las salas de cine. Al asegurar que Mediapro, que será propietaria de los derechos televisivos de la mayoría de equipos de Primera y Segunda división, dará salida a todos los partidos, Roures apuntó que muchos de esos encuentros podrían emitirse en salas de cine.

 

Ver un partido en la pantalla gigante de un cine debe ser una experiencia. Seguro que podría interesar a muchos aficionados al fútbol. Igual que se juntan en bares grupos de amigos para ver a su equipo, muchos pagarían una entrada (se supone que a un euro como ha anunciado Roures que costarán los partidos que haya que pagar) para verlo en el cine. La diferencia es que en una sala de cine, los aficionados no se pueden fumar su cigarrito y tomar sus cervecitas como hacen muchos en los bares. Ese podría ser el principal handicap de la novedosa propuesta de Roures.

Mediapro va a hacer ahora un concurso para adjudicar quién emitirá el partido en abierto de los sábados (actualmente los da La Sexta) y el cerrado de los domingos, que ha sido emitido históricamente por Canal Plus, pero podría perderlo para la próxima temporada en caso de competir en este concurso con otros operadores. El resto de partidos los ofrecerá en Gol TV, su canal temático, y también podría darlos en La Sexta, televisión de la que es accionista Mediapro. Gol TV deberá buscar otras plataformas de cable, porque en la actualidad apenas tiene difusión al ser emitido sólo por Euskaltel (que emite en el País Vasco), Telecable (Asturias) y Orange TV.

Roures lanzó hace meses la propuesta de ofrecer partidos de pago a través de la TDT. Para ello se necesitarían decodificadores y según aseguran expertos en la materia sería muy complicado fabricar codificadores para ofrecer partidos en el modo de pago por visión en TDT. Pero el presidente de Mediapro sigue asegurando que no habría problemas para fabricar cuatro millones de decodificadores para ofrecer, al precio de un euro, partidos de pago. Veremos.